APRENDE A VIVIR TRANQUILA

A veces, las mujeres tendemos a ocultar nuestras emociones y nuestros sentimientos, porque no queremos salir lastimadas, porque no queremos ser la comidilla de la gente… Sin embargo, el simple hecho de ocultar lo que sentimos nos lastima emocionalmente, hasta el punto de que muchas de nosotras terminamos con depresión.

El índice de mujeres con depresión es alto. Sabemos que somos nosotras las mujeres las que sufrimos más esta etapa que los hombres, puesto que ellos, con el tipo de trabajo que tienen, con su forma de ser y con la libertad que tienen, saben deshacerse mejor de su tristeza y de su depresión. Ellos salen más que la mujer, disfrutan mejor de sus momentos libres, con sus amigos. Sin embargo, la mujer siempre está arraigada a los quehaceres del hogar, preocupada por sus hijos, por su familia sin dedicarse ese tiempo tan necesario para ella misma.

Debemos combatir esa melancolía, estrés o depresión. Debemos llenar esos espacios libres para no pensar en cosas que nos hagan hundirnos cada día más, pero sobre todas las cosas, necesitamos hablar, confiar y dialogar con la persona correcta.

No te quedes con los problemas encima, no te los guardes. Todo en esta vida tiene una solución, todo en esta vida se puede, si se busca la manera correcta de vivir y de hacer las cosas. Mira, que nuestra vida es demasiado bella como para perder el tiempo en melancolías. Si algo no sale bien, ¡pues vuelve a intentarlo una y otra vez! ¡No te quedes con ello, no te quedes con el deseo de hacerlo! La vida da muchas vueltas y el día de mañana puedes estar mejor que hoy. Vive tu presente, llénalo de amor, de buenos deseos, disfruta tu entorno y comunícate más con tu familia.

Eres mujer, eres grande y bella. Todo lo puedes, porque en ti radica la fuerza de espíritu. ¡No te dejes vencer por la apatía ni por la depresión!  ¡Saca tu yo interno y aprende a sonreír…!