Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Fraternalmente unidos
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Herramientas
 
Tiempo devocional-Hector Spaccarotella: TIBIEZA
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: hectorspaccarotella  (Mensaje original) Enviado: 03/01/2013 14:04

TIBIEZA

Todo empieza con una pregunta que le hacen a Jesús:
---Señor, ¿van a ser muchos los que van a ir al cielo? ¿O van a ser pocos?
Y Jesús les contesta con otras palabras, que no se preocupen por la cantidad de personas que van a ir al cielo, preocúpense de hacer las cosas con entusiasmo, con esfuerzo, jugándose por hacer lo que creemos correcto, no importa el precio.
Y todo lo contrario del jugarse, del esfuerzo, del entusiasmo, es la tibieza.
No hay que ser tibio. Dios no quiere tibios. A Dios no le gustan los tibios.

La tibieza puede invadir cualquier aspecto de nuestra vida.
Decíamos ayer que la tibieza puede colarse en el afecto que uno trata a su cónyuge, que ya no es como era tiempo atrás. Y ello afecta en mucho la unidad del matrimonio.
Vivimos juntos, los chicos siguen creciendo, van al colegio, las cosas siguen pasando, pero somos un matrimonio tibio.

La tibieza también se puede colar en nuestra vida cristiana.
Voy a la iglesia los domingos, pero ya no me entusiasma. “Cumplo” pero hasta ahí llego. He perdido mi primer amor, el fuego del primer tiempo de convertido.

Hubo mucha gente que comentó las reflexiones que se hablaron en el programa en esta dirección. Personas que se sintieron tocadas y revisaron su relación con Dios y con los demás, su calor como hombres y mujeres, como cristianos, como hijos de un Dios que no soporta la mediocridad.

La tibieza es una enfermedad que ataca el alma, también al amor y la pasión. Es decir debilita el amor y la pasión que yo puedo tener por algo, hace que no me juegue por algo. Debilita el entusiasmo para hacer, lo que debo hacer.
Tomás de Aquino llamó a la tibieza como "cansancio del alma".
Antes hacía las cosas con entusiasmo, con ardor: ahora me aplasté, me cansé, me adormecí. Físicamente puedo estar bien, pero me faltan las ganas de hacerlo.

Se cansó mi alma. El alma se adormeció.
La tibieza es una enfermedad que ataca el alma.

Es el espacio para el que se conforma con lo que está haciendo, y que justifica lo que no está haciendo.

Desde esta fatiga del alma terminamos aceptando todo lo que sea fácil y rechazando lo que vemos como difícil, lo que necesita esfuerzo, entrenamiento, preparación. Conversión.

Otro escritor dijo que “nunca el hombre de valor, el hombre valiente, hace lo que quiere, sino que quiere lo que hace”.
En nuestra posición de vida, evaluamos la tibieza de nuestro corazón porque hemos resignado lo que creemos hermoso en la vida, hemos dejado de buscarlo, de desearlo, de pensar que es posible.

Y con esta resignación también renunciamos a la posibilidad de ser felices, nos conformamos con menos… con mucho menos.

Lo triste es que esta enfermedad del alma no afecta solamente a individuos sino a congregaciones enteras, que terminan sumergiéndose en un gris que no es ni blanco ni negro, en una penumbra que no es ni oscuridad ni luz.

Te propongo que revises el estado de tu alma. Si estás leyendo esto que escribo es porque todavía hay tiempo de revisar y corregir rumbo.

 

HECTOR SPACCAROTELLA          

Río Gallegos

Argentina

tiempodevocional@hotmail.com

www.puntospacca.net

 



Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 10/03/2013 04:13
BENDICIONSACERDOTAL photo BENDICIONSACERDOTAL.jpg


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados