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Asgard v/s Grecia (Plateados): Capítulo XI: El Sacrificio
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Imperial Asgard  (Mensaje original) Enviado: 25/03/2015 21:38


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Imperial Asgard Enviado: 26/03/2015 02:29
 Así es como nuevamente se abre el telón de una batalla, de una que está manchada por la ambición de los hombres y, de una Diosa que en busca de cumplir con su objetivo no le importa el derramar la sangre de inocentes que solo se verán envueltos en una guerra sin tregua, ya que los caballeros del Santuario han arribado a las Tierras del Extremo Norte, Asgard, una región azotada por un frío que carcome la piel, pero que extrañamente no parece afectar a un hombre que se mueve con premura, pero sin mostrarse por completo, debido a que se encuentra envuelto por una manta blanca que ondea con violenta y, que además, le brinda cierto camuflaje.. Y de forma muy coincidente, delante de él se observa un gran bosque, tan rebosante de árboles que incluso parece oscuro y aún más, por la carencia mitología del sol y a pesar de lo blanco del escenario. De este modo, todo camino o sendero obligan a tener que internarse en ese espeso y casi siniestro bosque, pues, detrás de él, se aprecia con claridad el palacio del Valhalla y si alguien quiere llegar ahí, tendrá que enfrentar los terreros de ese sitio.

 Es así como solo es cuestión de tiempo para que entre, pero a pesar de lo amenazante que luce no parece intimidar al emisario del Santuario, quien continúa con su avance... Y casi inmediatamente, una figura humana se observa de pie y muy erguido en una rama de uno de aquellos árboles, ocultando su identidad debido a que las sombras parecen esconderlo perfectamente, pero aun así, es muy fácil darse cuenta que no pierde ni por un solo segundo al intruso, finalmente, entre la oscuridad, una sínica y maléfica sonrisa se dibuja en sus labios mientras se descubren unos colmillos puntiagudos que distan mucho de ser humanos. Aquella presencia no parece ser notada por el invasor, quien continúa con el avance en busca de cumplir con la misión que le fue encomendada por el Patriarca a través del Caballero de Capricornio. "Ya era hora" Pensamiento que zurca la mente del santo plateado, quien no se detiene aun cuando su cuerpo libera una esencia cósmica que aumenta a cada paso, demostrando un gran dominio de sus sentidos. "Esta sensación, no puedo equivocarme... Estoy siendo observado" Conjetura, pero en el exterior luce como si aún no hubiera notado a aquel ser que aún desconoce.

 Entonces todo se hace real, pues los pensamientos del extraño son correctos, aunque es sorprendente que se trata de 4 lobos salvajes de pelaje café que salen lenta pero inesperadamente de entre los arbustos y le cierran el paso con gruñidos y ladridos llenos de rabia y hambre, babeando y mostrando sus caninos puntiagudos, acto seguido, de atrás del extraño aparece un lobo robusto y de mucho mayor tamaño que los 4 primeros de pelo gris, entonces, los cafés se abren y rodean al sujeto, como si siguieran las instrucciones del lobo gris que observa todo a la distancia. Todo en conjunto, es el típico ataque de cacería en emboscada y acorralamiento de las jaurías de lobos del norte del mundo. Al mismo tiempo, desde la copa del árbol, la sombra humano no pierde atención de nada, en especial, sus ojos ensombrecidos siguen clavados mirando al intruso que esta por ser atacado por los lobos. La aparición de los Lobos genera que la imagen del atheniense se detenga ante la amenaza que representan. - Jhm, realmente no pueden ser más tontos... Incluso ignorando su instinto de supervivencia. - Menciona con orgullo y arrogancia conforme su mirada sigue a cada una de las bestias que parecen tener la intención de asesinarlo, aunque eso no inquieta en lo más mínimo al caballero de plata, quien permanece firme, dejando que parte de la capa descubra la cabeza para que el largo y rizado cabello rubio ondee al ritmo del viento. La nueva cacería inicia y dos perros corren directo hacia la presa desde el frente mientras los otros dos saltan uno desde cada lado, pero todos con las fauces abiertas y las garras al frente por lo que el momento se vuelve muy peligro pues los colmillos afilados y las uñas largas y curveadas buscan clavarse en la parte del cuerpo que puedan alcanzar. En ese momento, el lobo gris se adelanta y se atrasa, como si estuviera ansioso por atacar pero al mismo tiempo cauteloso, por lo que sus ladridos y gruñidos solo son un segundo elemento del ataque múltiple de sus congéneres. El cosmos del caballero de plata posee una habilidad única, pues con el movimiento veloz de las mano puede crear un campo que repele cualquier ataque físico, pues forma una barrera impenetrable en la que inminente chocan los lobos que son incapaces si quiera de alcanzar a realizar el más mínimo contacto con Misty, el hombre que jamás ha experimentado el dolor o el miedo, pues su talento le ha permitido sobresalir completamente ileso. - Desaparezcan de mi vista, sucios perros. - Menciona despectivo y soberbio mientras esboza una sonrisa torcida que decora el pálido y fino rostro.

 Los 4 lobos chocan contra la nada justo después de que el hombre moviera sus manos y caen de boca pesadamente mientras chillan y aúllan como cachorros asustados. Al mismo tiempo, un brillo platinado sale de uno de los ojos del hombre entre las sombras, pues no ha dejado de ver ninguno de los movimientos del extraño. Acto seguido, lleva su mano derecha a la boca y usando su dedo índice y pulgar, lanza un fuerte silbido que vuelve a sonar hasta en tres ocasiones por todo el bosque debido al eco que se produce en el lugar y de forma inmediata, el lobo gris se aleja del lugar saltando entre los arbustos mientras una docena de lobos cafés aparecen en la escena rodeando al hombre - ¡Jah! La señorita Hilda tiene toda la razón, son una mugre de seres vivos - Dice una voz rasposa y agresiva de todos y de ningún lado del bosque, mientras la óptica se posiciona en la rama donde estaba, dejando ver que ahora está libre - Son desgraciados y desvergonzados, no les basta asesinar a una mujer, ahora vienen por más vidas y por los tesoros de Asgard. ¡los aborrezco, por eso aborrezco a todos loshombres. Son peor que las bestias de este bosque! - . Las palabras anunciadas carecen de sentido, pues menciona sucesos que no tienen nada que ver con el plateado, quien simplemente se limita a ignorarlo para pasar a realizar una petición, aunque su intención es más bien la de ordenar. - Si eres un guerrero de Asgard, lo mejor es que te rindas y me entregues tu zafiro, ya que de lo contrario solo encontrarás la muerte. - Y, es justo en entonces cuando la mano emerge nuevamente de entre la capa para posarse el cabello, creando un jugueteo que al enrosarlo en los dedos una y otra vez mientras espera una respuesta. Y por respuesta aparece un hombre delgado y de pelo blanco vestido por una gema azul que sale de la maleza junto con el gran lobo gris - Sí soy un dios guerrero niño bonito - responde totalmente hostil, muy alejado de la característica elegancia y solemnidad de los honorables guerreros de Asgard y todo debido a los sucesos de su infancia y a que él no sigue a Hilda por el honor de su país, sino por la voluntad propia de pelear como la fiera que es - Me llaman Pherril de Arioto, Epsilon - Añade sin perder su ronca voz justo al tiempo que detrás de él, aparece de forma ilusoria la imagen de la constelación de la Osa mayor, luciendo cada una de sus estrellas pero dejando brillar mucho más la que representan a Pherril - el lobo come hombres de Asgard - dice finalmente mientras los lobos, en gran número, rodean completamente el extraño rival.

 - Es innecesario que arriesgues tu vida, ya que ahora solo tienes dos opciones. - Menciona mientras levanta la mano derecha, apuntando con el dedo índice al frente conforme el cosmos se mueve desde el codo hasta la punta del dedo, creando ondas de energía que crean una fuerza invisible, una que claramente demuestra el poderío del líder plateado, aquel que se autodenomina como el "Caballero de Plata" al representar a su orden. - Rendirte o morir, no existe otro camino más que inclinarse ante la Justicia del Santuario, ante el poder absoluto que gobierna y mantiene la paz en el mundo. - Explica conforme se forma una esfera blanca en la punta del dedo, desde el cual se desprende una especie de onda de choque no es más que un ataque simula la fuerza de repulsión del magnetismo, mismo que es capaz de crearse a raiz del constante movimiento del cosmos que sin duda pertenece a un guerrero de élite que pretende repeler a los lobos, pues realmente su ataque no posee la fuerza como para someter al nórdico.  Y varios lobos son lanzados al aire, mientras el restante, 8 en total, se mueven contra el santo de plata, pero esta vez, no solo buscan morderlo y rasguñarlo, primeramente caen todos sobre él, al mismo tiempo, pretendiendo ejercer la fuerza de su número y de todo su peso contra la víctima y hacerlo caer, y solo hasta entonces, ya en el suelo, morderlo, rasguñarlo, lastimarlo y comenzar a someterlo con un gran desgaste, igual que lo hacen en sus cacerías " Tonto, crees que es tan fácil vencer a nuestra familia" piensa Pherril mientras comienza a caminar hacia un lado, justo en sentido contrario de donde lo hace su perro gris, acto seguido, la escena se centra en el ataque de los lobos y la estrategia nueva que están aplicando, es como si hubieran aprendido del primer ataque y buscaran doblegar la defensa que los detuvo una vez.

 En ese momento puede percatarse de la maniobra de los lobos, mismos que buscan arrinconarlo para someterlo, algo que claramente genera molestia en el plateado que incluso se ve obligado a retroceder de su posición con un salto con el busca ganar algo de espacio, tratando de obtener el tiempo más que necesario para recrear los rápidos movimientos que originan la barrera que comienza por empujar a alguno de los lobos conforme al final del salto busca afianzarse sobre el suelo para lograr atraer a todos los lobos a la parte frontal de su cuerpo, en donde claramente se encuentra la parte más poderosa y sólida de su barrera, misma que se debilida al intentar abarcar un mayor espacio. "A este paso... No, es imposible que me alcancen"  Y entonces, desde el costado, el gran lobo gris salta, directo al cuello del santo de plata, mientras los demás animales, se estrellan con las ondas del santo de plata - Vamos Ging. ¡MATALO!- Dice Phenrril pero su ubicación es inexacta, pues usa a los animales como un distractor muy efectivo para tener la oportunidad de hacer la jugada mortal de las cacerías...  - ¡¿Acaso me subestimas?! - Replica con molestia conforme el cosmos por vez primera se muestra en un resplandor blanco, mismo que genera una expansión que incrementa la fuerza de la barrera a causa del enojo, pues aquel ser solo pareciera que juega con Misty, el santo de Lacerta que logra empujar a todos los lobos en medio de un destello que por un efímero momento se muestra cegador. - No pretendas si quiera imaginar que unas bestias pueden vencerme. - Adjunta con un tono punzante y serio, algo muy poco común en el plateado, quien pocos instantes despúes es descubierto con el brazo extendido en dirección al lobo que parece ser más cercano al Dios Guerrero y, quien se encuentra envuelto bajo un torrente extraño que ocasiona una presión sobre el cuerpo que causa severas heridas internas que eventualmente pueden conducir a la muerte. - Soy un caballero de plata, Misty de Lacerta... ¡El Caballero de Plata! - Dice mientras pretende ponerle fin al lobo, pues busca no sentirse humillado por alguien que ha osado subestimarlo.

Mientras tanto, la secuencia de la estrategia de caza continua y desde el otro costado del santo de plata se escucha - ¡Garra de lobo mortal! - Y entonces se puede ver a Penrril, con el brazo estirado y el puño bien cerrados dejando escapar un rayo purpura directo contra el rival, un rayo que a medida que se acerca va tomando la forma de la cabeza de un lobo con las fauces abiertas que pretende cerrarse sobre su víctima con la única intención de causarle primeramente rasguños y laceraciones en diferentes partes del cuerpo, más su objetivo real es encerrarlo dentro de una esfera de energía que lo golpee con descargas similares a electricidad y con la propia fuerza del ataque hasta llevarlo al peor de lo daños.  Aun cuando logra ver parte del movimiento es incapaz de evadir el golpe que entra de lleno en el cuerpo del caballero de plata, quien solo emite un gemido de dolor que se extiende conforme la técnica del lobo de asgard logra con su objetivo, mismo que incluso rompe el yugo sobre el animal que prácticamente debería estar muriendo. "Es imposible... Yo... N-no... Esto no p-puede ser" Dice más sorprendido que nada, ya que nunca antes había sentido algo semejante al dolor, uno que revelaba debilidad y rompía con todas sus creencias, pues para él una victoria significa el salir ileso.

Con una fuerte carcajada Penrril vuelve a tomar el protagonismo del momento - Lo viste Ging, estos niños bonitos no son una presa digna para nosotros - dice con aquel timbre de vos rasposa y agresiva que lo caracteriza. Pero, todo su regocijo se corta abruptamente cuando no escucha la respuesta de su fiel amigo - Ging, ¡GING! ¿Dóndeestás? ¡GING! - acto seguido, toda la pelea se pierde de su mente pues, sus ojos se clavan en el lobo alfa que está en el suelo, chillando y aullando levemente, casi de forma inaudible - ¡¡¡¡GING!!!!! - Dice mientras corre a abrazar en el suelo a lo que para él es su única familia - Amigo ¿porque? Resiste, vas a estar bien... te lo prometo... - mientras habla, las lágrimas que brotan se van consumiendo en un gesto de odio y rencor desmedido, casi bestial - Maldito seas - Luego coloca a su amigo lentamente en el suelo y se levanta - Maldito seas caballero de Athena - Mientras habla, diferentes imágenes de su vida con la manada aparecen en la escena - Levántate maldito. Esto ya no es por la señorita Hilda, ni por la muerte de Flear - ahora, todo cambia y lo que domina es la furia - Ya no me interesa ni el santuario ni Asgard. ¡Ahora es por venganza. Te arrancare la piel hasta que tus huesos se quemen con el frio de las tierras heladas! ¡Nadie reconocerá tu cara ni tu cuerpo! ¡PELEA MALDITO, PORQUE NO TENDRE PIEDAD DE TI! - esta última frase solo es salvajismo, la verdadera esencia de quien ha vivido entre lobos.

 En ese momento se encuentra en el piso, pero distriado por el impacto de las heridas y sin escuchar lo que dice el enemigo, a quien percibe lejanamente conforme comienza a levantarse con lentitud, dejando que el cabello caiga frente al rostro mientras su cuerpo se cubre por un brillo blanco que enaltece cada parte de su cuerpo, así como de la armadura blanca que queda al descubierto ante la ausencia de la capa que ha sido completamente destruida por el enemigo en turno. - Tal parece que nuestros objetivos han cambiado, pero como un caballero de Athena no puedo dejarme dominar por mis emociones... Aunque ciertamente ahora te mataré por orgullo, una contradicción que nadie sabrá, pues serás eliminado aquí mismo. - Menciona justo cuando se observa cómo se yergue cuan imponente es, mostrando una figura esbelta pero atlética que cada vez se fortalece más, ya que explota su cosmos con la única finalidad de terminar con el nórdico, pero en respuesta, los últimos lobos cafés que quedan en pie debido a que fueron rechazados por la defensa del santo de plata se colocan detrás de Penrril, rabiosos, ladrando y gruñendo, listos para pelear - ¡Alto! Hermanos, está presa es solo mía - dice el Asgariano mientras un brillo platinado aparece en su entorno y se agranda rápidamente como una nube de energía que sube y baja de forma desordenada a su rededor -Se los dejare en el suelo, para que la coman... y trataré de que aun siga vivo mientras lo hacen...- adjunta con una rabia y una barbarie fuera de lo común en la gente "civilizada" - !Prepárate maldito! - Entonces, aquella energía irradia un brillo notoria y todo el escenario parece volverse completamente oscuro, como un universo infinito en donde solo se puede ver al dios guerrero de Arioto y a un gigantesco Lobo bicéfalo translucido detrás de él. Incluso, el momento se hace aún más lleno de poder debido a que de forma ilusoria, se puede escuchar en todos los rincones del bosque, el aullido de los lobos del hemisferio norte, pero proviniendo de la gran imagen del lobo.

Sin embargo todo aquello pasa a segundo plano en el momento en que el plateado extiende el brazo derecho hacia enfrente, dejando notar como apunta con los dedos índice y medio directamente a la imagen del Asgardiano. - Te guiaré al infierno con estas... - Declara en el instante en que se forma una esfera blanca en la punta de los dedos, de la cual, en un mínimo instante se desprende un torrente blanco que crea un remolino gigantesco, mismo que deja un espacio en el centro en el que pretende encerrar al oponente mientras se extiende en busca de lograr su objetivo. - ...    FUERZAS DEMONIACAS    . - Menciona el nombre de la técnica más poderosa de Misty, aquella que es capaz de crear una presión tan fuerte que destruye el cuerpo internamente, tal como sucedió con el lobo, pero ahora con mayor poder, velocidad e intensidad busca realizar lo mismo con el Dios Guerrero que posee el Zafiro que el Santuario desea. Inmediatamente, se oye del otro lado del campo de batalla - ¡El ataque de la JAURIA DE LOBOS! - dice imprimiendo es ese ataque, toda la rabia, el rencor y el dolor que tiene dentro, tratando de darle un extra a su técnica pues no solo lleva poder y habilidad, si no también los sentimientos y sensaciones que hacen diferencia entre los hombres y entonces, Penrril lanza nuevamente su brazo al frente y deja escapar el rayo purpura pero esta vez es más grande, más poderoso y con más fuerza pues en lugar de una cabeza de lobos, se pueden ver cinco imágenes translucidas que se mueven contra la técnica del rival, de este modo, ambos poderes se enfrentan, pero la intensión del ataque del Asgariano no es una lucha de poder, su objetivo es destrozar la técnica contraria y seguir de largo, hasta alcanzar a la víctima y esta vez ponerle fin a su vida, rasgándola y encerrándola en su poder igual que antes pero en esta ocasión, quintuplicando su devastación.

 En ese momento puede verse como Misty frunce el entrecejo mientras aprieta los dientes al percibir la intención del nórdico, pero aun cuando eso es así no emite ninguna palabra pues su técnica no es de choque, ya que el interior es un vacio que ejerce succión, por lo que busca tragar el embate enemigo y aplastarlo con la presión antes de llegar hasta el objetivo principal.  El ataque de Penrril entonces pierde total efecto - ¿Pero CÓMO? - dice incredulo mientras escena describe a los dos peleadores totalmente inmersos en la batalla "No pienso perder. Ging te juro que lo acabaré ".  - Esta es la fuerza de los coballeros  de plata, no es una opción perder cuando salimos al combate. - Declara mientras el torrente cotinúa tratando de avanzar, aunque sin duda eso genera un desgaste físico y cósmico en un Misty herido, una imagen que nunca pensó en experimentar. - No hay forma de que podamos perder. - Adjunta mientras la mirada celeste se haya fija en lo que sucede en el combate que se encuentra por llegar al final.

 -¡AUUUUU!- Se escucha con dolor y fuertemente mientras los lobos pueden verser en el remolino, arriesgando sus vidas, siguiendo la ley de su manada y tratando de proteger a uno más de su familia - ¡NO! - dice Penrril mientras observa la forma en que sus hermanos giran, aullan y expulsan sangre por el ocico, para después consumirse todo el ataque y caer de forma pesada, igual que lo hiciera el lobo alfa  - Es imposible. - Dice mientras nota como su técnica se desvanece a causa del sacrificio de los lobos, quienes han salvado la vida del Fenrril. - Así que te has quedado solo, pero no te preocupes pronto estarás con ellos. - Adjunta mientras esboza una sonrisa confiada y arrogante aun cuando el cansancio ya es evidente en un Misty que ha llegado a un limite insospechado, ya que incluso se esfuerza, algo que resulta completamente xtraño.  - ¡Cierra la boca! Tú serás el que se vaya al infierno... - Pese a sus rasgos rudos, una sonrisa se dibuja en la cara de Phenrril, incluso, sus caninos, más puntiagudos y largos de lo normal, sobresalen por la mueca de gusto que tiene - Lo puede ver claramente... eres otra cacería. - Dice mientras todo cambia y se puede ver a un venado corriendo de forma agil y a la manda detras de él, luego, y poco a poco, la presa va perdiendo fuerza y se va cansando, hasta que ya no puede defenderse, entonces, la imagen muestra a Pherril y a los lobos comiéndosela - Ya no tienes fuerzas, tu vida está por terminarse, mientras tanto yo, sigo lleno de poder, esa es la regla de la manada. Ellos cazan a la víctima y yo le corto el cuello... - Acto seguido lleva su mano derecha a la altura de su rostro y su lengua lame dos puntas afiladas que salen de su guanteleta - Jajajaja, Ya no tienes escapatoria... - finalmente, un sonido metálico roba toda la atención justo cuando un antifaz sale del casco del dios de Asgard para cubrir la parte alta de su rostro - jajajaja - Jhm un lobo sin una manada es una simple e inútil basura. - Responde mientras su cuerpo nuevamente se cubre por el cosmos albino, aquel que lo dota de poder mientras sus sentidos se armonizan, intuyendo el final próximo que incluso podría extinguir su vida. - Así que arrástrate todo lo que quieras y aférrate a la vida que aún te queda. - Adjunta despectivo conforme cierra los ojos por un instante, instante en el que  su cosmos se expande y llena cada parte de su entorno con la llama de una vida que arde con intensidad como si Misty por fin entendiese lo que singinifca ser un verdadero caballero de Athena.

 - Muere - Dice Phenrril mientras inicia una carrera contra Misty, pero de forma extraña, sus movimientos son erraticos y diferentes a los humanos, incluso se vuelve dificiles de identificar pues, aunque corre de pie, parece que fueran los de un verdadero lobos, por lo tanto, su agilidad y velocidad superan el promedio incluso de otros guerreros divinos de Asgard, por tal motivo, con un salto se posiciona frente al rival y sin decir nada, lanza su puño al frente, directo a los ojos, pero pretendiendo clavar en esa parte las afiladas garras de su guante.  En ese instante únicamente se limita a realizas veloces movimientos con las manos para crear la barrera invisible que busca repeler el golpe del Nórdico, quien simplemente impacta con una pared que protege de todo daño a un caballero de plata que ya no puede mantenerla con tanta eficacia como antes, razón por la que aprovecha ese mínimo momento para llevar el brazo derecho derecho al frente, apuntando con el dedo índice al pecho del nórdico. - Muere de una vez. - Menciona mientras pretende liberar un rayo blanco justo al corazón del enemigo; Sin embargo, justo en ese momento la barrera se rompe, dejando que la escena quede en completo suspenso, pues ahora todo depende un mínimo instante.

 El rayo es delgado, fino, casi debil, pero tan bien lanzado por Misty que atraviesa la coraza intacta de Phenrril y sale por la espalda, haciendo que el nordico abra su antifaz y deje ver el dolor en sus ojos, pero inmediatamente, una sonrisa roba la atención, pues, con el impulso, la rabia y el dolor, toma su ultimo esfuerzo y lanza su brazo a la garganta del plata - Te dije que te desgarraria vivo infeliz. - Luego, su otra mano, se mueve al vientre, siempre presentando las puntas afiladas por delante, pero la diferencia del segundo ataque es la de buscar dejar clavados los filos en ese lugar, como si pretendiera quedar junto con él - Ahggg -. Es así como finalmente se extingue la vida de Misty, quien cae ante los ataques de Fenrril que lo deja tendido en el suelo, con aquellas puntas clavadas conforme la nieve se cubre de un líquido carmesí. 

Del otro lado, Pherril es cubieto por el aire helado de Asgard, que poco a poco lo va escondiendo entre los copos de nieve que caen en el bosque que llamaba hogar. Más allás, un puñado de lobos muertos completan el panorama. Una familia se habia extinguido en la guerra de Asgard y el santuario.


 

 



 
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