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Asgard v/s Grecia (Plateados): Capítulo VIII : ¡Satán Imperial!
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Imperial Asgard  (Mensaje original) Enviado: 22/02/2015 21:32


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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: Imperial Asgard Enviado: 22/02/2015 21:39
Lo confuso se transforma en la claridad pura y la avaricia pasa a ser ambición de la más oscura naturaleza, un sin fin de pensamientos transcurren en la mente del hombre que está por encima de los ochenta y ocho caballeros de Athena en una batalla interna entre el bien y el mal, cuya balanza se ve inclinada hacia el rostro que solo desea poder, conquista y dominio y no puede esperar a cumplir su gran obra maestra, al poseer los objetos que según dicen, otorgan el poder para derrotar incluso a los mismos dioses...

Arles: "Ahora que el caballero de Capricornio ha partido hacia Asgard guiando a los santos de plata, solo queda esperar a que sean capaces de derrotar a los dioses guerreros... Jhmmmm, eh oído que son los guerreros más poderosos del Norte, casi a la par con los caballeros dorados... mmmmhh, pero aunque los caballeros fracasen, se les hará muy complicado vencer a Shura de Capricornio, el santo más leal a Athena... jhmjhmjhm..."

Pero en ese momento, una ráfaga gélida se escurre por debajo de los gigantescos pórticos de madera, tiñiendo el lustrado piso con una breve escarcha de hielo, al paso en que lentamente uno de los postigos se abren, revelando una figura atlética delgada que reluce una armadura diferente a las demás, de un color azul brillante con diversos decorados en un tonel celeste y celeste cristalino, finalizando en un yelmo que es adornado por una corta pero voluminosa cabellera Albina, reconciendose como el santo de regente del norte de Europa...

Arles: ¡Pero que!... ¿Acaso tú eres...?

Crystal: Mis disculpas por no informar de mi llegada, su alteza...

Develando un elegante porte que ondea una larga capa en su avance, prendiendo desde sus puntiagudas hombreras, mismas, que descienden conjunto a su cuerpo, en una reverencia que deja como sustento a su rodilla derecha firme sobre el lustrado...

Arles: Tú debes de ser Crystal, el caballero de la corona Boreal, ¿Acaso te has enterado de lo que ha sucedido en Asgard?

Pero entonces, el cisne de cristal se coloca de pié, develando en su rostro pálido de cálidas expresiones, una preocupación extrema...

Crystal: No solo la entrada de Bluegard ha sufrido estragos con las intensas batallas de la guerra entre Poseidón y Hades, si no que tambien el imperio marino ha quedado prácticamente destruido

Explica con detalle, su experiencia ante la guerra que días antes había estallado cerca de Siberia, su país natal...

Crystal: Me temo que han quedado vulnerables y si los sustentos se desmoronan, la tierra sería destruida...

Arles: Me temo que eso ya es irrelevante, hace un tiempo, me enteré que Hilda de Polaris, la representante de Odín en la tierra está ocultando un objeto de extremo poder, el único capaz de equilibrar el balance sobre la tierra y por sobre todos los que se opongan al equilibrio...

Mientras sus palabras resuenan con gran eco por toda la habitación, el sumo pontífice Arles se coloca de pié, quedando elevado en altura gracias a la posición de su trono...

Arles: Si ese objeto cae en manos equivocadas una grán catástrofe podría destruir a la tierra... ¡El poder de la espada de Balmung debe permanecer en el santuario!

Al escuchar esas fuertes palabras, el caballero de Crystal cambia su mirada a una un tanto desepcionante y su naturaleza, lleva rápidamente a ponerse de pié...

Crystal: ¿La espada de Balmung?... "Según la leyenda, esa espada duerme junto a la armadura de odín, en las profundidades desde donde nace la tierra y se eleva su propia estatua"

Arles: Por eso nadie ha detenido tu camino, envié a Shura de capricornio junto a todos los caballeros de plata a conseguir esa espada y tú tambien deberás hacerlo, Crystal, con tu conocimiento sobre la región, no te será dificil encontrarla

Crystal: ¡Pero su alteza! Perder el tiempo buscando algo que solo existe en las leyendas no es la solución para los problemas que afrontamos, el pueblo de Siberia está siendo afectado por la guerra y se necesita una solución inmediata

Arles: ¡Cuestionar mi palabra, es cuestionar la palabra directa de athena!... Si te rehusas a la orden que se te ha dado, sufrirás las consecuencias, caballero de Cristal

Las facciones de Crystal cambian rotundamente, pensando en un instante el sufrimiento de los habitantes del pueblo que juró proteger, seguir soportando tanto sufrimiento mientras la autoridad ignora sus necesidades no es una opción para su persona, por lo tanto, presiona instintivamente sus puños...

Crystal: ¡Patriarca Arles, debe comprender que las personas estan sufriendo, muchos han muerto a causa de la destrucción que han dejado los enfrentamientos, de ignorarlo, se perdería una nación!... ¡No puedo permitir que ignore la necesidad de mi pueblo, usted debe escucharme!

Arles: Crystal... ¿Acaso te revelarás en mi contra?

La mirada del santo capta cada tono en la voz del patriarca, aquel que inspira un respeto infinito por su posición, pero a pesar de todo, esta ves ha demostrado más que plena ambición, ignorar la necesidad de un pueblo ligado con el santuario, no es el trabajo que le fué encomendado, por lo tanto, un paso adelante, revela toda la desesperación que existe en el defensor de los pueblos siberianos...

Crystal: ¡Usted se está poniendo en contra de su gente, siberia es uno de los continentes que desde tiempos inmemoriales, fueron protegidos por el santuario!... Haré lo que tenga que hacer, con tal de evitar el sufrimiento de las personas inocentes

Arles: ¡Jhmmmm! Entonces no hay otra opción, que hacerte obediente por la fuerza...

Entonces, el brazo derecho del patriarca se eleva, apuntando con su dedo índice al santo de cristal, quien queda en una situación de sorpresa por la iniciativa del Patriarca, quien ha roto su juramento, al amenazar con atacar a uno de los ochenta y ocho caballeros de Athena...

Arles: No habrá forma de que no hagas lo que yo te digo, ahora serás mío ¡Hahahá!... ¡SATAN IMPERIAL!

Su índice se ilumina de un resplandor dorado y un fino hilo de luz es disparado a la velocidad de la luz, atravezando sin barreras por la entreceja de Crystal pasando por el medio de su cerebro afectando completamente su sistema neuronal, reflejando en su postura que da la sensación de quedar suspendida en el aire, mientras sus músculos se contraen y su rostro cambia a una expresión seria, perdida en el efecto de la técnica ofensiva de Arles...

Crystal: ¡Aghhr!

Es lo único que alcanza a emitir, cuando la realidad cambia ante sus ojos y su mirada fija en el patriarca se torna de un azul opaco, desplegando un toque de maldad que jamás existió en la voluntad del querido santo Siberiano...

Arles: ¡Ahora ve y traeme la espada, elimina a todos los que se interpongan en tu camino!

La mente del santo Crystal ha sido perturbada y ahora, las palabras de Arles suenan como la mayor obligación en su vida, por lo tanto, si más preambulos ni vueltas, este asiente con frialdad, dirigiendo una mirada llena de sed de sangre hacia la puerta, hacia donde comienza a caminar rumbo a su nueva misión...

Crystal: No le fallaré, Maestro...


Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Imperial Asgard Enviado: 22/02/2015 21:41


 
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