Vientos de cambios.
Apenas a principios de los años 80 todavía vivíamos en un mundo bipolar. Hoy vivimos en un mundo polarizado. La caída del bloque “socialista” qué fue en definitiva lo que polarizo al mundo, fue concebida, sin embargo, por muchos, como los vientos de cambios.
Y de hecho aquella bipolaridad entre los bloques llevo al mundo a una aventura de creación de armas sin limites, conocida como la guerra fría. Cuando uno de los bloques enfrentados en aquella carrera armamentística se derrumbó, los más optimistas pronosticaron un mundo mejor, es decir, “dulces vientos de cambio”.
No se sabe a ciencia cierta si todos los románticos y pacifistas sabían o sospecharon qué el mundo iba rumbo a una polarización social y económica. Tal vez sí , tal vez no. Pero lo más importante es observar que muchos pensaron que el mundo al ya no tener excesivos gastos militares y sus derivados, iba haber más recursos para el desarrollo social. Es posibles qué estos fueran los vientos de cambio que se esperaban.
Pero los vientos de cambio llegaron, pero al revés. La polarización del capitalismo ha llevado a una lógica social sin procedentes qué quizás ni los más pesimistas se esperaron. Lo primero que procedió al monopolio capitalista fueron guerras sin control, para darle cabida aun control aún más feroz sobre los recursos del tercer mundo. De modo que a estas alturas la pobreza y la miseria se han acrecentado en todo el mundo. La concentración de riquezas en unas pocas manos hoy es más que antes. Y todo esto naturalmente es el resultado de la polarización social y económica que ha llevado acabo la concentración fija a la idea capitalista.
De modo que si los románticos creyeron en los vientos de cambio hacia un mundo más justo y equitativo se equivocaron. Y aún más, si vemos que en los países del viejo bloque que aun día conocieron la pobreza, hoy conocen la miseria. Si los rusos antes tenían “limitado” el uso de papel higiénico, hoy no tienen, gran parte de ellos, ni si quiera calefacción limitada. Y como dijo una vez un africano amigo mío: “ la pobreza es soportable, si se quiere, pero la miseria, jamás, aunque se quiera”. Los vientos de cambios se han dado, pero a un mundo más injusto, implementado por un capitalismo cada vez más salvaje.