Te cuento la experiencia que estoy viviendo estos días, espero que te inspire a alcanzar tus proyectos, esos que creías que eran sencillos, como “soplar y hacer botellas” pero ahora descubres que soplar y hacer botellas es todo un arte, una experiencia, un aprendizaje, un proceso que incluye invertir tiempos y esfuerzos.
Cuando era adolescente (hace mucho…) tocaba el acordeón, lo llevaba de aquí para allá, no me era pesado pese a ser el grande, tenía 120 bajos. Y ahora me decidí a volver a tocarlo. Consigo que alguien me preste uno por tiempo indeterminado, lo traigo a casa (UF, QUE PESADO!), me lo cargo en mis hombros, me siento, ubico mis manos como entonces, abro el fuelle, toco las teclas y botones pero la música no sale como yo pensaba. Es horrible lo que escucho! Creí que sería más fácil y en forma instantánea comienza en mi mente el proceso de las “justificaciones”: que tengo 60 años de no haber tocado, para qué si ya toco el saxo o el clarinete, si pude estar hasta ahora sin tocarlo qué sentido tiene volver a revivir el pasado. Es ahí donde me aparecen las excusas, los pretextos, evasivas que me desenfocan del objetivo.
Entonces entro en la segunda etapa, dos conversaciones opuestas me alteran: seguir o abandonar. Seguir requiere de esfuerzo, disciplina, fe, coraje, dedicación, tiempo, aprendizaje, etc. etc.; abandonar no requiere de nada. Qué hago, sigo o abandono? Fíjate que las ganas no intervienen…
La SABIDURIA MILENARIA de hoy nos ordena (manda) cuatro cosas: 1) esfuerzo (una fuerza extra), 2) valentía (coraje), 3) no tener miedo (confianza) y 4) no abandonar (proseguir, no desanimarnos). Interesante es que DIOS anhela que avancemos siempre a la conquista de nuevos objetivos y que promete su compañía en ese peregrinar detrás de alcanzarlos.
Sabes porqué muchas veces renunciaste a tus nuevos proyectos, a tus sueños? Porque te faltaba confiar en la Sabiduría Milenaria de hoy. Yo personalmente pienso re-aprender a tocar el acordeón, pagaré el precio necesario y será muy en breve. Después vamos a armar nuevos equipos de trabajo con la música que emanará de este instrumento y me llevará a una nueva dimensión en las capacitaciones empresariales: juntar música con mucha diversión.
Claro que no es fácil, el éxito no es para los que abandonan a mitad de camino ni para los que culpan a otros de sus propios errores, sino para los que enfrentan sus miedos, dudas, dificultades y entienden que las soluciones siempre están hacia adelante, los que no vuelven atrás ni para tomar envión. Gracias.
elias @ businessandswing.com