Siempre difiere…
no es la que muestra el espejo
o intentan espiar los transeúntes
ésta máscara es cada vez más densa.
Unos días
luzco como un colibrí
que nunca se queda sin aliento
y desaparece tras las flores del jardín;
otros en cambio
parezco una fiera que clava alfileres
en los cuerpos de los indeseables.
Lo único innegable
además de la muerte que nos vigila
es el deseo que se marcha
con el cansancio de los pasos
pero te busca cuando graniza
sobre el tejado.
Patricia Helena
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