Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Fraternalmente unidos
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Herramientas
 
General: ALBOROTADORES DEL ESPÍRITU SANTO
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: hectorspaccarotella  (Mensaje original) Enviado: 23/09/2019 09:28

La iglesia de hoy está llena de santos silenciosos que no quieren levantar olas. ¡Después de todo, nadie quiere problemas! Pero algunos de los discípulos eran grandes alborotadores. Pablo y Silas caminaron en el poder del Espíritu y “han expuesto su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Hechos 15:26). En una ocasión, Pablo se enfrentó a una adivina y echó fuera el espíritu maligno de ella, provocando un alboroto en toda la ciudad. Los amos de esta mujer esclava arrastraron a Pablo y Silas al mercado para ser juzgados ante los magistrados de la ciudad. Luego los golpearon y los arrojaron a prisión (ver Hechos 16:16-24).

Seguramente debe haber parecido que Satanás había ganado esta batalla, pero todo el poder de Dios estaba con estos alborotadores del Espíritu Santo. “Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios… Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron” (16:25-26). Un resultado de todo esto fue que el carcelero se cayó ante los hombres y clamó: “Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?” (16:30). Después de salir de la prisión, Pablo y Silas fueron directamente a la casa de Lidia y alentaron a sus hermanos en el Señor (ver 16:40).

Pablo y Silas desafiaron sin miedo los poderes de la oscuridad y un sistema religioso muerto y corrupto. “Llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos. Y Pablo… discutió con ellos, declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo” (17:1-3). La sinagoga de Tesalónica probablemente había llevado a cabo reuniones tranquilas durante años, sin molestias. Ellos diligentemente enseñaron las Escrituras y exteriormente parecían ser muy santos. Entonces Pablo entró en escena y en sólo tres semanas de predicar el señorío de Jesús, alborotó toda esa área.

¿Alguna vez has deseado ser más ferviente en tu testimonio? ¿Satanás te ha hecho temer a los hombres? La Biblia dice: “Resistid al diablo,  y huirá de vosotros” (Santiago 4:7). “Hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza” (Efesios 6:10). Que Pablo y Silas te inspiren a ser valientes en tu testimonio de Jesús.

David Wilkerson 



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados