Page principale  |  Contacte  

Adresse mail:

Mot de Passe:

Enrégistrer maintenant!

Mot de passe oublié?

ESTAMOS DE NUEVO AQUI, FLOR Y SUS AMIGOS
 
Nouveautés
  Rejoindre maintenant
  Rubrique de messages 
  Galérie des images 
 Archives et documents 
 Recherches et tests 
  Liste de participants
 .♥. Musica..♥. 
 .♥. General.♥. 
 .♥. Capilla virtual.♥. 
 .♥. Poesias.♥. 
 .♥.Comunidades Amigas .♥. 
 .♥.Practicas .♥. 
 
 
  Outils
 
General: ...POR FAVOR...
Choisir un autre rubrique de messages
Thème précédent  Thème suivant
Réponse  Message 1 de 2 de ce thème 
De: ECLIPSE  (message original) Envoyé: 20/07/2010 02:31
 

POR FAVOR...


Tú que escuchas mi voz en el silencio,
que triste y suplicante llega a Ti.

Desde el fondo de mi alma y de mi cuerpo,
Padre nuestro, Mi Dios vengo a pedir:

Que perdones mis crudas rebeliones.
Que mitigues mis ansias de pecar.

Que me fijes albinos horizontes.
Que me enseñes, contigo a estar en paz.

Que transformes mi vida totalmente
de tal forma que no te ofenda más.
Que me enseñes a darte gracias siempre

Aceptando tu Santa Voluntad.
Y te pido señor muy reverente:

 Que me enseñes también...
 a perdonar!


Premier  Précédent  2 à 2 de 2  Suivant   Dernier  
Réponse  Message 2 de 2 de ce thème 
De: enri pas Envoyé: 20/07/2010 05:04
 

Robarnos a nosotros mismos

 

«Ustedes —la nación entera— están bajo gran maldición, pues es a mí a quien están robando» (Malaquías 3: 9).

TAL VEZ LA MÁS TRISTE VIOLACIÓN del octavo mandamiento se da cuando nos robamos a nosotros mismos. ¿Cómo puede ser esto? Cuando nos ausentamos sin razón de las reuniones y los cultos. Notemos estas palabras: «También nos estamos robando a nosotros mismos, pues necesitamos el calor y la luz del compañerismo, tanto como la fortaleza que se pueden ganar de la sabiduría y la experiencia de otros cristianos» (Conducción del niño, p. 502).
Pero la transgresión más lamentable de todas de este mandamiento es cuando robamos a Dios. Ya de por sí todo fraude contra el prójimo es un atentado contra Dios: «Si alguien comete una falta y peca contra el Señor al defraudar a su prójimo en algo que se dejó a su cuidado, o si roba u oprime a su prójimo despojándolo de lo que es suyo» (Lev. 6: 2). Todo fraude contra el prójimo es también un fraude contra Dios. Pero adquiere un dramatismo más intenso cuando el fraude se hace directamente contra el Señor. ¿Cómo se puede robarle directamente? Malaquías responde: «¿Acaso roba el hombre a Dios? ¡Ustedes me están robando! Y todavía preguntan: "¿En qué te robamos?" En los diezmos y en las ofrendas» (Mal. 3: 8). La razón de este reclamo es que, desde el punto de vista bíblico, Dios es el dueño de todo; y nos da las fuerzas para trabajar y ganar dinero. Por ende, nos dice que el diez por ciento de lo que ganamos le pertenece. Notemos que eso lo estableció Dios, no el hombre: «El diezmo de todo producto del campo, ya sea grano de los sembrados o fruto de los árboles, pertenece al Señor, pues le está consagrado» (Lev. 27: 30). «Cada año, sin falta, apartarás la décima parte de todo lo que produzcan tus campos» (Deut. 14: 22). El diezmo nos recuerda que somos mayordomos de Dios.
Meditemos: «Es peligroso retener como propia la parte que le pertenece a Dios» (Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 71).

Que Dios te bendiga,

Julio, 20 2010

 

De la Red:



 
©2025 - Gabitos - Tous droits réservés