De
                                        llamados a escogidos
                                    
                                    
“Y
                                            entró el rey para ver a los
                                            convidados, y vio allí a un
                                            hombre que no
                                            estaba vestido de boda. Y le
                                            dijo: Amigo, ¿cómo entraste
                                            aquí, sin
                                            estar vestido de boda? Mas
                                            él enmudeció. Entonces el
                                            rey dijo a los que
                                            servían: Atadle de pies y
                                            manos, y echadle en las
                                            tinieblas
                                            de afuera; allí será el
                                            lloro y el crujir de
                                            dientes. Porque muchos son
                                            llamados,
                                            y pocos escogidos”.
                                        Mateo 22.11-14
                                      
                                     
                                    
 El hecho de que seas llamado
                                        no
                                        significa que vayas a ser
                                        escogido, por eso el gran
                                        desafío en la vida
                                        es pasar de una a la otra
                                        situación. 
                                        
                                        Muchos creen que por ser
                                        llamados, automáticamente, van a
                                        ser
                                        escogidos, sin embargo esto no
                                        es así ya que muchos son los
                                        llamados
                                        pero pocos los escogidos. 
                                        
                                        También necesitamos comprender
                                        que no somos excluidos, sino que
                                        nos
                                        autoexcluimos por no estar
                                        preparados frente a nuestro
                                        llamado. 
                                        
                                        La sabiduría radica en saber
                                        prepararse para nuestro llamado
                                        y hacerlo
                                        en todos los órdenes de la vida,
                                        ya que el que verdaderamente
                                        cree en
                                        su llamado, verdaderamente se
                                        prepara.  
                                    
                                       
                                      
- En lo espiritual:
                                          buscar sabiduría de parte de
                                          Dios y no solamente
                                          experiencias místicas.
                                        
 
                                       
                                      
- En lo emocional:
                                          fortalecer nuestra
                                          personalidad frente a desafíos
                                          y responsabilidades.
 
                                       
                                      
- En lo personal:
                                          establecer prioridades
                                          conforme a nuestro llamado.
 
                                       
                                      
- En la salud:
                                          cuidarnos como atletas en el
                                          descanso y la alimentación. 
 
                                       
                                      
- En lo profesional:
                                          adquirir las destrezas que
                                          necesitaremos para
                                          desarrollarnos. 
 
                                       
                                      
- En lo familiar:
                                          como
                                          equipo debemos apoyar el
                                          llamado del otro. 
 
                                       
                                    
                                     
                                    
Ponete a pensar, por un
                                        instante,
                                        cuántos llamados no fueron
                                        escogidos y quedaron en el
                                        camino por no
                                        haberse preparado o por no haber
                                        preparado el plan adecuado.
                                        
                                        Cuando se ve a alguien que se
                                        destaca en lo que hace se suele
                                        decir que
                                        es un “escogido” cuando, en
                                        realidad, es un llamado que
                                        decidió
                                        prepararse para convertirse en
                                        escogido.
                                        
                                        Recordá que el llamado depende
                                        del que llama, pero el ser
                                        escogido
                                        depende de la preparación de
                                        cada uno de los llamados.
                                        
                                        Yo bendigo tu vida para
                                          que, con la
                                          guía de Dios, frente a tu
                                          llamado te conviertas en un
                                          escogido.
                                          
                                     
                                    
                                         © 2016 –
                                            Todos
                                            los Derechos Reservados
                                            –
                                          Agradecemos que compartas este
                                          mensaje entre tus conocidos
                                          por correo
                                          electrónico y redes sociales,
                                          y conserves la integridad del
                                          texto, y
                                          mencionando su fuente y
                                          autoría.  Principios
                                            para el éxito
                                            Pastor Daniel González