Correio eletrónico:

Palavra-passe:

Registrar-se agora!

Esqueceu-se da palavra-passe?

Fraternalmente unidos
Feliz Aniversário Gelycaz !
 
Novidades
  Entre agora
  Painel de mensagens 
  Galeria de imagens 
 Arquivos e documentos 
 Inquéritos e Testes 
  Lista de participantes
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Ferramentas
 
General: EL BESO DEL SALVADOR
Escolher outro painel de mensagens
Assunto anterior  Assunto seguinte
Resposta  Mensagem 1 de 4 no assunto 
De: hectorspaccarotella  (Mensagem original) Enviado: 22/06/2017 11:44

Cuando hablo en una cruzada, a menudo busco en mi vocabulario palabras para expresar esa sensación sobrenatural, el momento en que Jesús apareció y cambió mi vida. Pero aún no le hago justicia. La mejor manera que he encontrado es a través de una analogía simple.

 Le digo a la gente que me sentía como si estuviera en una mesa de operaciones, frío, enojado y confundido; y Jesús fuera el cirujano, parado a lado de mí. Mi corazón estaba roto. Él, gentilmente, se acercó y cerró mis ojos; y luego abrió mi pecho, llegó a lo más profundo de mí  y sacó mi corazón. Él lo sostuvo entre sus manos, un corazón lleno de odio, ira y amargura que me consumía, el quebranto de mi pasado y la maldición que estaba destruyendo mi vida y mi alma.

Jesús lentamente tomó mi corazón, lo llevó a Sus labios y lo besó. Él lo acarició y sanó las heridas. Luego lo colocó de nuevo dentro de mi pecho y me cerró. En un instante supe que estaba mejor, que mi corazón ya no estaba roto. En ese momento supe que era una nueva creación. Tenía un corazón nuevo, un corazón de amor, compasión y arrepentimiento. Todos los sentimientos de odio y resentimiento habían desaparecido. ¡Mis pecados fueron perdonados y al fin fui libre!

Todavía lucho con las lágrimas cada vez que uso esta analogía. El momento en que Jesús vino a mi corazón y me salvó es la experiencia más amada en mi vida. Antes de ello, nadie había besado mi corazón. Era lo que más necesitaba de mi nuevo Padre.

¡Gracias, precioso Jesús!

NICKY CRUZ


Primeira  Anterior  2 a 4 de 4  Seguinte   Última  
Resposta  Mensagem 2 de 4 no assunto 
De: Dios es mi paz Enviado: 23/06/2017 17:49

Resultado de imagen para buen fin de semana

Maravillosa expresión! Jesús tomó mi corazón y lo besó...realmente El sanó nuestras heridas con ese beso en nuestro corazón. Todo fue diferente, sanaron las heridas, se borraron las cicatrices que encallecían nuestros sentimientos. Hermoso mensaje, gracias! Araceli



Resposta  Mensagem 3 de 4 no assunto 
De: Atlacath Enviado: 26/06/2017 03:39

Cuando hablo en una cruzada, a menudo busco en mi vocabulario palabras para expresar esa sensación sobrenatural, el momento en que Jesús apareció y cambió mi vida. Pero aún no le hago justicia. La mejor manera que he encontrado es a través de una analogía simple.

 Le digo a la gente que me sentía como si estuviera en una mesa de operaciones, frío, enojado y confundido; y Jesús fuera el cirujano, parado a lado de mí. Mi corazón estaba roto. Él, gentilmente, se acercó y cerró mis ojos; y luego abrió mi pecho, llegó a lo más profundo de mí  y sacó mi corazón. Él lo sostuvo entre sus manos, un corazón lleno de odio, ira y amargura que me consumía, el quebranto de mi pasado y la maldición que estaba destruyendo mi vida y mi alma.

Jesús lentamente tomó mi corazón, lo llevó a Sus labios y lo besó. Él lo acarició y sanó las heridas. Luego lo colocó de nuevo dentro de mi pecho y me cerró. En un instante supe que estaba mejor, que mi corazón ya no estaba roto. En ese momento supe que era una nueva creación. Tenía un corazón nuevo, un corazón de amor, compasión y arrepentimiento. Todos los sentimientos de odio y resentimiento habían desaparecido. ¡Mis pecados fueron perdonados y al fin fui libre!

Todavía lucho con las lágrimas cada vez que uso esta analogía. El momento en que Jesús vino a mi corazón y me salvó es la experiencia más amada en mi vida. Antes de ello, nadie había besado mi corazón. Era lo que más necesitaba de mi nuevo Padre.

¡Gracias, precioso Jesús!

NICKY CRUZ

Resposta  Mensagem 4 de 4 no assunto 
De: Atlacath Enviado: 26/06/2017 03:44
 photo Animation20gif_zpsn7gsn1ru.gif


Primeira  Anterior  2 a 4 de 4  Seguinte   Última  
Assunto anterior  Assunto seguinte
 
©2025 - Gabitos - Todos os direitos reservados