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Tiempo devocional-Hector Spaccarotella: DE TRAJE Y CORBATA
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De: hectorspaccarotella  (Mensaje original) Enviado: 05/07/2013 18:30

De traje y corbata

 

Uno de los cuestionamientos que permanentemente me hago es porqué las iglesias cristianas crecen tan lentamente. Incluso hay zonas (nuestra Río Gallegos, la ciudad donde vivo y muchas otras ciudades del interior de la provincia de Santa Cruz en la patagonia argentina por ejemplo) donde el crecimiento es prácticamente nulo.

Quisiera que pudiéramos darnos el permiso de pensar en esta dirección.

Como digo siempre, no necesariamente esto hará que vos coincidas con mi apreciación, es perfectamente posible que no estés de acuerdo.

Como  sea, el sólo hecho de ponerlo en voz alta me va a ayudar a arribar a conclusiones, a cuestionarme y fundamentalmente a comenzar a hacer algo para aportar al cambio.

Estoy convencido que tanto vos como yo queremos que esta realidad de quietud o de poco crecimiento no sea permanente.

Hace unos años leí un libro llamado “La Americanización de la Cristiandad” escrito por Gene Edwards.

Este escritor dice que “No hay nada que pueda prevenir una Iglesia Universal Americana
o la americanización de la cristiandad salvo el hallazgo de una expresión local, peculiar y orgánica de la iglesia
”.

Claro que no se refiere a la llamada “Iglesia Universal del Reino de Dios”, conocida popularmente como “pare de sufrir”.

Edwars habla de una iglesia cristiana con un estilo de manifestación de Estados Unidos de  Norteamericana que durante más de 100 años ha venido “colonizando” a nuestra latinoamérica.

 

¿Tiene razón de ser su visión?

 

Basta con pensar en el origen de nuestras más importantes denominaciones cristianas. De dónde toman sus dogmas y costumbres, de dónde toman sus estilos.

Creo que así como hablo de una “colonización” norteamericana a latinoamérica, también podría decir que hubo una “colonización” norteamericana a Europa luego de las dos guerras mundiales del siglo XX.

 Un cantante de rock argentino dice en una bellísima canción de los 70 que “La historia la escriben los que ganan”.

El corazón del frente aliado de la segunda guerra mundial estaba en Washington.

 

Adapto algunos comentarios de Gene Edwars:

 

Nada más concluir la peor guerra de la historia de la humanidad, Europa occidental recibió una poderosa invasión de cristianismo americano. En aquel momento el continente europeo era un pila de escombros con sus gentes saliendo a rastras de sótanos y bodegas.
Mientras los europeos se deshacían de sus despojos, alzaron la vista y vieron barcos atestados de cristianos americanos. Estados Unidos de América Llegó para evangelizar Europa occidental. Y se quedó en Europa para americanizarla.
Los cristianos americanos instalaron durante 50 años carpas colosales y estadios gigantescos... y predicaron el Evangelio a millones. Cientos de miles fueron salvos.
Europa occidental se las tuvo que ver con el evangelismo americano. La mentalidad del cristiano americano barrió Europa occidental de un extremo al otro
.

En aquellos días los cristianos europeos les dieron la bienvenida. Después de todo siempre estában sonrientes, bien peinaditos, felices y emocionados. Les construyeron escuelas bíblicas y les enseñaron su forma de pensar.
Fue americanizado el cristianismo evangélico de Europa occidental”.

 

Desde aquella época el evangelismo al estilo norteamericano se ha extendido por la mayor parte del planeta. Algo similar ha sucedido sin duda con la “americanización” de latinoamérica.

 

¿Es muy loco lo que estoy compartiendo con vos? ¿Esta costumbre de predicadores vestidos de traje y corbata es una costumbre que viene de… ¿de dónde?

¿Es nuestra usanza latinoamericana el pantalón y saco de traje?

Si vemos a través de canales cristianos internacionales a los grandes ministerios americanos, ¿no podemos comparar el estilo con lo que muchas de nuestras iglesias argentinas están copiando como modelo?

En todo caso, claro, yo soy parte de lo que ejemplifico.

De modo que no estoy criticando, solamente pienso en voz alta y te invito a pensar a vos también, es más, te invito a enojarte conmigo si fuera lo correcto a tu criterio.

Pero por favor cuestionate para crecer.

 

En Estados Unidos está gestionándose en este tiempo un movimiento llamado la iglesia emergente; estas personas se están haciendo preguntas alrededor de estos temas de los que conversamos hoy. Están motivando la formación de iglesias alternativas para el cumplimiento de lo que ellos llaman “una misión cristiana integral”.

La iglesia emergente no se ve como una iglesia institucional o como un estilo eclesial donde los miembros deciden si deben asistir a sus reuniones vestidos formalmente.

Tampoco creen que deben estar aislados de la sociedad cristiana internacional.
El énfasis de la iglesia emergente está en la creación y desarrollo de una comunidad que vive inmersa en su contexto, que adecua sus métodos de evangelización a la cultura regional sin perder de vista su misión y su fidelidad al Evangelio de Cristo.
Aunque estos conceptos son nuevos en Norteamérica, en América Latina se están practicando desde tiempo atrás. Alejando Pimentel, director de Editorial Desafío de Michigan, dice que: «El concepto del Evangelio contextualizado se está promoviendo y practicando en el continente latinoamericano desde la década de los setentas».

Nadie puede negar que la Iglesia en latinoamérica tiene una clarísima influencia de Estados Unidos de américa. Se aprecia en su estilo musical, se aprecia en la forma en que se desarrollan los cultos, puede verse inclusive en la estructura misma de los edificios y los templos. Los pentecostales, las iglesias carismáticas y las históricas están marcadas por esta influencia.
Mirá los instrumentos que forman parte del grupo de alabanza en tu iglesia. Guitarras, bajos y teclados eléctricos, baterías con tambores, bombos y platillos… ¿cuál es el origen de esta cultura musical?

Las mismas canciones que escuchamos en nuestras radios cristianas y en nuestros cultos tienen un estilo claramente foraneo.

Sin duda que la raíz no es latinoamericana.

Los instrumentos que nos identifican como pueblos son bien otros.

¿Será entonces que debiéramos incluir charangos, bombos legüeros  y guitarras criollas?

Yo me preguntaría ¿porqué no?
Pero el cambio no se observa sólo en la música, sino también en cómo se ve a la Iglesia en la sociedad. Aunque algunos cambios teológicos resultan extraños y cuestionados (como el de la teología de la prosperidad) no cabe duda de que la contextualización de la Iglesia le da un balance a esos cambios.

Sin embargo, dejame que me pregunte si la influencia de Estados unidos de América no llevó también a una completa contextualización del culto.

Esta semana disfruté también de un culto donde se cantaron los clásicos himnos evangélicos.

¿Está bien cantar utilizando un himnario? ¿o lo actual es pensar únicamente en canciones de Jesús Adrian Romero o Marcos Witt?

La actualización de la liturgia es algo más allá del cambio de himnos y coritos por música de adoración y alabanza. Es más que el cambio del órgano por el piano electrónico, y la batería, y el bajo.

Es también mucho más que el determinar cuándo es el momento de ponerse de pie o de sentarse, o cuándo hay que aplaudir acompañando la canción o cuándo levantar las manos.

Me gustaría pensar en un estilo fresco que respete las tradiciones locales, pero también que permita discutir los textos bíblicos a la luz del hombre y la mujer latinoamericanos.

Creo que ni vos ni yo tenemos dudas al pensar que las necesidades físicas, emocionales y materiales de un argentino son bien distintas que las de un habitante de New York.

Pero también es diferente el contexto entre Cuba, México y Chile por poner un ejemplo puramente latino.

He tenido la oportunidad de conocer varios países de nuestra América latina y de participar en cultos en muchas de estas ocasiones.

Tengo que decirte que lo que ví y lo que oí se parece mucho en cada nación, y se parece mucho también a lo que vemos por “Enlace” del estilo norteamericano.

Creo que la lógica de nuestras culturas regionales y la evolución de nuestra historia nos lleva a entender que un culto realizado en una iglesia del siglo XXI no puede tener la estructura de uno del siglo XIX.

Pero también me parece importantísimo pensar en que la Iglesia Cristiana debe preservar los valores y la cultura regionales.

Si leemos la forma en que Jesús predicaba, encontraremos permanentemente el estilo de recurrir a aquellos ejemplos que tenían que ver con las costumbres y la cultura local. Era la forma en que el pueblo judío del siglo I podía entender mejor la enseñanza impartida por el predicador.

Jesús les hablaba de lo de todos los días, usando ejemplos que tenían que ver con la realidad regional.

Hasta me atrevería a pensar que algunas de las razones por las que los judíos condenaron a muerte al Mesías es porque estaban demasiado aferrados a tradiciones que para la época de Jesús ya tenían 5000 años.

Y las respetaban como leyes inamovibles, cuando lo que planteaba Jesús era el ver el contexto espiritual de aquello que constituía un ciego estilo de vida.

¿Te acordás cómo se enojaba?

 

Mateo 23:23 al 30  ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y éstas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquéllas.

¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis el exterior del vaso y del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno.

¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de adentro del vaso y del plato, para que lo de afuera también quede limpio.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.

Así también vosotros, por fuera parecéis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos,  y decís: "Si nosotros hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en derramar la sangre de los profetas."

 

HECTOR SPACCAROTELLA          

tiempodevocional@hotmail.com

www.puntospacca.net

 

 

 

 



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