Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Fraternalmente unidos
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 General 
 Normas de convivencia en el grupo-- 
 Lee la Biblia aquí! 
 Biblia en Power Point 
 Conoce tu Biblia 
 La Biblia en ocho versiones 
 Recursos Teológicos 
 Estudios biblicos 
 Reflexiones- Hernán 
 Selección de pasajes Bíblicos- por Hernán 
 Biografías de hombres de la Reforma protestante- Por Hernán 
 Arqueología Bíblica (por Ethel) 
 Reflexiones 
 Jaime Batista -Reflexiones 
 Tiempo devocional-Hector Spaccarotella 
 Mensajes de ánimo--Por Migdalia 
 Devocionales 
 Escritos de Patry 
 Escritos de Araceli 
 Mujer y familia- 
 Poemas y poesias 
 Música cristiana para disfrutar 
 Creaciones de Sra Sara 
 Fondos Araceli 
 Firmas hechas-Busca la tuya 
 Pide Firmas 
 Regala Gifs 
 Libros cristianos (por Ethel) 
 Panel de PPT 
 Amigos unidos-Macbelu 
 Entregas de Caroly 
 Regala Fondos 
 Texturas p/ Fondos 
 Separadores y barritas 
 Retira tu firma 
 Tutos 
 Tareas HTML 
 COMUNIDADES AMIGAS 
 
 
  Herramientas
 
General: ESTE CANTICO
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Atlacath  (Mensaje original) Enviado: 10/06/2021 01:38

Este cántico

“Que este cántico me sea por testigo...

...este cántico responderá en su cara como testigo, pues será recordado...” Deuteronomio 31:19-21

Hay jóvenes que tienen por costumbre reunir a niños que no saben mucho acerca del Señor Jesús, para hablarles de Él, especialmente los fines de semana. Les cuentan historias bíblicas, destacando las enseñanzas que contienen, y también cantan coros adaptados a su edad. ¿Qué quedará de todo ello? A los diez, doce o catorce años se habrá perdido el contacto con la mayoría de los niños. La semilla divina que fue sembrada, ¿germinará? “Este cántico… será recordado”. No es que un cántico por sí mismo sea palabra de vida; pero, mucho más que cualquier otra cosa, queda grabado en la memoria. A la hora dispuesta por Dios, éste podrá ser el medio que traiga a la memoria su Palabra.

* * *

En la esquina de una calle, en un hospital, en casa de un enfermo, unos jóvenes cantan. ¿Para qué sirve? Seguramente les agrada a las personas escuchar estos cánticos, o quizá les proporcione algún alivio, pero ¿esto es todo? “Que este cántico me sea por testigo”. Aquí también, el testimonio aportado por un cántico puede ser una verdadera ayuda. Sin embargo, sólo la predicación de la Palabra en esta circunstancia será eficaz para tocar los corazones.

* * *

Una familia se reúne para despedir a un hijo que se va de la casa por un largo período. Feliz velada durante la cual el afecto reconforta los corazones, la Palabra de Dios advierte y anima. En la oración, aquellos que se quedan y el que se va son puestos en las manos del Señor. Después, todos juntos cantan. Cánticos de la infancia y de la juventud que traen tantos recuerdos. Para terminar, un invitado propone otro cántico:

Dejarte solo obrar y marcar nuestras sendas

¡Dios de paz, Dios de amor!

Junto a Ti siempre hallar vivas y dulces prendas,

En cada nuevo albor, cada instante, Señor.

A través de los meses y de los años, “este cántico... será recordado”. Por medio de él, el joven recordará muy a menudo, ante una decisión o tentado de alejarse del camino divino, que existe Uno que conduce y que es un refugio para quien se acerca a Él (Salmo 46:1).

* * *

Moisés iba a dejar el pueblo que había tenido a cargo durante los últimos cuarenta años, y dijo a todo Israel: “Este día soy de edad de ciento veinte años; no puedo más salir ni entrar; además de esto el Señor me ha dicho: No pasarás este Jordán”. Por medio de varios discursos y exhortaciones, había llamado a las doce tribus a la obediencia y la confianza en Dios. La gran voz del legislador iba a enmudecer. ¿Qué medio podía emplear aún para tocar la conciencia y el corazón de aquella gente tan pronta a desviarse? “Ahora pues, escribíos este cántico, y enséñalo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este cántico me sea por testigo…” (Deuteronomio 31:19). Es el último mensaje, pero cuán vivificante, del fiel servidor a quien Dios, “aquel mismo día”, ordenó que subiese al monte Nebo para ser unido a su pueblo (32:49-50).

Si Israel se alejara de la ley de su Dios, como efectivamente lo hizo, este cántico respondería en su cara como testigo, pues sería recordado por la boca de sus descendientes (31:21).

* * *

Cántico de la liberación en las orillas del mar Rojo (Éxodo 15:1-21); cántico de advertencia en los campos de Moab (Números 21:17-18); cántico de la victoria de Débora (Jueces 5); humilde alabanza de Ana agradecida (1 Samuel 2:1-10); cánticos de Josafat y de su pueblo delante del enemigo (2 Crónicas 20:19-22); cántico de Ezequías mientras el holocausto se consume (2 Crónicas 29:27-28); palabras de alabanza de María (Lucas 1:46-55); himno en el aposento alto (Marcos 14:15, 26); cántico de gozo en la cárcel de Filipo (Hechos 16:25)... a través de los tiempos los rescatados cantan. Y, como cántico supremo, el cántico nuevo que se elevará eternamente alrededor del trono para alabanza del Cordero que fue inmolado:

“Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis 5:9-10).

G. A. 


© Ediciones Bíblicas - 1166 Perroy (Suiza)
Se autoriza sacar fotocopias de este folleto para uso o difusión personal. En este caso, utilizarlo en su integralidad y sin cambios.



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados