Hubiera querido ser una luz en tu camino
que iluminara el destino
que nos queda por recorrer.

Hubiera querido ser una flor en tu jardìn
que coloreara tu vida
con pasteles de Monet.

Hubiera querido ser bálsamo en tus dolores,
consuelo en tus aflicciones
y confidente en tu haber.

Hubiera querido ser, quien te esperara en la noche
y escuchara tus enojos, tus carajos
y pudiese comprender,
lo difìcil que en el viaje
tienes tú que recorrer.

Hubiera querido ser quien te diera un masaje
en tu espalda hoy cansada y en tus pies caminados,
cuando antes de dormir
precises de descansar.

Hubiera querido ser la musa que inspirara
algún verso o algún canto
en tu inspiración divina,
cuando escuchas el Cio.Cio.San.

Pero no fui,
me quedé sólo en la puerta
de tu corazón amado,
me quedé sólo en la puerta
del cielo al que me llevaste tantas veces
y yo te deje llegar.

Gracias por tantas cosas, gracias por escucharme,
gracias por enseñarme, lo que siente una mujer.

Aunque se me parta el alma
gracias te digo amor,
amor como en ese verso
donde te pregunto: