Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Fraternalmente unidos
¡ Feliz Cumpleaños estela maris !
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Herramientas
 
Mensajes De Animo: Del palacio al desierto
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 4 en el tema 
De: mujervirtuosa8  (Mensaje original) Enviado: 01/09/2011 18:19

Del palacio al desierto

Moisés tuvo que ir al desierto para poder ver la zarza arder y escuchar la voz de Dios. Pero… ¿acaso tiene algún mérito el desierto? ¡Absolutamente ninguno! Es el Gran y Sublime YO SOY quien se presentó ante el formidable líder para llamarlo y prepararlo para su misión.

Del palacio al desierto. Los cuarenta años en el desierto de Moisés transformaron su vida. Moisés no hubiera sido quien fue ni hubiera hecho lo que hizo, sin ellos.

Muchos de nosotros nos hemos tenido que quemar en las arenas de un desierto. Muchos de nosotros hoy estamos sufriendo el calor de las arenas de un desierto. No es fácil. No es agradable. A veces la angustia, el dolor, inclusive el temor; ganan terreno a la esperanza y la fe.

Sin embargo, nuestras vidas están expuestas ante nuestros semejantes. Hay personas alrededor nuestro que necesitan que alguien las saque de la esclavitud de su propio Egipto. A menos que venga alguien transformado por el Poder de Dios y abra las aguas del mar para que puedan escapar del poder del faraón de este mundo y ponerse a cobijo bajo las alas del Altísimo, eso no va a ocurrir. El pueblo de Israel no pudo salir por sí mismo. Ellos tampoco. Para eso estamos nosotros. Esa es nuestra misión.

Muchas veces nos ha tocado quemarnos en las arenas de un desierto. No es necesario protagonizar grandes epopeyas como la de Moisés. Es nuestro vecino, compañero de trabajo, el pariente… o quien menos podemos imaginarnos, quien está contemplando los pasos de nuestra vida y esperando ver la manifestación de algo de Dios en ella.

Con frecuencia cuesta asumir este hecho. A Moisés le costó. No es de extrañarse, que quienes hemos sido llamados a ser bendición entre nuestros semejantes y próximos tengamos que ir al desierto para poder ver la zarza arder y escuchar la voz de Dios. Y esto no es cosa exclusiva de quienes escribimos mensajes de ánimo. También estás incluido tú, sin importar tu posición social, económica, cultura, conocimientos, edad, tu cargo en una iglesia o en la comunidad donde vives tus días.

Hemos sido llamados tal como somos. Pero es necesario que séamos transformados por el poder de Dios. Si hoy te quemas en las arenas de un desierto, si hoy sufres y no lo entiendes, es porque has sido llevado a tu desierto. Moisés abandonó el palacio tras un asesinato. Un pecado. Si vamos a un desierto de la vida, aunque no hayamos matado a nadie, es por causa de lo mismo: la necesidad de ser apartados del pecado y transformados para la misión.

Amad@: hemos sido llamados a ser bendición de Dios en esta tierra. Aún a pesar de nosotros mismos. Con nuestros días brillantes y con nuestros días negros. Con virtudes y defectos. Cada uno de nosotros es un “Moisés” para alguien que necesita ser liberado de su esclavitud.

Moisés tuvo que ir al desierto para poder ver la zarza arder y escuchar la voz de Dios.

Autor: Luis Caccia Guerra



Primer  Anterior  2 a 4 de 4  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 4 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 01/09/2011 22:17

 

 

Gracias Mig, muy bueno,

 besitos, Ara


Respuesta  Mensaje 3 de 4 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 01/03/2013 04:49

Respuesta  Mensaje 4 de 4 en el tema 
De: Lolis Navarrete Enviado: 07/04/2013 04:52
NUMEROS 6.22 al 26 photo NUMEROS622al26_zpsf49b504e.gif


Primer  Anterior  2 a 4 de 4  Siguiente   Último  
Tema anterior  Tema siguiente
 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados