En
 los negocios, en la vida, siempre tendremos ambas miradas, las de 
arriba y las de abajo. Presta atención.  La Sabiduría Milenaria cuenta 
que los soldados romanos que crucificaron a JESUS, debían exponerlo a la
 vergüenza pública desnudándolo y quedándose con sus ropas. Eso ya 
estaba profetizado como 700 años antes, es una de las canciones del Rey 
David. Estos verdugos querían quedarse con las ropas de JESUS y se las 
sortearon entre ellos para saber a quién el azar se las entregaría.  Si 
hoy supuestamente existiesen esas prendas, cuál sería el valor de ellas,
 cuantos millones se pagarían?  Quien las tuviese seguramente alardearía
 de esas pertenencias, serían sus valores.
 
 
Pero
 la misma Sabiduría Milenaria, en el mismo momento, frente a la misma 
gente, cuenta que JESUS ora a favor de quienes lo sacrifican. Cara y 
seca de una misma moneda, una cara es la que reparten sus
 vestidos echando suertes; la otra, la última oración de Jesús antes de 
morir. Las actitudes del hombre vs los proyectos de Dios.  
 
Siempre
 caemos en el error que nos salvaríamos si tuviésemos dinero, mucho 
dinero. El dinero en abundancia se ha convertido en el foco de vida de 
muchas personas. Imagínate tener millones de millones conseguidos por el
 azar, qué vida llevarías, dónde guardarías ese dinero, cómo los 
defenderías de los que quisieran sacártelo, quienes estarían a tu lado y
 con qué intenciones? Podrías ser feliz así?  Lo confiable es imitarlo a
 JESUS, cuando también nosotros podemos perdonar a quienes no merecen el
 perdón, entonces podremos armar equipos poderosos.  Perdonar a todos 
como lo enseña el mismo Padrenuestro, es mucho más saludable en nuestras
 relaciones familiares y laborales. 
  
Entregar
 el futuro, arriesgar la vida con el azar, no es nada recomendable. El 
verdadero valor no está en las ropas sorteadas sino en tener vivo dentro
 de nuestros corazones a quien las ocupaban, al resucitado, el que tiene
 todo el poder, toda la sabiduría, entonces sí conoceríamos lo que es 
verdaderamente la felicidad y la vida abundante.
 
Elias Bajer  (elias @ businessandswing.com)