VIVIR EN LA LUZ
Pidamos la luz,que todo se vuelva luz en nuestros pensamientos,en nuestros sentimientos,en nuestros actos,en nuestro cuerpo físico. La luz condensa todo lo mas puro, lo mas poderoso, lo mas bello, lo mas sublime:Dios mismo.
"Dios es luz, y en él no hay tiniebla alguna". (1Juan, 1:5)
Vivamos siempre en la luz
en las regiones del ensueño
junto a la esencia divina
y sus luminosos destellos.
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Con veneración penetremos
en la pureza del cielo
seamos hijos de la luz
y de sus dominios secretos.
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Esos místicos torrentes
transparencia del cristal
de blancura de marfiles
con gran poder y santidad.
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Poder y fuerza del Altísimo
en su máximo esplendor
se manifiesta en la luz
con toda la gracia de Dios.
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Que se ensanche el corazón
y despida un resplandor
clima perfecto y brillo
simple felicidad y calor.
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Se echa a volar el espíritu
y se vuelve vaporoso
vive así en plenitud
con gran ánimo de gozo.
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Espiritual tranquilidad
un suave calor que vibra
deseos de tener siempre
a Cristo en nuestra vida.
"Porque vosotros sois hijos de la luz, hijos del día. Ninguno de nosotros pertenece a la noche ni a las tinieblas." (1 Tesalonicenses, 5:5)
LEONOR
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