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General: EL CEREBRO DE BUSH
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De: Principe_Negro  (Missatge original) Enviat: 09/09/2004 16:04

El cerebro de Bush

ROLANDO PÉREZ BETANCOURT

Por estos días se viene estrenando en distintas ciudades de los Estados Unidos un documental que lleva por título El cerebro de Bush y que es el resultado de un exitoso libro escrito hace un año por Wayne Slater y James Moore, periodistas de Texas.

Cartel de la película El cerebro de Bush.

Contrario a lo que algunos pudieran pensar, no se trata de un estudio de la parte más voluminosa del encéfalo presidencial, porción donde debiera latir el sistema nervioso y tener su sede la inteligencia. (Demostrar a esta altura de los hechos lo que muchos intuyen —pruebas mediante—, tendría escaso interés para la ciencia y, por supuesto, poca resonancia taquillera).

Pero de sesos trata el filme. Los de Karl Rove, oficialmente "un consejero", pero en certezas que desde hace rato dejaron de ser comentarios de pasillos, un verdadero copresidente con una silla de sombras instalada en la Casa Blanca.

"El hombre detrás de la cortina", "el rey Karl", "el inventor de un Presidente", "el cerebro de Bush", de todas esas formas se le llama a este consejero, de quien se asegura tiene una influencia y acción pública como nunca antes se había conocido en la historia de los Estados Unidos.

Esa es la tesis del documental: Hay un pensamiento en Washington y "tiene un plan" ("el hombre que tiene un plan", gusta llamarlo Bush), pero este no proviene de la mollera del primer mandatario. Pudiera estarse dando entonces —insinúa el filme mediante entrevistas y alegatos— la situación del ventrílocuo y su marioneta.

Karl Rove no solo ha sido el artífice de todas las campañas políticas de George W. Bush, sino también el delineante de la imagen pública y los discursos de su viejo amigo. Las pocas veces que lo ha dejado solo y sin un diseño de palabras, y el Presidente tentó los caminos de la improvisación, tuvieron lugar esos comentarios que hoy tanto pesan en el expediente: La mayoría de nuestras importaciones vienen del extranjero. O la definición de que los habitantes de Grecia son los grecianos.

Pero de Karl Rove se dice mucho más en el libro y en el filme producido y dirigido por José Mealey y Michael Paradies Shoob: Se dice que ha sido "un político despiadado, táctico y brillante", el cerebro ejecutor "de darle forma a la política de la nación".

El filme teje una trayectoria de quien se asegura nació siendo republicano, ya que desde edad temprana Rove comenzó a trabajar en la base de ese Partido y en tiempos en que muchos jóvenes de su país eran seducidos por John F. Kennedy, él era un ferviente seguidor de Nixon. En la base se destacó por su capacidad para recolectar fondos por correo y en articular sonoras campañas propagandísticas en favor de sus candidatos. Luego vendrían especialidades tales como elaborar discursos que se hicieran sensibles al elector y una facultad sin par para caerle bien a los ricos donantes. Estuvo al servicio de Bush padre y se comenta que este medió por él en un asunto espinoso de corte político, acción tras la cual el beneficiado juró fidelidad absoluta hasta el último aliento.

Pero —recuérdese la admiración por Nixon— Karl Rove ganó también fama de tramposo, principalmente en la elaboración de campañas dirigidas contra sus enemigos. Desde hace años se sospecha que fue él mismo quien plantó un micrófono en una oficina del Partido Republicano en Texas para después acusar a los demócratas durante unas elecciones gubernativas, en 1986. Igualmente se le achaca la ola de falsos rumores morales que mediante llamadas telefónicas hizo circular contra la titular Ann Richards en 1994, cuando George W. Bush aspiraba a gobernador de Texas, y el plan de desprestigio armado contra John McCain, vencedor en New Hampshire durante las primarias republicanas para la elección presidencial del 2000, un político a quien calumnió de tener una mala salud mental y una sexualidad no muy bien definida.

De ahí que cuando hace unas semanas una campaña televisual cargó lanzas contra el candidato demócrata John Kerry acusándolo de mentir acerca de su servicio militar en Viet Nam, no había que ser un mago para saber de dónde provenía la conspiración.

Karl Rove no se pone bravo cuando se le considera más un reaccionario que un conservador.

"El hombre que tiene un plan", gusta llamarlo, lleno de admiración, su Presidente.

¿Pero un plan dirigido a ganar las elecciones de noviembre, o acaso para ir contra el mundo?



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