“Mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4). Es posible cambiar por completo tu vida y descubrir una vida de gozo y paz más allá de cualquier cosa conocida. ¡Una de las claves para hacer esto es aprender de una vez por todas que no puedes depender de otra persona para tu felicidad!

Los que se apoyan en brazo de carne están cavando pozos que no pueden contener agua. Constantemente necesitan a alguien que les dé consejos, o les dé palabras o los aliente. Pero ellos no pueden sostener estas cosas porque son cisternas rotas. Jesús dice: “El que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna” (Juan 4:14).

El Espíritu Santo lo sabe y lo ve todo y sólo Él tiene las respuestas que necesitas. Por supuesto, el consejo piadoso y los psicólogos cristianos son buenos y pueden ser muy útiles a veces, pero cualquier consejo piadoso debería llevarte a esta verdad absoluta: ¡Ningún otro ser humano puede ser tu fuente de felicidad y paz!

Hay un gran poder indescriptible que vive dentro de ti, que quiere salir de tu interior, y hay muchas, muchas escrituras que respaldan este concepto. “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” (Juan 7:37-38). “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia” (2 Pedro 1:3).

¿Es Jesús el señor de tu vida? Entonces no tienes que esperar alguna revelación especial. Estás listo para caminar en la plenitud del Espíritu desde el momento en que lo confiesas como Señor y lo sigues absolutamente. “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros” (Romanos 8:9). ¡Qué gloriosa promesa!

David Wilkerson