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General: PARABOLA DEL SAMARITANO PARTE #1
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Atlacath  (Mensaje original) Enviado: 17/02/2020 16:15

5

Una lección acerca del amor al prójimo  

 

Porque toda ley en esta sola palabra se cumple: Amaras a tu prójimo como a ti mismo.  

 

 

                                 Gálatas 5:14.

 

 

 

 

 

 

 

 

La conmovedora Historia del buen samaritano en Lucas 10:30-37 es una de las más queridas e interesantes de todas las parábolas de Jesús. Es tan conocida que se ha convertido en una referencia común de la magnificencia y gentileza del sacrificio. Llamar a alguien un buen samaritano es un cumplido noble. Pero nuestra familiaridad con esta parábola puede hacernos creer que conocemos la historia mejor de lo que realmente pensamos. Muchas personas dan por sentado que entienden exactamente de que se trata esta historia y lo que se pretende transmitir, cuando la mayoría de las veces en realidad no es así.

            La lección del buen samaritano no es solo una exhortación a ayudar a los necesitados. Sería demasiado simplista decir que la idea principal de Jesús es ser bondadosos con los extranjeros. Más bien, El conto esta historia para ilustrar hasta que punto todos nos quedamos cortos al tratar de cumplir lo que  la ley de Dios en realidad exige. A través de ella está explicando porque todas nuestras buenas obras y meritos religiosos nunca son suficientes para ganarnos el favor de Dios. Está mostrando lo que la ley realmente exige de nosotros y, por lo tanto, esta quitándoles por completo las esperanzas a las personas religiosas extremadamente escrupulosas que piensan que pueden merecer la vida eterna por seguir meticulosamente las tradiciones rabínicas, obsesionadas con las minucias de la ley de Dios e inventando como evadir los principios verdaderamente importantes y las partes difíciles de las escrituras.

            El verdadero punto de la parábola se hace evidente cuando nos fijamos en el contexto inmediato en Lucas 10. En síntesis, Jesús le está contando esta parábola a un legalista religioso pedante que estaba tratando de disminuir la fuerza de la ley de Dios con un análisis de sutilezas de la palabra prójimo.

 

Una pregunta con trampa.

 

Durante el ministerio de Jesús en galilea (la región donde El se crio), El encontró la oposición implacable de los líderes religiosos claves y sus seguidores. En Lucas 10, El envía a setenta de sus discípulos en una última misión de llevar el evangelio a las ciudades de Galilea. El sabia que los discípulos también encontrarían mucha oposición, por lo que les instruye:

Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid: Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros. Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad. (Lucas 10:10-12).

Entonces Jesús continua con algunas palabras cortantes de condena para tres ciudades especificas donde El ya había pasado una gran cantidad de tiempo durante su ministerio en galilea: Corazin, Betsaida y (la más importante) Capernaum, ciudad natal de muchos de los discípulos (Lucas 10:13-16). Sus palabras de condena a estas ciudades son algunas de las palabras más duras que jamás pronuncio Jesús.

Tal como era de esperar, este discurso profético directo enfureció aun mas a los líderes religiosos que ya se le oponían. En ese momento, un experto legal (uno de los líderes religiosos hostiles, no un abogado civil) dio un paso adelante y le formulo a Jesús una pregunta acerca de la vida eterna en un intento de atraparlo o avergonzarlo.

            Lucas registra la escena: << Y he aquí un intérprete de la ley se levanto y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo que cosa heredare la vida eterna?>> (Lucas 10:25). Las Escrituras señalan la falta de sinceridad del hombre. Esta no era una pregunta honesta de alguien que quiera aprender; era una prueba, un desafío o una estratagema para tratar de atrapar o confundir a Jesús al plantear un dilema moral o paradoja el que el abogado pensaba que no tenía alguna respuesta clara. Esta fue solo la primera de una serie de preguntas que el abogado tenía previstas y (como veremos en breve), está claro a donde iba. El quería avergonzar a Jesús e impresionar a la multitud con sus propias habilidades supuestamente superiores como un sofista legal y de aspectos teológicos delicados.       

            A pesar de la mala motivación del intérprete de la ley, la primera pregunta que planteo es una pregunta importante. De hecho, es la pregunta más grande jamás preguntada o respondida, y estaba con frecuencia en las mentes y los corazones de los que se acercaron a Jesús para aprender de Él. Es la que había en el corazón de Nicodemo cuando vino a Jesús amparado por la obscuridad en Juan 3. Es la misma pregunta del joven rico en Mateo 19. De hecho, la misma pregunta se le formulo con frecuencia a Jesús y aparece en varios lugares en los Evangelios.

            El antiguo testamento prometió la vida eterna, un reino sin fin en la que los verdaderos creyentes vivirían, en la presencia de Dios, en cumplimiento de todas las promesas divinas, Jesús mismo hablo a menudo acerca de la vida eterna, porque era la promesa central del evangelio, el mensaje que El vino a proclamar <> (Juan 3:16). Jesús afirmo cosas como: <> (Juan 11:25-26). <> (Juan 4:14). <> (Juan 5:24) y así sucesivamente.

            Los rabinos habían enseñado a los judíos que su linaje, su circuncisión, sus ceremonias y sus tradiciones eran lo que les hacia aptos para el reino eterno. Pero está claro que todavía había una sensación persistente de incertidumbre y culpa en muchos corazones, ya que la gente constantemente formulaba esta pregunta a Jesús. Sus propios corazones les acusaban y temían que a pesar de todas sus cualidades étnicas y religiosas, a pesar de lo que parecía en la superficie, eran solo superficialmente guardadores de la ley y mantenedores de una fachada. Sabían por la luz de la conciencia que no eran dignos de ser parte de ese reino.

            Esta vez, Jesús respondió a la pregunta con otra pregunta: <> (Lucas 10:26). Literalmente: ¿Cómo  lees? Jesús se refería a la keri’ at Shema, la lectura diaria en voz alta de Deuteronomio 6:4-5: << Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amaras a Jehová tu dios de todo tu corazón, y de todas tu alma, y con todas tus fuerzas>>.

            En respuesta, el abogado cito este mismo pasaje, añadiendo la última de levítico 19:18. <> (Lucas 10:27). Este era un resumen perfecto de las demandas morales de la ley. Es precisamente la misma respuesta que Jesús dio en otra ocasión en Mateo 22:37-40 cuando otro interprete de la ley le pregunto; maestro, ¿Cuál es el gran mandamiento en la ley?>> (v. 36). En ese contexto, Jesús expreso las palabras de Deuteronomio 6:5 (<>) como el primer y más grande mandamiento y Levítico 19:18 (<>) como el segundo. Luego agrego: <> (Mateo 22:40).

            Como ya he explicado, los diez mandamientos están divididos en estas mismas dos categorías. Los primeros cuatro explican lo que se admitía que es amar y honrar a Dios correctamente. Del quinto al decimo se esboza lo que es amar al prójimo. Así que todo el contenido moral de la ley se resume en estos dos simples mandamientos. El abogado en Lucas 10 consiguió exactamente lo que era recto: amar a Dios con todo su corazón y amar al prójimo como a sí mismo. Si hiciéramos estas dos cosas a la perfección, no necesitaríamos ninguna otra norma. Todos los demás mandamientos, todos los preceptos morales en el pacto mosaico, simplemente explican en detalle lo que en realidad involucra amar a Dios y al prójimo.

            Entonces Jesús le dijo al intérprete de la ley: <> (Lucas 10:28). Y añadió: << has esto, y vivirás>>. ¿Quiere vida eterna? Obedezca la ley.

Esta es similar a la respuesta de Jesús al joven rico. No es el evangelio, sino la ley. Las escrituras en otra parte afirman: <> (Romanos 3:20). De hecho, la respuesta de Jesús parece a primera vista contradecir la esencia misma de la verdad del evangelio: <> (Gálatas 2:16).

            ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué Jesús no le predico el evangelio en lugar de la ley a este hombre?

Un corazón duro.

Jesús estaba simplemente sosteniendo el espejo de la ley ante este <> en la ley para demostrarle como la ley le condenaba. Si el abogado era hombre sincero, debería haber reconocido que no amaba a Dios como debería; ni siquiera amaba a sus prójimos como debería. Inmerso en el estudio de la ley de Dios, debería haber sido quebrantado por el mensaje de la ley; haber sentido una profunda convicción. Tendría que haberse ido penitente, conscrito y humilde. Su siguiente pregunta debería haber sido algo así como: <>.

            En cambio, el apago el fuego de su conciencia con el agua del orgullo de la justicia propia.<queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?>> (Lucas 10:29), énfasis añadido).

            Quería convencer a la gente de que él era justo, aunque sabía que no lo era. Quería mantener la fachada. Este era el problema con los legalistas fariseos y otros religiosos santurrones que constantemente desafiaban a Jesús. Ellos <> (Lucas 18:9). Esta era la crítica central de Jesús a la religión de los fariseos. El les explico: <> (Lucas 16:15). En palabras del apóstol Pablo; <> (Romanos 10:3). Este legalista en particular estaba desesperado por quedar bien ante los ojos de los demás, independientemente de lo que Dios pensara de él.

            Así que en lugar de responder de la manera debida a la pregunta de Jesús, le pregunto: <<¿Y quién es mi prójimo? (Lucas 10:29).

            En primer lugar, observe que el paso por alto la parte acerca de amar a Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerza. En su lugar, quería discutir el aspecto técnico sobre la identidad del prójimo. Porque, como dice en otra parte, la interpretación rabínica tradicional y popular de Levítico 19:18 (<>) es <> (Mateo 5:43). Esto le quita toda fuerza al mandato porque si usted es libre de odiar a su enemigo, entonces no tiene la obligación de amar a alguien a quien decida considerar como enemigo. Bajo esta interpretación, no tiene obligación legal o moral de amar a alguien que realmente no quiere.

            Es obvio el propósito del intérprete de la ley. El quería enredar a Jesús en un debate acerca de quién es mi prójimo y quien no lo es. El pensó que podría <> si podía hacer una defensa convincente de la noción tradicional de que el enemigo no es nuestro <>.

            En este momento, Jesús podía simplemente haberlo despedido. Pudo haberle dicho: <> y seguir su enseñanza. Pudo haberlo dejado allí en su orgullo propio. Pero en lugar de eso, le mostro bondadosamente compasión a este hombre terco y orgulloso. Nuestro Señor esta dándonos a conocer a nosotros el mismo principio mediante una parábola. Es un precepto que el enseño y vivió: <> (Mateo 5:44).

            A pesar de que este abogado ha conseguido rechazar el intento de Cristo de traer convicción a su corazón; a pesar de que el motivo del hombre era tratar de exaltarse a sí mismo a costa de rebajar a Jesús, El Salvador le responde con bondad misericordiosa y amable. No es con la dura reprimenda que se merecía. Y le narra una historia.

            La historia que nuestro Señor le dice es una de sus parábolas más conmovedoras y poderosas. Sin duda, habría sido suficiente para hacer añicos el orgullo de cualquier sensible y espiritual buscador de la verdad. Esta es una Historia demoledora que produce inmensa convicción. No es una lección simple de etiqueta o un manual sobre la forma de ayudar a los menos afortunados (aunque sin duda tiene implicaciones tanto para la caridad como para las buenas costumbres). No es una lección para los niños acerca de cómo compartir sus juguetes y ser amables con el chico nuevo en clase. Es una historia contada a un creyente religioso, a un hombre con justicia propia, como un esfuerzo de evangelización para traerlo al verdadero sentido de su pecaminosidad y su necesidad de misericordia. (Pero profundamente religiosa). Jesús esta instando al hombre a despertar y ver cuán perdido estaba en realidad.



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De: hectorspaccarotella Enviado: 18/02/2020 12:35
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