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Estudios Biblicos: Miqueas cap. 4
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De: Dios es mi paz  (Mensaje original) Enviado: 06/06/2016 13:17

Miqueas 4:1 - 5

"¿Qué Dios como Tú, que proclamas juicio futuro por pecados pasados?"

Quien como Dios para proclamar sus juicios, recordemos las tres alertas en el cap:3.

Habíamos dicho que Miqueas significa, quien como Dios. 

Esto lo encontramos en los capítulos 4 y 5: Hay  declaraciones de juicio, lo más importante es la luz gloriosa, que de vez en cuando era cubierta por una nube pasajera que tapaba la luz del sol.

Profecía  para los últimos tiempos

Encontramos en el versículo 1 del cap.4

"Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa del Señor será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a correrán a él los pueblos. 

         El profeta Miqueas fue contemporáneo del profeta Isaías y que la escritura y las profecías eran muy similares. En el capítulo 4:1 el versículo uno establece un contraste con el último versículo del capítulo 3 que estudiamos en Miqueas 3:12

3:12 Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque. Habla de la destrucción de Jerusalem en los tiempos de Nabucodonosor

4:1 Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. 

 Jeremias 26:18

"Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque."

            El profeta Jeremías en el versículo 26:18, confirma esta profecía de Miqueas. El cumplimiento de la profecía tuvo lugar durante la época del rey Nabucodonosor que sitió y destruyó a Jerusalén. Se puede leer sobre esto también en el libro de Nehemías ya que cuando volvió a Jerusalén, descubrió que toda la ciudad estaba en ruinas. En el año 70, Jerusalén fue arrasada totalmente por el ejército romano liderado por Tito.

Lo que nos dice el capítulo 4, en la primera parte, es "Acontecerá en los postreros tiempos". Miqueas está hablando más allá en el tiempo que la destrucción de la ciudad de Jerusalén por Nabucodonosor, y la destrucción por Tito, tanto más allá que habla  de los días postreros.

            Esta frase "postreros tiempos" se utilizó en el Antiguo Testamento con un significado muy definido. El Señor Jesucristo lo identificó y lo llamó el "período de la Gran Tribulación", de los últimos tiempos. "Acontecerá en los postreros tiempos".

Miqueas 4:1

"Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa del Señor será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos."

            En el capítulo 2 del profeta Isaías, la palabra "montaña" o "monte" se usó literalmente, pero también en un sentido figurado, simbólico. La ciudad de Jerusalén está situada geográficamente, y siempre lo estuvo, sobre un monte. Miqueas estaba hablando de Jerusalén, y allí se encontrará el centro del reino del milenio. Jerusalén será la capital de la Tierra. Todavía no se ha cumplido la profecía de Miqueas, será cuando se cumpla la llegada del Mesías, en su Segunda Venida a esta Tierra.

Miqueas 4:2:

"Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte del Señor y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del Señor."

            Esta profecía tampoco ha sido cumplida todavía. Nuevamente queremos señalar que este capítulo, como otros capítulos proféticos, nos muestra claramente que el regreso de los judíos a la tierra de Israel es una profecía que aun no se ha cumplido. En estos días que vivimos, las naciones del mundo no van a Jerusalén para escuchar del Señor; ni tampoco la Palabra de Dios sale desde Jerusalén a toda la tierra.            Estamos convencidos que todas las profecías se cumplirán, es cierto también creemos que nos estamos acercando al fin.

En el presente, Jerusalén no es la capital espiritual del mundo, ni la Palabra de Dios está saliendo de Jerusalén para difundirse por todo el mundo. Algunas partes de las profecías se han cumplido, pero no la profecía en su totalidad.

En capítulo Miqueas 4 nos dice:

"Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces"

¿De quién habló aquí el profeta Miqueas? Miqueas se refirió al Hijo de Dios, El Señor Jesucristo. Él es el Mesías, y Él ha prometido regresar una segunda vez a la Tierra. Esta profecía todavía no se ha cumplido, porque Jesucristo todavía no ha regresado pero lo hará.

"Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos" "Y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces", esta frase está escrita en el edificio de las Naciones Unidas, pero esa entidad no ha logrado ni la paz mundial, ni ha podido evitar el derramamiento de sangre de muchos pueblos que intentaron salvar, o al menos defenderse de las agresiones de otros pueblos más fuertes. Tristemente, las Naciones Unidas no han podido unir ni fortalecer los lazos de hermandad entre las naciones, como era su proyecto inicial.

Ahora, este versículo Miqueas 4:3 anuncia:

"No alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra."

Por más que se unan las naciones tratando de llegar a la unidad, no se logrado la paz, llegado a esta situación de paz. Esto solamente ocurrirá cuando llegue a reinar el único y auténtico Príncipe de Paz, Jesucristo. Mientras tanto tenemos que reconocer que aun hoy, Él Señor no está reinando en los corazones de muchos que se dicen "cristianos".

Muchas personas piensan que habría que reducir el armamento que los países poseen, para poder sentarse y dialogar sobre la paz. Otros piensan que sólo las naciones importantes deberían tener suficiente arsenal como para poder equilibrar el poder entre las naciones; creen que eso evitaría las amenazas nucleares, y la creación de terribles armas que solo traen destrucción  todos quieren convertirse en los amos del mundo. Se gasta  mucho dinero en la prevención de las guerras, mientras crecen el hambre y la injusticia contra las mujeres, los niños; y las luchas contra tantas enfermedades, las de "siempre", y las nuevas que están apareciendo.

Cuando leemos el Sermón del Monte, en el evangelio según Mateo, capítulo 5 al 7 inclusive, el Señor se presenta como el Rey, y nos advirtió sobre su futuro reinado en la Tierra. Cuando Él reine, no necesitaremos ninguna protección. Podremos eliminar todas las medidas o demás elementos de seguridad con los que protegemos nuestras viviendas. Por supuesto estas precauciones están más que justificadas en la actualidad, ya que la inseguridad reina en todas partes. Estamos viviendo en esta clase de mundo. Como hemos visto, estas profecías no fueron escritas para nuestro tiempo presente, sino para "el tiempo postrero".

Leemos  Miqueas 4:4  l

"Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca del Señor de los ejércitos lo ha hablado."

No vemos que Israel este en paz, ni que sus habitantes viven con tranquilidad y sin preocupaciones. El miedo está presente en la vida diaria, hay inseguridad e intranquilidad. El pueblo hebreo es como un gigantesco ejército que sigue instrucciones militares a lo largo de toda su vida. Y en cualquier momento, un ciudadano puede ser llamado a ocupar su lugar en las fuerzas armadas, o sea, que la gente en Israel vive constantemente atemorizada. Eso es cierto. Porque los israelitas no están allí según el cumplimiento de la profecía, afirmación tajantemente concluida por la siguiente frase del versículo que acabamos de leer: "porque la boca del Señor de los ejércitos lo ha hablado".

Dios dijo que cuando Él los traslade a esa tierra, será para que vivan en paz y prosperidad. En la actualidad aun no están viviendo en paz.

Miqueas 4:5 dice:

"Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre del Señor, nuestro Dios eternamente y para siempre."

En el pasado, los pueblos de la Tierra, anduvieron cada uno detrás de sus propios dioses hechos de cualquier material, ya sea piedra de mucho valor, metales preciosos, maderas labradas, o pinturas artísticas. Pero en el futuro que profetizó Miqueas, todos estos pueblos que en su tiempo ignoraron y desecharon al Dios único y verdadero, todos ellos, van a vivir en pos del Nombre del Señor, nuestro Dios.

La Iglesia gloriosa



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Dios es mi paz Enviado: 06/06/2016 14:32

Miqueas 4:1 - 5

"¿Qué Dios como Tú, que proclamas juicio futuro por pecados pasados?"

Quien como Dios para proclamar sus juicios, recordemos las tres alertas en el cap:3.

Habíamos dicho que Miqueas significa, quien como Dios. 

Esto lo encontramos en los capítulos 4 y 5: Hay  declaraciones de juicio, lo más importante es la luz gloriosa, que de vez en cuando era cubierta por una nube pasajera que tapaba la luz del sol.

Profecía  para los últimos tiempos

Encontramos en el versículo 1 del cap.4

"Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa del Señor será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a correrán a él los pueblos. 

         El profeta Miqueas fue contemporáneo del profeta Isaías y que la escritura y las profecías eran muy similares. En el capítulo 4:1 el versículo uno establece un contraste con el último versículo del capítulo 3 que estudiamos en Miqueas 3:12

3:12 Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque. Habla de la destrucción de Jerusalem en los tiempos de Nabucodonosor

4:1 Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. 

 Jeremias 26:18

"Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque."

            El profeta Jeremías en el versículo 26:18, confirma esta profecía de Miqueas. El cumplimiento de la profecía tuvo lugar durante la época del rey Nabucodonosor que sitió y destruyó a Jerusalén. Se puede leer sobre esto también en el libro de Nehemías ya que cuando volvió a Jerusalén, descubrió que toda la ciudad estaba en ruinas. En el año 70, Jerusalén fue arrasada totalmente por el ejército romano liderado por Tito.

Lo que nos dice el capítulo 4, en la primera parte, es "Acontecerá en los postreros tiempos". Miqueas está hablando más allá en el tiempo que la destrucción de la ciudad de Jerusalén por Nabucodonosor, y la destrucción por Tito, tanto más allá que habla  de los días postreros.

            Esta frase "postreros tiempos" se utilizó en el Antiguo Testamento con un significado muy definido. El Señor Jesucristo lo identificó y lo llamó el "período de la Gran Tribulación", de los últimos tiempos. "Acontecerá en los postreros tiempos".

Miqueas 4:1

"Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa del Señor será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos."

            En el capítulo 2 del profeta Isaías, la palabra "montaña" o "monte" se usó literalmente, pero también en un sentido figurado, simbólico. La ciudad de Jerusalén está situada geográficamente, y siempre lo estuvo, sobre un monte. Miqueas estaba hablando de Jerusalén, y allí se encontrará el centro del reino del milenio. Jerusalén será la capital de la Tierra. Todavía no se ha cumplido la profecía de Miqueas, será cuando se cumpla la llegada del Mesías, en su Segunda Venida a esta Tierra.

Miqueas 4:2:

"Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte del Señor y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del Señor."

            Esta profecía tampoco ha sido cumplida todavía. Nuevamente queremos señalar que este capítulo, como otros capítulos proféticos, nos muestra claramente que el regreso de los judíos a la tierra de Israel es una profecía que aun no se ha cumplido. En estos días que vivimos, las naciones del mundo no van a Jerusalén para escuchar del Señor; ni tampoco la Palabra de Dios sale desde Jerusalén a toda la tierra.            Estamos convencidos que todas las profecías se cumplirán, es cierto también creemos que nos estamos acercando al fin.

En el presente, Jerusalén no es la capital espiritual del mundo, ni la Palabra de Dios está saliendo de Jerusalén para difundirse por todo el mundo. Algunas partes de las profecías se han cumplido, pero no la profecía en su totalidad.

En capítulo Miqueas 4 nos dice:

"Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces"

¿De quién habló aquí el profeta Miqueas? Miqueas se refirió al Hijo de Dios, El Señor Jesucristo. Él es el Mesías, y Él ha prometido regresar una segunda vez a la Tierra. Esta profecía todavía no se ha cumplido, porque Jesucristo todavía no ha regresado pero lo hará.

"Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos" "Y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces", esta frase está escrita en el edificio de las Naciones Unidas, pero esa entidad no ha logrado ni la paz mundial, ni ha podido evitar el derramamiento de sangre de muchos pueblos que intentaron salvar, o al menos defenderse de las agresiones de otros pueblos más fuertes. Tristemente, las Naciones Unidas no han podido unir ni fortalecer los lazos de hermandad entre las naciones, como era su proyecto inicial.

Ahora, este versículo Miqueas 4:3 anuncia:

"No alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra."

Por más que se unan las naciones tratando de llegar a la unidad, no se logrado la paz, llegado a esta situación de paz. Esto solamente ocurrirá cuando llegue a reinar el único y auténtico Príncipe de Paz, Jesucristo. Mientras tanto tenemos que reconocer que aun hoy, Él Señor no está reinando en los corazones de muchos que se dicen "cristianos".

Muchas personas piensan que habría que reducir el armamento que los países poseen, para poder sentarse y dialogar sobre la paz. Otros piensan que sólo las naciones importantes deberían tener suficiente arsenal como para poder equilibrar el poder entre las naciones; creen que eso evitaría las amenazas nucleares, y la creación de terribles armas que solo traen destrucción  todos quieren convertirse en los amos del mundo. Se gasta  mucho dinero en la prevención de las guerras, mientras crecen el hambre y la injusticia contra las mujeres, los niños; y las luchas contra tantas enfermedades, las de "siempre", y las nuevas que están apareciendo.

Cuando leemos el Sermón del Monte, en el evangelio según Mateo, capítulo 5 al 7 inclusive, el Señor se presenta como el Rey, y nos advirtió sobre su futuro reinado en la Tierra. Cuando Él reine, no necesitaremos ninguna protección. Podremos eliminar todas las medidas o demás elementos de seguridad con los que protegemos nuestras viviendas. Por supuesto estas precauciones están más que justificadas en la actualidad, ya que la inseguridad reina en todas partes. Estamos viviendo en esta clase de mundo. Como hemos visto, estas profecías no fueron escritas para nuestro tiempo presente, sino para "el tiempo postrero".

Leemos  Miqueas 4:4  l

"Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien los amedrente; porque la boca del Señor de los ejércitos lo ha hablado."

No vemos que Israel este en paz, ni que sus habitantes viven con tranquilidad y sin preocupaciones. El miedo está presente en la vida diaria, hay inseguridad e intranquilidad. El pueblo hebreo es como un gigantesco ejército que sigue instrucciones militares a lo largo de toda su vida. Y en cualquier momento, un ciudadano puede ser llamado a ocupar su lugar en las fuerzas armadas, o sea, que la gente en Israel vive constantemente atemorizada. Eso es cierto. Porque los israelitas no están allí según el cumplimiento de la profecía, afirmación tajantemente concluida por la siguiente frase del versículo que acabamos de leer: "porque la boca del Señor de los ejércitos lo ha hablado".

Dios dijo que cuando Él los traslade a esa tierra, será para que vivan en paz y prosperidad. En la actualidad aun no están viviendo en paz.

Miqueas 4:5 dice:

"Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre del Señor, nuestro Dios eternamente y para siempre."

En el pasado, los pueblos de la Tierra, anduvieron cada uno detrás de sus propios dioses hechos de cualquier material, ya sea piedra de mucho valor, metales preciosos, maderas labradas, o pinturas artísticas. Pero en el futuro que profetizó Miqueas, todos estos pueblos que en su tiempo ignoraron y desecharon al Dios único y verdadero, todos ellos, van a vivir en pos del Nombre del Señor, nuestro Dios.

La Iglesia gloriosa



 
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