WASHINGTON, 20 de septiembre.— Ciudadanos de origen cubano, legisladores y granjeros norteamericanos realizan una campaña nacional en apoyo de cambios a la férrea política de bloqueo a Cuba, que afecta no solo a la población de la Isla, sino también a los propios estadounidenses.
La coalición organizó esta semana una llamada cumbre nacional sobre Cuba para presionar por el próximo voto congresional de una iniciativa de ley que permita ampliar los contactos familiares y económicos entre Estados Unidos y Cuba, informó Notimex.
"La cumbre muestra que una mayoría de los cubano-americanos apoya los próximos votos a favor de viajes libres, facilidades de comercio humanitario y del fin de los topes para el envío de dinero a Cuba", dijo Silvia Wilhelm, de la empresa Puentes Cubanos, de Miami.
Como parte de la campaña tuvo lugar una concentración frente al Capitolio, en la que intervinieron congresistas y representantes de productores estadounidenses que quieren comerciar con Cuba, entre otros sectores.
La Cámara de Representantes aprobó en julio por 267 votos a favor y 167 en contra una iniciativa que cumple esos tres objetivos, pero aún falta la votación en el Senado, donde hay una propuesta similar del demócrata Byron Drogan.
Se espera que la versión final de la iniciativa sea objeto de votación a finales de este mes o principios de octubre, como parte de la conferencia bicameral de gastos del Departamento del Tesoro, antes del receso de cara a los comicios de noviembre.
El presidente Bush, cuyo hermano Jeb busca la reelección como gobernador de Florida (con el apoyo de organizaciones contrarrevolucionarias asentadas en Miami), ha amenazado con vetar la iniciativa si contiene elementos para distender el bloqueo.
Sin embargo, la iniciativa de gastos de la Secretaría del Tesoro incluye el presupuesto del programa federal contra las finanzas del terrorismo, por lo que se prevé que será objeto de intensas negociaciones entre la Casa Blanca y el Congreso.
El presidente Bush fue acusado recientemente por el diario USA Today, el segundo de mayor circulación en el país, de anteponer sus necesidades políticas personales y las de su hermano Jeb a los intereses nacionales, en su política hacia Cuba.