“El cantar de los cantares”, de Salomón, es un libro del Antiguo Testamento que, para mi, estaba lleno de misterios. Por ello decidí investigar y reflexionar sobre su mensaje. Porque creo que tiene que ver con nuestra realidad de hoy.

Desde un principio sentí que tenia mucho que ver con mi vida, estaba seguro de que debía aprender de él y, sin embargo, no salía a la luz. Incluso, llegue a pedir a mis pastores que trabajáramos en algunos estudios bíblicos, en relación con este libro.

Finalmente, la semana pasada en la librería Peniel en Buenos aires, me tome más de dos horas para recorrer todas las góndolas, buscando material que hoy uso para compartir con vos.

Había una góndola con estudios bíblicos de cada uno de los libros del Antiguo y del Nuevo Testamento. Todos los libros de la Biblia tenían autores que se dedicaban a meditarlos profundamente.

Pero ninguno había, a simple vista, sobre el “Cantar de los Cantares”. Buscando y rebuscando encontré uno y en él apoyaré mi reflexión de hoy.

El libro se llama “Un beso para cada día”, de Jimmy Lash, publicado por Casa Creación.

Hoy vamos a trabajar si Dios lo permite, a partir del Verso 2 del capitulo 1.

Cantar de los Cantares 1:1 y 2 “Cantar de los Cantares, el cual es de Salomón”

 “ Oh, si él me besara con besos de su boca, por que mejores son tus amores que el vino”.

Si él me besara con besos de su boca, este es el clamor del espíritu de la novia, más que un deseo por el amado, es un anhelo de intimidad.

La doncella, Sulamita, novia del Mesías, es el alma individual por quién Él murió. Ella no esta satisfecha con tener una relación a la distancia, desea un contacto cercano, solamente hay besos en las relaciones cercanas, de cara a cara.  La Biblia nos dice que:

 Éxodo 33:11 “Entonces Dios habló con Moisés “panim ab panim...” (cara a cara, en idioma Hebreo).

Dios habló al pueblo de Israel en diferentes ocasiones y, de formas diversas a través de los profetas. Pero en estos últimos tiempos nos ha hablado a través de su hijo, Jesús.

¿Qué es lo que quiere decir el autor a través de este deseo de un beso?

El escritor dice –“¡Oh dice la Sulamita!, Oh digo yo desde mi corazón, Oh decís vos desde tu corazón, si él me besará con besos de su boca.”

¿Qué es exactamente un beso de parte de Dios?.

De a cuerdo con la tradición Rabínica, un beso es una palabra viviente de profecía, si habláramos en términos cristianos a partir del Nuevo Testamento, diríamos que un beso de Dios, es una palabra rhema.

¿Alguna vez has tenido la experiencia de leer o escuchar algo de la Biblia que, de repente, se convirtió en algo vivo para vos?. ¿Qué literalmente saltó de la página y supiste que era Dios hablando directo a tu corazón?, y te encontraste preguntando -¿Cómo puedo haber leído tantas veces este pasaje de la Biblia y recién hoy entender algo completamente distinto y nuevo?-.

Si has tenido esta experiencia, si esto te ha pasado alguna vez, entonces has sido besada, has sido besado por Dios.

No hay nada mejor que el contacto directo con el Creador, es el centro, la razón de toda comunicación.

Para esto fuimos creados, nosotros debemos desear este enlace directo con Dios, de la misma forma en que los Judíos piadosos han anhelado, por siglos, la venida del Mesías; esperan su venida y desean su beso.

Tenemos que decirle al pueblo de Dios, a Israel, que Él ya vino y, que los va a besar al recibirlos por fe. Jesús mismo es un beso de Dios, para Israel, para las naciones, para vos y para mi.

Las fuentes Judías, los rabinos citan con mucha frecuencia, de Deuteronomio 18 a 18 cuando comentan acerca de los besos de Dios. El texto dice:

Deuteronomio 18:17-18 “...Profeta les levantaré de medio de sus hermanos, como tú y pondré mis palabras en su boca y él les hablara todo lo que yo le mandare...”

Los rabinos concluyen que, la frase  “besos de su boca”, del verso 2° de Cantares,  refiere a la profecía. Esto es cierto solo en parte, el resto de la verdad, es que Dios levantó a un profeta mucho más grande que todos los demás, ese profeta es Jeshua, Jesús de Nazaret. Aquel que vino a hacer la voluntad del Padre y solo lo hizo, solamente habló y trabajó para hacer las cosas que vio a su Padre hacer .

Por mi parte, yo me conmoví cuando descubrí la enormidad de este beso que reclama Sulamita, me emocioné al saber el significado de lo que quería decir este beso.

Cantar de los Cantares 1:2 “¡Oh! si él me besara con besos de su boca...”

dice la Sulamita. Y yo entendí, que era el deseo de un hombre o de una mujer desesperados por un contacto cara a cara con Dios, por recibir la palabra rema que se haga carne en su vida.

Qué sepan indiscutiblemente, indubitablemente, sin ningún lugar a dudas que ese beso venia de Dios. Que esa palabra dirigida específicamente a esa persona, específicamente a vos o a mi, viene del Señor.

¿Cómo esta tu deseo de ser besado por Dios?. ¿Es tu ambición darle un beso cada día?, ¿Es tu anhelo poder estar tan cerca de Él para besarlo y que pueda besarte?.

Dios quiere darte tantos besos como puedas recibir. Los besos de Jesús dan vida.

La Biblia nos dice en  Deuteronomio 286 que, no solo de pan vivirá el hombre, sino, más bien, de todo lo que salga de la boca de Jehová. En otras palabras, vos y yo vivimos de los besos de Dios, de lo que sale de la boca del Señor.

Recibimos un beso cuando leemos la Biblia, si vos no tenes el habito de leerla, en un plan de lectura periódica, ahora yo te invito que te animes a hacerlo.

Si te hace falta este plan, escribime a: tiempodevocional@hotmail.com y te envío el plan de lectura bíblica, de modo que en un año puedas leer la Biblia completa.

Pero de nada sirve que te dispongas a leer la Biblia completa, si no estas hambrienta, sino estas hambriento de recibir besos de ese buen Dios a quién decís amar.

Es tiempo de que pensemos, ¿cuánto deseo tenemos de recibir un beso de la boca de Dios?

Te invito a que leer la palabra con un sentido de expectación, con un deseo de ser besado y confiando en la promesa que Jesús hace en Juan 10, 27.

Juan 10:27   “...mis ovejas oyen mi vos y yo las conozco, y me siguen...”.

Queridos amigos, todos estamos incluidos en Juan 10: 27.

“Mis ovejas, decía Jesús, oyen mi vos y yo las conozco y me siguen”.

Vos sos parte de la mística novia del Mesías. ¡Vos sos la Sulamita!.

Vayamos, cada uno de nosotros, a nuestro lugar de oración con la Biblia en la mano, busquemos el rostro de Jesús, nuestro novio celestial y digamos:

“ ¡Oh Señor!, si pudieras besarme con besos de tu boca”.

Una vez allí, a solas, en ese lugar secreto de oración, donde solamente están el Señor y vos. Cuando estés a solas con Él, busca con verdadero hambre su presencia.

¡Busquemos con verdadera desesperación Su contacto cara a cara!, Su contacto de corazón a corazón. “Panim ab panim “ dicen en hebreo los Judíos, cara a cara, rostro a rostro.

Yo te invito a que busques la intimidad del contacto con Dios, a que te hagas un espacio para  ponerte a solas con Él. Para que puedas levantar tus brazos al cielo, para que puedas cerrar tus ojos de la carne y abrir tus ojos espirituales y puedas decirle:

         “¡Oh Señor!, estoy desesperado por recibir un beso de tu boca. Dame la posibilidad Padre de recibir ese beso que va dirigido especialmente a mi, provéeme la oportunidad, Señor, de sentir tu presencia, de sentirme parte de tu intimidad, de considerarme una de tus ovejas, que escuchan tu palabra y que te siguen.

Bienaventurados aquellos que busquen los besos del Señor

HECTOR SPACCAROTELLA          

tiempodevocional@hotmail.com

www.puntospacca.net