Pagina principale  |  Contatto  

Indirizzo e-mail

Password

Registrati ora!

Hai dimenticato la password?

Fraternalmente unidos
 
Novità
  Partecipa ora
  Bacheche di messaggi 
  Galleria di immagini 
 File e documenti 
 Sondaggi e test 
  Lista dei Partecipanti
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Strumenti
 
General: UN ECLIPSE DE LA FE
Scegli un’altra bacheca
Argomento precedente  Argomento successivo
Rispondi  Messaggio 1 di 1 di questo argomento 
Da: hectorspaccarotella  (Messaggio originale) Inviato: 20/04/2019 10:07

El temerario profeta Jeremías, un poderoso predicador de santidad y arrepentimiento, tenía la mente de Dios y caminaba en el temor de Dios. Sin embargo, mientras leemos Jeremías 20, encontramos a este gran hombre sufriendo un horrible eclipse de fe.

Jeremías estaba predicando en la puerta del templo cuando un sacerdote poseído por Satanás, Pasur, avanzó y lo abofeteó. Luego Pasur ordenó a sus hombres que arrastraran a Jeremías y lo pusieran en un cepo público, donde las multitudes que pasaban, se burlaban. Cuando fue liberado, Jeremías pronunció el juicio de Dios sobre Pasur y sus seguidores: “Y tú, Pasur, y todos los moradores de tu casa iréis cautivos” (Jeremías 20:6). En otras palabras: “Pasur, ¡tú y esta ciudad han caído!”

Tan pronto como esto sucedió, una oscuridad de alma descendió sobre Jeremías y él se derrumbó en desánimo. El que alguna vez fue un predicador de santidad penetrante, ahora expresaba sentimientos oscuros hacia Dios: “Señor, me engañaste. La palabra que me diste se ha vuelto un reproche y todos días soy ridiculizado. Me has abandonado, así que yo te abandono. Ya no anunciaré tu Palabra porque todas tus promesas son vacías. Mi vida y ministerio han acabado en vergüenza. Debiste haberme matado en el vientre de mi madre” (ver Jeremías 20:7-9, 17).

¿Cruzó Jeremías una línea aquí? ¿Cómo podría salir tal lenguaje de alguien que dice servir a Dios? Encontramos nuestra respuesta en el siguiente capítulo: “Palabra de Jehová que vino a Jeremías” (Jeremías 21:1). El eclipse de fe del profeta pasó y Dios no perdió el ritmo. Siempre está al tanto de los artimañas y ataques que Satanás usa contra sus sirvientes más efectivos y sabía que Jeremías soportaría. Dios entendió que el clamor de Jeremías fue producto de la confusión y el dolor; y las Escrituras dejan claro que ni por un sólo momento Dios le quitó la unción.

Es posible que hayas sentido que Dios te ha decepcionado. Ten en cuenta que el diablo está detrás de estas dudas y está absolutamente decidido a bloquear tu visión de la misericordia y la gracia de Dios. Pero acércate a tu Padre y descansa en su amor con la seguridad de que él nunca te ha abandonado.

David Wilkerson



Primo  Precedente  Senza risposta  Successivo   Ultimo  

 
©2024 - Gabitos - Tutti i diritti riservati