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Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.
Colosenses 3:23
Mangas murciélago, raglán, dolman, abombadas, ajustadas, en mariposa, en abanico, colgantes, acampanadas; estos y muchos otros son los estilos de mangas que se han usado a través de la historia. Incluso hoy, la expresión de que alguien “tiene algo en su manga,” se refiere a una manga colgante estilo oriental que también se usaba como bolsillo; como todavía se puede ver en China y Japón en la actualidad. Las camisas de manga larga de hoy a veces se vuelven un estorbo, y para realizar alguna tarea ardua, es preciso arremangárselas a fin de realizar la tarea.
De alguna manera para muchos creyentes la idea de “trabajar duro” se ha perdido, como si el trabajo nunca debería ser extenuante. Tal perspectiva hubiera recabado una severa corrección de un fuerte trabajador como fue el apóstol Pablo. No sólo que él puso el ejemplo de alguien que lo da todo al servicio de Cristo, sino que exhortó a sus lectores a seguir su ejemplo. Debemos trabajar de corazón, y estar “firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre” (1 Corintios 15:58). No hay nada en la vida cristiana que no admita todo el trabajo arduo que queramos dar.
Hoy, de manera figurada, si acaso no de forma literal, ¡arremánguese las mangas por amor al reino de Dios!
David Jeremiah
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Es verdad, recuerdo que niña caminábamos mucho en calles de tierra con lluvia, con sol o como fuera pero íbamos a la Iglesia. Hoy tenemos taxis, remises, micros y muchas veces hay asientos vacíos en la iglesia solo porque parece que va a llover. Menos mal que El Señor es fiel y no hace de esa manera con sus hijos. Seamos fieles en todo. A arremangarse y poner manos a la obra!
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