física.
Además, en relación con los trasplantes de corazón - así como trasplantes de
todos los demás órganos - hay que recordar que cada átomo de cada cuerpo
pertenece esencialmente al Espíritu que habita en ese cuerpo. La condición del
cuerpo y sus órganos, nervios, tejidos, etc., es la suma total de la manera como el
Espíritu residente ha vivido en sus vidas previas sobre la Tierra y de su capacidad
de construir la contraparte de su cuerpo durante el período entre vidas terrestres.
En esto radica la razón por la que un Ego no puede o no quiere aceptar ciertos
tipos de sangre o un órgano de alguien que es demasiado diferente con su
naturaleza particular. El Ego, o Espíritu individual, tiene que superar o dominar las
células que son llevadas a su cuerpo físico, sea esto por medio de la comida y la
subsiguiente asimilación, o por medio de una trasfusión de sangre, o por el
trasplante de un órgano. Las células de los animales están más desarrolladas que
las de las plantas; por tal motivo son más difíciles para que formen parte de la
constitución del cuerpo que aquellas de las plantas al ser comidas y asimiladas.
Un órgano es un grupo de células especiales y está penetrado con la conciencia
de su dueño. Esta conciencia puede diferenciarse suficientemente de la del
receptor para que cause el rechazo del órgano de éste. Sin embargo, esto puede
no manifestarse enseguida, ya que el cuerpo del receptor probablemente ha sido
debilitado por enfermedad y por la operación efectuada. La ciencia médica
reconoce esta habilidad "incorporada" del cuerpo para saber lo que se necesita,
refiriéndose a esto como el "fenómeno del rechazo".
Un registro de todas las experiencias del Ego está empotrado en el átomosimiente,
como se dijo anteriormente, y durante cada vida nueva este átomo o sus
fuerzas), por virtud de sus cualidades innatas, atrae material para su nuevo
cuerpo. Si ha violado las leyes de Dios, entonces los resultados están presentes
en la estructura del cuerpo - y no sólo en el cuerpo denso, sino también en el
cuerpo vital, de deseos y en la mente.
Así que, enfermedades, incluyendo las del corazón, son causadas por el Ego
mismo, están arraigadas en el reino espiritual, son las manifestaciones de la
ignorancia y desobediencia de leyes superiores, y pueden ser solamente
erradicadas permanentemente por un cambio en la naturaleza interior espiritual
del ser humano. Para trasplantar un órgano físico sano en el lugar de un órgano
enfermo, es algo que puede ser llevado a cabo físicamente, y en algunos casos
parece prolongar la vida del receptor. No obstante, el trasplante de un órgano
sano para reemplazarlo con uno enfermo, no va a curar la causa subyacente de la
enfermedad del paciente y, a menos que haga los cambios espirituales necesarios
en su interior, tendrá que aprender la lección requerida en esta u otra vida.
La Ley de Causa y Efecto es el árbitro de la manera como esta vida sea vivida, y
como ciertas oportunidades para el crecimiento espiritual son presentadas ante el
Ego en varias ocasiones en su vida sobre la Tierra. Si se hacen uso de estas
oportunidades, la vida continuará a lo largo de un sendero recto, pero si no, si se
desvía hacia un "callejón sin salida" entonces la vida es terminada por las
Jerarquías Creadoras, que destruyen el arquetipo en el mundo celeste. Por eso
podemos decir que la extensión fundamental de una vida terrestre está
determinada antes de que nacemos físicamente; pero la vida puede ser acortada
si descuidamos las oportunidades.
También existe la posibilidad, en unos pocos casos, en los que la vida ha sido
vivida a fondo y con plenitud, en donde la persona se ha esforzado en todas las
ocasiones para vivir una vida en conformidad a sus oportunidades, que más vida
sea infundida en el arquetipo de la que originalmente había sido dado, y de esa
manera prolongar la vida. Esto, no obstante, hay que recordarlo, sucede sólo en
casos excepcionales
Resumiendo, se pude decir que el corazón es un órgano que apenas esta
comenzando a manifestar su glorioso potencial como el instrumento por el cual el
verdadero Amor de Cristo se hará una realidad universal. Es el órgano en el que
está almacenado el archivo de la esencia de la individualidad de cada Ego a lo
largo de cada vida física. Es un órgano que hemos estado desarrollando a lo largo
de nuestras vidas previas, siendo el corazón de cada persona tan bueno o tan
malo como ella misma lo ha hecho.
La tentativa de transferir este órgano de un ser humano a otro puede causar
problemas aparentemente no proyectados por los Arquitectos de nuestra
evolución. Bien pudiera resultar que para solucionar esos problemas, el Ego
receptor se encuentra con obstáculos mucho mayores que el de afrontar cualquier
destino que estaba proyectado para él, sin tener que someterse a un trasplante.
APÉNDICE: En la ciencia moderna el término "campo magnético" es muchas
veces usado para discutir los varios rasgos, comportamientos y características de
plantas, animales y el hombre. Esto, en forma general, es el cuerpo vital, o sea,
los dos éteres inferiores (Químico y de Vida) que forman una matriz etérica que
mantiene a los átomos densos físicos en formación. Los dos éteres superiores
(Luz y Reflector) son más atenuados y son volátiles y migratorios. Cada órgano
del cuerpo tiene su matriz etérica propia, una parte de la matriz etérica del cuerpo
entero. Las plantas también tienen su "campo magnético", contrapartes etéricas, o
cuerpos vitales.
FUENTE : "CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS"
Transmitido por los Hermanos Mayores de la Rosacruz a
Max Heindel (No de forma telepáticamente)