La batalla entre Poseidón, dios del mar y Hades, dios de la muerte ha dada inicio, el telón de esta guerra santa ya se ha abierto de par en par mostrándonos las más cruentas y sangrientas batallas.

En Cabo Sunion, Deep de la estrella celeste de la profundidad logra derrotar a Sorrento de sirena a costa de su vida, mientras que en Asgard después de una sorprendente batalla de Kayza de Leummadez , este es derrotado en manos del mismísimo juez Minos.

Cabo Sunion tiene una entrada libre hacia el templo de Poseidón, el cual está cubierto por tres cadáveres, Sylphide, Niobe y Sorrento. La entrada está abierta y el inminente arribo de las huestes del inframundo es inminente.

“Así que Siren y Kaysa se murieron, par de tontos, seguramente se confiaron, y ahora me envían a mí a darle la bienvenida a estos esbirros " piensa  mientras camina el general llamado Isaac, se adelanta a la entrada que da por la Isla llamada Cabo Sunion, donde inmediatamente siente la presencia de alguien que no pertenece al reino marino - Vaya - musita por lo bajo hablando para si mismo -- Parece que ya llegaron -- dicho esto una siniestra sonrisa por no decir tétrica aparece en su rostro dirigiéndose a donde siente la presencia.

"Esta presencia... debe tratarse de los Marinos de Poseidón" Menta con tranquilidad el espectro de minotauro mientras, por delante de él, va notando una silueta humanoide, que se abalanza con lentitud a su encuentro "¿Sólo uno?" Se pregunta a sí mismo, como si en sus pensares no hubiera cabida para la derrota puesto que el gesto que denota su rostro no emite preocupación alguna, ni timidez, ni temor.

-Y dime tu, a donde es que te diriges, quizás pueda conducirte con suerte a tu nuevo destino -al decir aquello, el general marino muestra una mueca socarrona aparece en su faz, con un aire un tanto desinteresado, espera la respuesta de aquel intruso, que a fuerzas de ver, físicamente debe de ser bastante fuerte, recordándole a los osos polares con los que en algún momento llego a entrenar el peliverde.

-¿Eres un guerrero de Poseidón?- Cuestiona el espectro, ignorando la aparente cortesía del regente de aquellas ruinas sumergidas en el mar -Nunca me hubiera imaginado que tan patética criatura fuera llamada a la defensa de un Dios- Exclama, altivo e irreverente mientras se deja ver como su mirada transmite desprecio en conjunto con sus palabras-Se me ha encomendado la destrucción total de este lugar- Sentencia con fría firmeza y marcada crueldad.

- Y yo no creí que mandaran a bestias a pelear luchas de hombres, tu señor debe de tener carencia de soldados para mandar a un tipo como tu -- indica mientras una aura argelina comienza a cubrirle poco a poco, iniciando por sus pies, hasta resaltar en sus cabellos, " Yo no debo de confiarme como esos idiotas "; a su alrededor aquellos pequeños corpúsculos frisados parecen arrancar pequeños destellos de los escuálidos rayos del sol que apenas logran atravesar la masa acuática, pareciendo una danza de diminutos prismas multicolores, su pupila le observa de arriba abajo, y al escuchar la última oración de aquel, no puede evitar sonreír fríamente, - La destrucción total... - repite las mismas palabras del ser oscuro, para después agregar - Je, je!!.. Me agradara ver que lo intentes, hace mucho que no me entretengo en algo bueno – indica.

Gordon de Minotauro empieza impartiendo el primer golpe directo a la cara del general de kraken, quien ágilmente logra esquivarlo, para luego contraatacar con una especie de patada baja que lo único que hace es chocar con el metal de la armadura del espectro quien decide saltarse unos metros atrás para evitar mayor daño.

La promesa de una embestida dura y brutal recorren los pisos de la entrada al mundo submarino, Gordon, el llegado del inframundo, se abalanza con toda su humanidad en contra del rival marino quien decide empezar a usar la manipulación de hielo que todo guerrero entrenado en la Antártida sabe.

Laacción es relampagueante y la velocidad es sutilmente casi imperceptible entre que sus labios pronuncian unas palabras y una gran orbe de hielo se alza como una columna inquebrantable - Koori no Ken!!!!- sabido es que los guerreros que dominan la técnica de hielo pueden congelar casi cualquier cosa, concentrando el poder de su energía en un punto focal Isaac crea una columna de hielo, pero no cualquier hielo, si no el fino hielo de la Antártida, aquel que es indestructible, buscando encerrar en aquella columna, lejos del piso a su oponente que desciende sobre su efigie buscando aplastarlo, la velocidad es sorprendente y necesaria, si aquella estrategia de Isaac llegara a fallar, un daño descomunal se augura para el guerrero marino, la columna crece con eficiencia, buscando atrapar a su oponente.

Frente al espectro, una pálida esencia se acumula y arremete contra él de manera vertical; el frío se apodera del ambiente y el sonido de aquella energía en contacto como el viento emula el tintineo del cristal al descerrajarse, así es como pronto una delgada capa de escarcha cubre y abraza el cuerpo descendiente del emisario infernal -Tsk- Exclama al sentir en su cuerpo tan abrumadora esencia que hace descender su temperatura corporal en un instante, ralentizando incluso su vuelo en picada, y creando alrededor de la estela blanquizca una serie de formaciones heladas, un hielo que rápidamente va envolviendo al cornado guerrero -¡Grraaahhh!- Escupiendo de sus fauces, y empujando con su brazo, la energía espectral de aquel de ropas verduzcas y metálicas se abre paso entre cada poro y delgada línea que componen aquella Sapuris, una bruma purpurea le adorna como si un fuego abismal brotara de su ser mientras ese brío lúgubre se concentra en el puño cerrado y apretado de aquel quien custodia la prisión combatiendo contra el hielo y partiéndolo como si en su extremidad portara alguna.. Clase de afilada ornamenta, más en su efigie, solo se refleja un aura de largos cuernos que hace honor al Minotauro, figura guardiana de Gordon quien combate y se abre paso partiendo la columna en dos en un continuo arremeter hacia el marina de Poseidón.

Cada paso que da el espectro es como un pequeño temblor que suscita en los alrededores, un Isaac que si bien es cierto por ahora solo puede huir hacia atrás, tiene una estrategia, la cual consiste en lastimarle ambas piernas con el fin de debilitar su andar. mas no es suficiente, ya que finalmente el plan del corpulento Gordon de Minotauro es estar lo más cerca posible para lanzar un bramido intenso que signifique su victoria mediante aquella técnica que ya le ha dado incontables batallas.

-¡Grand AxCrusher!-Exhala, como un grito donde se diluye la furia y el dolor -¡Este es tu fin!- Sentencia al hacer descender su brazo, aún a costas del dolor que aquel golpe y el frío mismole hacen sentir, liberando con aquella ejecución y corte cósmico brutal pues en su brazo un filo creado por la energía se concibe sentenciando al guardián imperial. El hacha destructora del Minotauro, tan implacable y a tal inexistente distancia entre condenado y el verdugo que ya Gordon saborea el hedor de la sangre en el viento.

Sin embargo Isaac no se detiene frente a él, en su mente solo una palabra se enumera "caíste”,  aunque las intenciones aparentemente eran la de lastimar las piernas del gigantesco ser, la verdadera maniobra era pasar por un lado de este sujeto, la gran hacha cae apenas nanosegundos detrás de Isaac quien pierde algunos cabellos junto con el yelmo de su orquestada y magnifica armadura, el hielo vertido con anterioridad hacen mucho más fácil aquella artimaña haciendo el movimiento huidizo mucho más resbaladizo, y sin siquiera levantarse, desde el suelo, juntando ambas manos con total poder, fuerza y corazón puestos en aquel combate una voz se escucha poderosa fría, y estertórea, la muerte va impregnada en aquella -AURORA BOREALIS- y es entonces que toda la energía acumulada en sus manos anteriormente es desplegada, bajo la presencia del viento helado generando el cero absoluto en aquel instante, buscando congelar para siempre a tan digno rival -- Muereeeee -- se escucha mientras los vientos helados corren a la misma velocidad de la escama tratando de finiquitar el combate

Toda la humanidad del minotauro es tragado por aquel contundente ataque, mas este sigue luchando, intentando un último suspiro para tener la más mínima oportunidad de dar un golpe más al rival de turno, el general marino Isaac de Kraken, quien al ver la impetuosa batalla del espectro, decide aumentar el paso de su ataque, exigiendo más su cosmos, para que de esa manera, las ráfagas salgan disparadas con más intensidad y con mucha más fuerza, lo que permite finalmente derrotar al primer espectro llegado de la entrada libre de Cabo Sunion .

El kraken se levanta con un poco de esfuerzo, cubriendo con su antebrazo la cara que ha quedado desprotegida ahora, frente a el se encuentra una figura poderosa, en un hielo que es indestructible creado por el cero absoluto, su pupila diáfana observa el brillo letal de aquella hacha y murmura - Lo siento amigo, pero eras tú o yo, y en este momento no me siento muy amigable que digamos - susurra cerca de aquella figura, dando vista al horizonte el guerrero de los hielos marinos se retira de aquel lugar, donde queda un boquete, una estatua de hielo eterno y un digno rival, mientras el que se aleja piensa " Falto poco para perder la cabeza " sus pasos son pausados recuperando el resuello, y sigue pensando "y ahora a donde”