LA CRUZ…

La cruz signo de maldición desde la antigüedad, después de que Cristo se acostó en ella signo de redención y salvación, finalmente todos tenemos una cruz grande o pequeña, para algunos muy pesada, para otros ligeras lo cierto es que nunca faltan en la vidas de cada persona, puede ser una enfermedad, algún defecto, los problemas económicos y familiares.

La cruz a cuesta de todos los días nos ayuda a ser mejores porque es en el crisol del fuego donde purifica el oro, precisamente esas cruces de la vida son las que nos hacen más santos, por eso cuando Dios nos manda una cruz es mejor agradecer, ya que eso significa que Dios nos poda para dar más fruto, como cita el texto bíblico el que no cargue con su cruz y me sigua no puede ser mi discípulo.

Por eso si en tus hombros pesa una cruz, agradece porque la Vida nos hace mejor cada día y se hace necesario florecer allí en lugar que Dios nos ha plantado, a pesar de por eso Señor te ofrezco mi vida y mis miserias, en tu manos dejo mis cruces solo te pido que te quedes conmigo porque es tarde y cae la noche y solo a lado me siento seguro.

Quédate, pues, Señor, conmigo a ti solo te busco, tu amor, tu intimidad, tu corazón, tu espíritu y tu gracia. Te busco por ti mismo, porque te amo; y no te pido mas recompensa que amarte con solidez prácticamente, amarte únicamente, amarte cuanto puedo, amarte con todo mi corazón en la tierra para seguir amándote con perfección por toda la eternidad.