¿Coleccionas diamantes o piedrecitas?

“Nunca menosprecie a nadie… Guarde a cada persona cerca de su corazón, porque algún día puedes despertar y comprender que perdiste un diamante mientras estabas muy ocupado coleccionando piedras.”

(Desconozco el Autor)

Hay algo de lo que vivo muy agradecida y es de esos amigos que Dios ha puesto en mi camino y de esas personas lindas y maravillosas que me ha permitido conocer aunque tal vez no seamos amigos. Estoy totalmente convencida de que cuando alguna persona entra en mi vida es por alguna razón importante. No es meramente por casualidad o coincidencia. Vienen a mi vida para aportar y enseñarme algo que debo aprender o necesito saber.

Cada uno de mis amigos es diverso, tienes emociones, mentalidad, ideas y capacidades propias. Sin embargo todos se asemejan en algo, y es que tienen corazones hermosos. La esencia que reside dentro de su ser es pura y la reflejan en sus ojos, sonrisas, formas de actuar, hablar y pensar. Cada uno de ellos es un diamante guardado celosamente en el cofre de mi corazón. Pertenecen a una colección y edición especial, por tanto son irremplazables para mí.

Ayer sorpresivamente, recibí la visita de un amigo y una amiga. ¡Fue tan grato verlos, platicar con ellos, sentir ese cariño y poder sonreír! Este amigo hasta un regalo sorpresa me trajo y cuando lo abrí me emocione tanto, porque pude apreciar el detalle y el cariño que había puesto al querer obsequiármelo.

A veces, tengo la oportunidad de conocer personas que sin saberlo, marcan mi vida sin siquiera saberlo. En ocasiones, dejan una huella impresa y solo tuve la oportunidad de verlos una sola vez, pero fue lo suficiente como para aprender algo nuevo y descubrir una perla de sabiduría.

Por tal razón, debemos tratar de no juzgar y no dejarnos llevar tan solo por la primera impresión. Porque esa primera impresión muchas veces nos puede engañar para bien o para mal. Sin embargo no se puede negar que hay personas que desde el principio tienen una luz tan resplandeciente que traspasan la oscuridad de cualquier persona a la que se le acerquen.

¿Cuántos diamantes quizás habremos perdido por andar coleccionando piedras? Tomemos en cuenta que nunca debemos menospreciar a nadie. La vida es bien sorpresiva, un día estamos aquí y otro día estamos allá. A veces se sube y a veces se baja. Quién sabe si un día al que le tendiste la mano, sea el que te la extienda a ti en un momento de necesidad.

Coleccionemos diamantes perdurables y dejemos de estar concentrándonos en cosas vanas y superficiales. Aprendamos a descubrir quiénes forman parte de los diamantes y quiénes nos han demostrado ser hermosas piedrecitas. Ojo, que las piedras son útiles y hermosas también, pero no son iguales al diamante.

Para Dios cada uno de nosotros es un hermoso diamante. Algunos todavía estamos perfeccionándonos, por tal razón, somos un diamante en bruto, pero cuando permitimos que él nos perfeccione, vamos brillando y resaltando más.

¡Qué tengas un hermoso día!

 

Autora: Brendaliz Avilés