Indirizzo e-mail

Password

Registrati ora!

Hai dimenticato la password?

Fraternalmente unidos
 
Novità
  Partecipa ora
  Bacheche di messaggi 
  Galleria di immagini 
 File e documenti 
 Sondaggi e test 
  Lista dei Partecipanti
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Strumenti
 
General: UNA, DOS, TRES, ¡BASTA!
Scegli un’altra bacheca
Argomento precedente  Argomento successivo
Rispondi  Messaggio 1 di 3 di questo argomento 
Da: hectorspaccarotella  (Messaggio originale) Inviato: 24/01/2015 12:48
UNA, DOS, TRES, ¡BASTA!

Fue algo relativamente leve: un pequeño robo de treinta y siete dólares. La policía y el sistema judicial lo calificaron de «robo de segundo grado». No hubo amenazas, ni hubo violencia ni sangre: sólo el arrebato de una billetera de un desprevenido transeúnte.

Sin embargo, era la tercera vez que el hombre había sido convicto de robo. Y según la ley de su país, al que comete tres veces el mismo delito lo encierran en la cárcel de por vida. Por eso condenaron a cadena perpetua a Paul Rivers, de veintiséis años de edad.

De ser primera vez, Rivers hubiera recibido, a lo sumo, una pena de un año. Tal vez aun podría salir libre bajo palabra. Pero era la tercera vez, y eso agraviaba triplemente el delito.

No nos corresponde a nosotros juzgar si una u otra ley de cualquier país es, o no, justa, pero este caso nos lleva a una reflexión espiritual. ¿Tendrá Dios, así mismo, límites en su trato con el hombre? ¿Qué hará Dios con los que no se contentan con pecar tres veces sino muchas más? ¿Hasta cuándo tolerará a los que mienten una y otra vez? ¿Qué de la lengua difamadora que en el transcurso de una vida vierte miles de calumnias? ¿Hasta dónde alcanzará la paciencia de Dios con el adúltero que continuamente repite su infidelidad? ¿Qué del hipócrita, del engañador, del ladrón, del homicida, en fin, del pecador que constantemente quebranta las leyes de Dios?

Dios es en extremo paciente, y quiere que todos los hombres se arrepientan (2 Pedro 3:9). Él siempre extenderá su perdón y su gracia, pero el pecador contumaz, aquel a quien poco le importa si altera o no su comportamiento, termina agotando la paciencia del Creador. Dios, dice la Biblia, no soportará al hombre para siempre (Génesis 6:3).

El sabio Salomón añade: «El que es reacio a las reprensiones será destruido de repente y sin remedio» (Proverbios 29:1). Dios es muy paciente, pero es peligroso poner a prueba su paciencia.

La única vía segura es arrepentirnos, sincera y profundamente, al sentir ese golpe de conciencia, y pedir, humildemente, perdón por nuestros pecados.

No hay duda de que Dios siempre está dispuesto a perdonar. Pero al pecador perdonado le advierte que no vuelva a pecar (Juan 8:11). Ser perdonado, y abandonar para siempre el pecado, es la clave salvadora.

www.conciencia.net



Primo  Precedente  2 a 3 di 3  Successivo   Ultimo  
Rispondi  Messaggio 2 di 3 di questo argomento 
Da: Dios es mi paz Inviato: 25/01/2015 01:33











Gracias a Dios por su gran misericordia y 




paciencia para con 






nosotros!Bendiciones,Araceli! 








Rispondi  Messaggio 3 di 3 di questo argomento 
Da: Lolis Navarrete Inviato: 27/01/2015 23:38


 
©2025 - Gabitos - Tutti i diritti riservati