Pagina principale  |  Contatto  

Indirizzo e-mail

Password

Registrati ora!

Hai dimenticato la password?

LA CUBA DEL GRAN PAPIYO
Felice compleanno Juanine !                                                                                           Felice compleanno NONU !
 
Novità
  Partecipa ora
  Bacheche di messaggi 
  Galleria di immagini 
 File e documenti 
 Sondaggi e test 
  Lista dei Partecipanti
 Conociendo Cuba 
 CANCION L..A 
 FIDEL CASTRO.. 
 Fotos de FIDEL 
 Los participantes más activos 
 PROCLAMA AL PUEBLO DE CUBA 
 
 
  Strumenti
 
General: Omar Linares, el mejor pelotero aficionado del mundo
Scegli un’altra bacheca
Argomento precedente  Argomento successivo
Rispondi  Messaggio 1 di 1 di questo argomento 
Da: Principe_Negro  (Messaggio originale) Inviato: 10/10/2002 03:14
Omar Linares, el mejor pelotero aficionado del mundo... 
EL IDOLO Y EL TIEMPO 
Confesiones exclusivas del astro cubano del béisbol.

Nostalgias, sueños, éxitos y frustraciones del Niño más mimado en todos los estadios de la isla, que acepta el reto de recuperar el título olímpico de béisbol como titular de la tercera base del equipo CUBA

omar4.jpg (7760 bytes)
Por: Iliana García Giraldino y Maritza Padilla Valdés
Fotos: Pablito Pildaín Rocha

Admirado y seguido constantemente por millones de personas en todo el orbe, asediado por la prensa y los ‘’cazadores de talentos’’ del profesionalismo, la estrella internacional del béisbol, el cubano Omar Linares, desea sencillamente ser uno más entre sus compatriotas, pero se lo impide una estela de hazañas deportivas que lo mantienen en la cumbre de la fama, a la que nunca aspiró y por la cual, según afirma, paga un alto precio. 

Después de varias horas de intercambio con el ídolo del béisbol amateur, en su provincia natal, Pinar del Río, comprendimos que teníamos delante a un joven modesto, retraído, ajeno a la vanagloria, poco conversador y muy firme en sus convicciones, y especialmente acorralado por el tiempo, que no le alcanza para cumplir sus deberes como atleta, padre de familia y con la gigantesca popularidad de que goza.

Constantemente consulta el reloj, se impacienta, mira a su alrededor como pidiendo auxilio cuando trata de adivinar, mirando de soslayo nuestras libretas de apuntes, cuántas preguntas más le haremos. Evidentemente no disfruta las entrevistas periodísticas...

DE LA NIÑEZ Y LAS NOSTALGIAS

Cuando Omar evoca su niñez lo hace de una forma íntima, con mucho cariño...

Siempre recuerdo cuando yo jugaba béisbol en mi pueblo natal (San Juan y Martínez), prácticamente descalzo... Era nuestro pasatiempo principal, jugaba con mi hermano Juan Carlos. Estuve luego becado en una escuela deportiva, dedicado el primer año al atletismo, en distancias cortas, y después quedé fijo en la pelota. A mi hermano le sucedió lo mismo. Nuestros años infantiles están repartidos entre esas dos especialidades.

¿Sientes nostalgia de esa etapa?

Sí, porque cuando voy a San Juan a ver a mi mamá, veo que todo ha cambiado mucho. Ya no es como antes, cuando el camino era arenoso y allí mismo jugábamos. Hoy está asfaltado. Hay vecinos que se han mudado, casas que no existen ya, y ahora no hay condiciones para jugar en aquel terrenito frente a la escuela cerca de mi casa... No voy mucho a mi tierra natal, me falta tiempo y también mi propia familia ha crecido y tengo que atenderla. Los viajes que hago allá son la ida por la vuelta.

El mejor recuerdo de entonces...

Yo pienso que la infancia es muy bonita, las amistades de uno cuando es un niño son inmensas, y nunca olvido que constantemente me iban a buscar a la casa para jugar.

¿Los equipos del barrio se disputaban por tenerte en sus filas?

Sí (sonríe), porque en aquel tiempo yo tenía dos o tres guantes, pelota y un bate... Jugaba con los grandes y era un chico, y las personas mayores iban a topar en el terreno y me metía. La primera vez que jugué béisbol tendría unos siete años.

¿En esa época soñaste alguna vez llegar a ser una estrella del béisbol?

No, sinceramente, no lo soñé nunca. Primeramente porque no fue mi intención entonces dedicarme al béisbol, después sí me entregué por entero a ese deporte. Anhelé llegar a la Serie Nacional, pensaba cómo podría lograrlo, porque soñar no cuesta nada, y es un deseo que se hizo realidad gracias a la escuela, que me dio la oportunidad de entrenarme diariamente.

LAS REDES DE LA TIMIDEZ

Al hablar sobre su carácter Omar asegura que se considera comunicativo pero aclara que no siempre tiene la oportunidad de conversar con todo el mundo. ''Si ustedes le hacen esa pregunta a otra persona les va a responder que soy algo inhibido, pero es que no tengo tiempo para hablar con todos. Es decir, en la calle atiendo a quienes se me acercan y converso un rato, pero no tanto como ellos y yo quisiéramos. Soy sereno, tímido y comprendo que a la gente que no me conoce le es difícil acercarse a mí''.

¿El mejor rasgo de tu carácter?

La sinceridad. ¿ Y el peor? El ser muy callado me impide a veces llegar a los demas.
omar1.jpg (19581 bytes) ¿Cómo son tus relaciones con Juan Carlos? 

''Muy buenas, nos respetamos y queremos muchísimo, nunca nos hemos hablado siquiera en voz alta. Pienso que es una relación muy bonita''

¿Tu mayor alegría?

Tener a la familia unida. ¿La mayor tristeza? Perder a mi padre.

Durante toda la conversación Omar habló con admiración y amor de su papá, Fidel Linares, fallecido, quien fuera una destacada figura del béisbol cubano.

LAS PREFERENCIAS DEL PREFERIDO

Omar prefiere entre las comidas a las carnes y vegetales, musicalmente hablando a la salsa, los libros policíacos, el color azul, las películas de acción, como ciudad a La Habana y para el recreo a las playas de Varadero y Cayo Coco. No fuma y toma café aunque no asiduamente.

?Te gusta el ron?

‘’Bueno, me gusta compartir, y las fiestas y el baile, cuando tengo tiempo’’.

Entre los peloteros cubanos dice que admira mucho a Luis Giraldo Casanova, Rodolfo Puente, Agustín Marquetti, Pedro Medina, Víctor Mesa, Antonio Pacheco, Orestes Kindelán y Lourdes Gurriel

Definió a algunos de ellos y en el orden colectivo:

Pacheco:

El tigre del terreno

Germán Mesa:

Una persona admirable

Casanova:

Un gran amigo

Mesa:

Una explosión dentro del béisbol

Equipo de Pinar del Río:

El conjunto de la esperanza en las victorias que siempre ha de alcanzar en el futuro

El team Cuba:

El equipo de los triunfos, de las batallas, de la agresividad. Mis aspiraciones son llegar a los próximos Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y reconquistar la tercera medalla de oro en estas competiciones, que nos faltó en Sydney, pero tenemos cuatro años para prepararnos intensamente y estamos seguros de que lo lograremos.

Venciendo su timidez, este joven corpulento, a medida que avanzaba la entrevista fue tornándose más comunicativo y su hermosa sonrisa, que no siempre está a flor de labios, comenzó a aparecer con frecuencia.

Entonces le pedimos que expresara lo que le sugerían las siguientes palabras:

Cuba:

Belleza   Béisbol: Pasión    Pinar del Río: Alegría   Prensa: Agobio

Amor:

Hermosura   Arbitro: Imparcialidad    Jonrón: Clásico   Modestia: Perdurabilidad

¿A quienes admiras más?

Lanzadores:

Rogelio García, José Ariel Contreras y Braudilio Vinent

Arbitros:

Prefiero no responder

Bateador:

Antonio Pacheco

Jugador de Cuadro:

Germán Mesa

Jardines:

Víctor Mesa

EL NIÑO OMAR

Omar integró las filas del equipo Cuba, por primera vez, a los 17 años, en 1985, bajo la dirección de José Miguel Pineda.

¿Cómo asumiste esa responsabilidad?

''Ese año yo estaba propuesto para integrar el equipo Cuba juvenil. En esos momentos entrenaban en la mañana los juveniles y en la tarde los mayores. Pineda siempre quiso que yo entrenara con el Cuba grande para poder llevarme a la Copa Intercontinental de ese año. Finalmente se decidió que pasara al team Cuba superior a tratar de cubrir un vacío que dejó Pedro José Rodríguez. Fui prácticamente sin presión, de verdad. Los directivos fueron claros conmigo, tenían confianza en mí, lo que hiciera estaba bien hecho. Yo jugaba prácticamente desde 1982 en la serie nacional, tenía ya un aval de juego en esa liga.

¿Cuándo te convenciste de que llegarías a ser una estrella del béisbol?

Yo todavía no me he convencido, porque una estrella del béisbol o de cualquier otro deporte debe pensar en eso cuando termine su carrera deportiva, no en activo, porque comienza a demeritarse él mismo.

¿Sobre la fama, qué puedes decir? ¿Te pesa? 

A mí nunca me ha gustado. Yo sé que el precio de la fama se paga con creces. Es bonita, puede ser buena o mala, y más para aquellas personas que se inician en un deporte y tienen posibilidades de llegar lejos y entonces la fama los hecha a perder. En esto el mayor culpable es el atleta que se deja llevar por ella... No es que la fama me pese, porque no la llevo encima, pero sí me cuesta, en cuanto al tiempo, a mi vida personal, en el terreno... Cada día todo el mundo espera que en mi turno al bate debe salir un jonrón, y entonces cuando no los das empiezan a correr rumores, y eso te presiona mucho. Por otra parte me siento muy bien cuando la gente en la calle me manifiesta cariño, siento alegría porque sé que el pueblo me apoya.

omar2.jpg (10711 bytes)

En el extranjero me conocen mucho. He ido a Japón, no a jugar pelota, y me reconocen, es muy agradable. No tanto la prensa, que me asedia y en ocasiones me molesta.

¿Qué tu sientes cuando el público te aclama? ¿Te has acostumbrado?

Sí, estoy acostumbrado, pero sucede que a medida que pasan los años te aclaman más y más, y si el equipo en el que juego está enrolado en finales de campeonato, el respaldo del público te llega, se siente, y experimentas una gran responsabilidad en ese momento, piensas que hay que llegar a primera, darle a la bola... es tal la presión que si fallas, como me ha pasado, cargo con un sentimiento de culpa.

¿Cuando compareces en home ¿que piensas?

Siempre estoy atento al pitcher, incluso antes de mi turno, analizo la forma en que está lanzando para ir preparado a batear.

Si logras una joya defensiva...

Me siento muy contento. Es una reacción que prácticamente está y no está en mí, porque se produce en fracciones de segundo.

Al batear un jonrón...

Me llega la satisfacción del pueblo que siempre lo espera.

Sin embargo cuando recorres las bases tras el batazo lo haces con el rostro muy serio...

Es que no encuentro motivo para reír, porque al igual que doy un jonrón me puedo ponchar dos veces también –como ha sucedido- y eso no da risa.

¿ Y si fallas con las bases llenas?

Imagínense... yo no quisiera ni volver a salir al terreno, ni a jugar, no es nada fácil.

¿Que es lo que más disfrutas del juego?

El bateo es lo que todo el mundo espera pero lo que yo más disfruto es el corrido de las bases.

Te desempeñas en la tercera base, pero ¿cuál prefieres?

A inicios de Series nacionales jugaba el campo corto, y me situaban en distintas posiciones sin una definición. Después de 1985 me quedé en tercera pero el campo corto era mi preferido. Ya no puedo decir lo mismo porque han pasado muchos años y me he especializado en tercera.

¿Nunca probaste a lanzar?

No, ni por curiosidad, porque no sería oficial y podría lesionarme el brazo...

¿Te molesta que te sigan llamando el Niño Linares?

Ese sobrenombre surgió cuando me pasaron de juveniles a mayores. El bautizo se lo debo al narrador deportivo Bobby Salamanca. No me molesta en absoluto que sigan llamándome así.

¿Y por qué el número 10 del uniforme?

''Yo empecé con el 26, después cogí el 21 y posteriormente cuando pase al equipo Vegueros sobraba un número que era el 10 y me lo dieron. Cuando me asignaron ese número no sabía que fuese tan famoso en relación con otros deportes. Mi número es el 10 por pura casualidad.

La modestia y la seriedad acompañan a Linares quien considera una gran responsabilidad ser Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) por segunda ocasión y militar del Partido Comunista de Cuba.

Al PCC ingresé hace pocos años, y anteriormente era miembro de la Unión de Jóvenes Comunistas. En el parlamento, en el primer mandato, fue como sustituir a mi papá, aunque él era delegado.

Durante tu carrera has recibido numerosos reconocimientos, ¿cuál consideras el mayor premio?

Ser campeón olímpico en dos ocasiones, y por su gran significado, el tope con los Orioles en Baltimore que ganó Cuba. Fue un gran momento, y al regreso de ese choque fuimos recibidos por el Comandante en Jefe Fidel Castro y leí un mensaje al pueblo en un acto masivo en la escalinata de la Universidad de La Habana. Además tuve que improvisar al hablar y estaba nervioso.

Conocemos como el pueblo sigue tus pasos y hemos visto a extranjeros pidiéndote consejos para los niños y jóvenes ¿Cómo te sientes sabiéndote ejemplo?

Muy contento, comprometido con todos y conmigo mismo en primer lugar, porque la disciplina está implícita en cada cosa que uno hace en la vida, diariamente. Ese ejemplo para trasmitir al pueblo sería algo muy bonito para todo ciudadano que se dedique por entero al deporte o al trabajo que realiza.

¿Te sientes reconocido y estimulado en Cuba?

Sí, plenamente.

Como deportista tu mejor momento...

Me sitúo en Cuba, primero que todo. En 1990 promedie 400 al bate en las dos etapas nacionales y posteriormente en el Mundial de Canadá sobrepase los 500. Fue un año muy completo, de grandes resultados deportivos, independientemente de las Olimpiadas de Atlanta en 1996 que terminé muy bien y en el último juego disparé tres jonrones.

DESDE LOS 14 AÑOS PRETENDEN COMPRARLO...

¿Es cierto que Omar Linares es el mejor pelotero del mundo?

El que lo dice es porque lo ve, pero yo no lo considero así.

Protestas poco a los árbitros...

Nunca le había protestado a un árbitro, hasta el año pasado, cuando me irritó un juez que fue injusto conmigo, y de verdad que lo fue. Yo diría que solamente me ha pasado tres veces, y ha sido en el 2000. Me sucedió de todo en esa temporada: me lesioné, lo cual es muy raro en mí, y caí en un slump. También tuve problemas familiares... No he perdido los estribos en el terreno pero he llegado al tope de resistencia, al límite...

¿Cuando tus compañeros se retiran te atormenta pensar que llegará algún día para ti ese momento?

Sí, me atormenta. Pienso ¿cuándo me tocará a mí?. Inclusive cuando Luis Giraldo Casanova se retiró le dije que el todavía podía jugar varios años más... Son atletas que han jugado conmigo hasta un momento y se van, pero uno sabe que tiene que seguir adelante. Del equipo de 1985 solamente quedamos Faustino Corrales y yo.

¿Qué te reprochan los aficionados?

Que falle.

¿Dentro del equipo Pinar del Río recibes tratamiento preferencial?

No me siento diferente, porque significaría tener un status por encima de los demás. El director del equipo me trata igual que al resto de los compañeros. Algunos atletas podrán pensar eso, pero no es así.

Cuéntanos de las veces que han querido comprarte los scouts para que pasaras al profesionalismo

...

La primera ocasión yo tenía 14 años, cuando jugaba con los juveniles, en Venezuela. Después casi todos los años en los que he viajado al exterior. Me han ofrecido 20, 25, 30, 40 millones de dólares, ya ni sé.

¿Sabes qué podría comprarse con 40 millones, la vida que se vive con esa fortuna?

No tengo idea y no me interesa, no me he puesto a pensar en eso. Soy fiel a mi país y a mi gente.

¿Cuál es tu opinión de los atletas que han desertado?

Ellos dieron ese paso para mejorar económicamente . Lo decidieron y eligieron esa vida. Ese es su problema. Pero lo que sí está reconocido es que son lo que son porque Cuba los entrenó, los guió en el deporte, y cualquier cosa que contradiga esto es absurdo. Cuba los formó para que pudieran llegar a ser algo en la vida, así que de lograr ellos algo deportivamente hablando, el mérito es de la isla.

Omar nunca ha deseado dejar de ser pelotero, reconoce a su padre Fidel Linares como su ejemplo de deportista; además del estadio Capitán San Luis de Pinar del Río le gusta mucho el Latinoamericano de La Habana y el Guillermón Moncada de Santiago de Cuba; nunca ha llevado sus propias estadísticas; siente nostalgia de su familia cuando viaja dentro de la isla y al extranjero, es muy disciplinado y coincide con las opiniones de que los peloteros juegan mucho y se agotan... omar3.jpg (19297 bytes)

Sobre los récords...

Me agrada alcanzar los récords impuestos por los demás, primeramente, y después sobrepasarlos. He impuesto algunos, más recientemente los 2000 hits, pero me gustaría llegar a los 400 jonrones y dejar detrás a Pacheco en imparables...

Acerca del profesionalismo...

Es lamentable que el profesionalismo esté en cualquier competición, y a estas alturas lo considero inevitable. El equipo Cuba jugó con un equipo de Grandes Ligas, los Orioles de Baltimore, con resultado de un revés y un triunfo, y se demostró la calidad del béisbol cubano. El reto de la inclusión de los profesionales lo aceptamos, y tenemos que prepararnos más, el equipo debe participar en eventos fuertes y vencer en las próximas Olimpiadas.
omar.jpg (14803 bytes) El Niño es amoroso con su familia. Considera que uno de los sacrificios mayores que le impone el béisbol es estar alejado de sus hijas y su esposa Yanelis, quien cuenta que la pequeña Samantha adora a su papá y quiere que esté siempre en casa. 

Si la mamá la lleva al estadio la niña, a pesar de ser inquieta, se comporta bien, y cuando ve a su papá por la televisión siempre dice que va a batear un jonrón...

Y así, entre la modestia y la fama, la inconformidad con sus resultados, la gloria y la ternura, transcurre el tiempo de este joven pelotero, ídolo de multitudes.

(Omar Linares, entre otras competencias, ha participado en dos Mundiales Juveniles, cinco Mundiales de Mayores, Seis Copas Intercontinentales, Juegos Centroamericanos y Panamericanos y tres Olimpiadas, Series Nacionales, Selectivas y Especiales, con impresionantes promedios ofensivos y a la defensa.)



Primo  Precedente  Senza risposta  Successivo   Ultimo  

 
©2025 - Gabitos - Tutti i diritti riservati