Si 
conocemos a Dios, nuestra tarea verdadera en la tierra, es vivir de modo tal que 
el Padre pueda revelarse en nuestra vida y así todas las personas que buscan a 
Dios, lo encontrarán en nosotros .
 
Libro de 
Urantia. Pág.1466
 
 
 
 
 
 
 
 
¡Qué 
simple se nos presenta en esta cita el verdadero apostolado! No se nos pide ni 
que seamos doctos en las materias religiosas, ni que pasemos horas en oración o 
cumpliendo ritos establecidos, lo único que se nos pide es que demos ejemplo de 
nuestro amor a Dios a través de nuestras obras y de nuestra vida cotidiana, 
porque el ejemplo vale mucho más que cien palabras dichas solamente con nuestros 
labios, porque "muchas almas pueden ser conducidas al Dios invisible, si se les 
enseña primero a amar a sus hermanos a quienes si pueden ver" 1727
 
Muchas 
veces, ponemos como excusas para no hacer apostolado nuestra escasez de tiempo, 
sin embargo Jesús nos dice que no necesitamos tiempo extra para hacerlo, pues 
basta que nuestra cotidianIdad la vivamos plenamente, en armonía y en unión con 
Dios, para transformarnos en velitas encendidas que pueden iluminar el camino de 
los que buscan a Dios, mucho más que tratando de enseñarles verdades eternas 
para las cuales no están preparados para recibir, porque "la revelación deberá 
siempre limitarse a la capacidad del hombre para recibirla"1007 porque un vaso 
de medio litro jamás podrá contener un litro pues "el concepto espiritual no 
puede ser forzado en forma mecánica dentro del molde de la memoria material" 
556
 
"No podéis 
enseñar las cosas profundas del espíritu a los que tan sólo han nacido de la 
carne, primero haced que los hombres nazcan del espíritu, antes de instruirles 
sobre los caminos avanzados del espíritu. No tratéis de mostrar las bellezas del 
templo antes de llevarlos al templo. Presentad Dios como un Padre, antes de 
hablarles de las doctrinas de la paternidad de Dios y de la filiación de los 
hombres"1593
 
El tino al 
entregar la enseñanza para dar a cada quién no lo que nosotros queremos, sino lo 
que ella necesita o es capaz de recibir, es indispensable en nuestro apostolado. 
Deberíamos imitar a Jesús, porque “él no cometió el error de enseñarles más, no 
precipitó su confusión,presetándoles una verdad que rebasara su capacidad de 
comprensión” 1535