HISTORIA Un día que no ha podido ser establecido con certeza del año 1512, los vecinos de la villa de San Cristóbal de La Habana, se establecieron de manera definitiva junto al puerto de Carenas. Atrás quedaban los restos de dos importantes asentamientos: el primero en la costa sur; el segundo, según actas y testimonios, inclinan a acoger que debió estar a la altura del actual barrio de Puentes Grandes, denominado Pueblo Viejo, junto a los rápidos que forman el actual río Almendares. La Villa de San Cristóbal de La Habana fue fundada en 1519 en un lugar donde, de acuerdo con la tradición, existió una corpulenta ceiba que cobijó bajo su sombra a los reunidos para celebrar la primera misa y el primer cabildo de la Ciudad de La Habana. Actualmente, existe en este lugar una ceiba que evoca la anterior y el Templete que fue construído en 1827 en recordación de este histórico hecho. Desde los primeros días, el enfrentamiento de los intereses políticos y económicos de la Metrópoli con las potencias europeas determinó que, como otras villas, La Habana, en 1530 y 1555, se viera incendiada y destruida por corsarios y piratas. Para defenderla de estas amenazas se edificaron Castillos, Murallas, Torres, cuyos nombres nos son familiares: La Fuerza, El Morro, La Cabaña, La Chorrera, Cojímar, La Punta, ... En el año 1553 se reconoce tácticamente a La Habana como Capital de la Isla, al autorizar la Real Audiencia de Santo Domingo a residir en ella a los gobernadores. Años después mediante Real Cédula del 20 de diciembre de 1592, se convirtió en "CIUDAD" y recibió los títulos de "Antemural de las Indias Occidentales" y "Llave del Nuevo Mundo". Posteriormente se transformó oficialmente en CAPITAL de la colonia mediante la Real Cédula del 8 de octubre de 1607. Su puerto, el más seguro del Caribe, se vió tempranamente colmado de flotas militares y comerciales, de ahí su economía inicial junto a la exportación de corambres y construcciones navales, llegando a poseer en el siglo XVII el más famoso astillero del Nuevo Mundo. En la periferia de La Habana, alcanzó la plenitud, en la primera etapa de su desarrollo, el cultivo de la caña de azúcar y las vegas de tabaco, recibiendo el producto de estas últimas, como timbre de indiscutible calidad el nombre de La Habana. Fue en La Habana donde se gestó la conspiración abolicionista de Aponte y al calor de aquella sangre tempranamente vertida se forjaron otras voluntades y florecieron inacabables rebeldías que eslabonan el proceso ascendente del desarrollo, el carácter y la personalidad política de los criollos. La Habana, geográficamente distante de los escenarios donde se libró la Guerra de los Diez Años, aportó como todo el país, elevada cuota en la lucha por la liberación nacional. El fusilamiento de los estudiantes de Medicina en 1871 ilustra, por sí solo, la violencia alcanzada por la represión colonial. Así ocurriría en lo adelante, desde los días de la Guerra Chiquita hasta los preparativos del levantamiento del 24 de Febrero de 1895. En las primeras décadas de la república mediatizada, el desarrollo del movimiento obrero y comunista cristalizará en La Habana, sede de la fundación del Primer Partido Marxista Leninista en 1925. Al desarrollo de la clase obrera correspondió paralelamente un vigoroso movimiento democrático y antimperialista que agrupaba la intelectualidad revolucionaria . Escenario privilegiado de las jornadas revolucionarias de los años treinta, la población habanera protagonizó la huelga política general que dio al traste con la dictadura Machadista. El estudiantado habanero es portador de tradición en la lucha por la democracia y la independencia. De la Universidad de la Habana salieron figuras con la estatura de Julio A. Mella y Fidel Castro, llamados a encabezar sucesivas etapas del proceso revolucionario cubano. El 8 de Enero de 1959, Fidel, con el Ejército Rebelde hace su entrada victoriosa en La Habana. A partir de ese momento, en años de avance ascendente, es posible consignar en apretada síntesis, la partida de las Brigadas de Alfabetización, la proclamación del carácter Socialista de la Revolución, la Primera y Segunda Declaración de La Habana, la celebración de los Primeros Congresos del Partido Comunista de Cuba, el XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes y la celebración de la VI Cumbre de los Países No Alineados, entre otros grandes eventos políticos, culturales y científicos. Los años de esfuerzo y trabajo han permitido que nuestra ciudad sea digna capital del Primer Estado Socialista del Continente. Ya no hay una ciudad para ricos y otra para los pobres: La Habana se remodela y crece armónicamente, se adoptan medidas eficaces para la preservación de su patrimonio cultural en especial en la rica y variada arquitectura de su trama antigua, donde la revolución ha construido innumerables museos y promueve su restauración y conservación con la participación popular.
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