Sires, socio de terroristas y candidato al Congreso
POR JEAN-GUY ALLARD
Sucesor designado del congresista Robert "Bob" Menéndez, el candidato demócrata Albio Sires tiene como brazo derecho, en su campaña para las elecciones de noviembre, a Ángel Alfonso Alemán, actualmente objeto de una investigación del FBI por ser miembro de la cúpula "norte" de la Fundación Nacional Cubano-Americana que asegura el financiamiento del terrorista Luis Posada Carriles.
De derecha a izquierda, el terrorista Alfonso Alemán, al lado del candidato demócrata Albio Sires y del cabecilla de la FNCA, ©Zona Norte짧, Abel Hernández.
Nacido en Bejucal, Cuba, hace 55 años, Sires emigró a EE.UU. con sus padres a la edad de 10 años. La familia se radicó en esa misma localidad de West New York, donde más tarde aprovechó el circuito mafioso bien implantado en esa región que siempre compitió con Miami en el apoyo a la violencia terrorista contra Cuba.
En 1995, Sires fue elegido alcalde de West New York, ciudad conocida por ser controlada por el hampa cubanoamericana que desarrolló allí una red de juego ilegal y de prostitución.
"¡SON ARMAS PARA ASESINAR A FIDEL CASTRO!"
Pronto, nombró Supervisor de Sanidad de la ciudad a Ángel Alfonso Alemán, activista de la FNCA y connotado terrorista fichado como tal por el FBI, que vio el salario normalmente atribuido a su puesto pasar bruscamente de 20 000 a 40 000 dólares.
Financiero y organizador del ataque contra el buque chipriota Mikonos, ocurrido en aguas cubanas el 2 de abril de 1993, Alemán fue el actor principal del caso del yate La Esperanza, capturado en 1997, en aguas puertorriqueñas, rumbo a Isla Margarita. Fue él quien, al darse cuenta de que los guardacostas habían descubierto fusiles de calibre 50 se puso a gritar: "¡Son armas para asesinar a Fidel Castro!"
Más tarde se supo que el complot había sido urdido por cabecillas de la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA) junto al terrorista Luis Posada Carriles y a elementos de su red venezolana.
Semanas después, en enero de 1998, uno de los cuatro tripulantes del yate, Juan Bautista Márquez, libre bajo fianza, fue arrestado por la DEA que lo acusó de la importación a EE.UU. de 365 kilogramos de cocaína, de conspiración para la importación de otros 2 000 kilogramos y de lavado de dinero.
INSPECTOR DE SANIDAD Y DE SEGURIDAD
Uno se pregunta sobre cuál "sanidad" se preocupa el "supervisor" Alemán en West New York, cuando desde hace meses actúa como ayudante personal de Sires, garantizando incluso su protección física, además de organizar las asambleas públicas del candidato mafioso.
Alemán, por supuesto, era parte de la comitiva que acompañó a Sires a Miami en marzo, cuando el político fue a recaudar fondos con sus socios de la fauna batistiana. También se encontraba a su lado hace poco en una visita al Congreso, donde se conversó el tema caliente de la inmigración ilegal y de su represión reforzada.
Socio de Bob Menéndez, Alemán es uno de los individuos del área de Union City y West New York que el FBI está ahora investigando por haber apoyado a Posada Carriles cuando organizó atentados en Cuba en 1997.
Una fuente de El Diario de Nueva York aseguró recientemente que Ángel Alfonso Alemán y su socio Oscar Rojas fueron directamente conectados con el ya fallecido Arnaldo Monzón Plasencia, connotado terrorista que fue director de la FNCA.
La actual investigación "está conectada, específicamente, con las explosiones ocurridas en Cuba entre abril y septiembre de 1997, de las que Posada Carriles admitió su responsabilidad durante una entrevista que concediera al periódico The New York Times en julio de 1998", afirma el periódico.
A SU LADO, EL DELEGADO DE ALPHA 66
En su actual tarea de "Supervisor de Sanidad", Alemán es apoyado, desde el 2005, por otro peligroso criminal, contratado como "inspector", Silverio Rodríguez. Desde 1981, este último es el delegado de Alpha 66 en Nueva Jersey.
Rodríguez fue sancionado en 1970 por traficar armas en violación de la ley de neutralidad. Participó sucesivamente en intentos de asesinatos contra el Presidente cubano, en México, España, Francia y Brasil, en ocasión de visitas hechas por el Jefe de Estado a esos países. El día primero de junio de 1995, se adjudicó el ataque armado al hotel Guitart Cayo Coco, ocurrido el día 20 del mes anterior.
Aparentemente indiferente a todos los escándalos que rodean a la mafia cubanoamericana de Miami en este momento, Sires inició su actual campaña en la primera quincena de marzo mediante un banquete de recolección de fondos en un hotel de Secaucus, en Nueva Jersey, donde invitó a los principales directivos de la FNCA "Zona Norte": individuos tales como Abel Hernández, Aracelio González, Humberto Pérez y Medardo Pérez, además de otros personajes dudosos como los empresarios Rolando Cribeiro y Alberto Rodríguez.
El propio Sires es miembro de la FNCA desde hace muchos años y participó regularmente en actividades en la Florida de este grupo que apadrina actividades de terrorismo. La candidatura de Sires a la silla por el distrito 13 de Nueva Jersey es anunciada en el sitio web del grupo.
El 21 de junio último, un ex directivo de la FNCA, José Antonio Llama, reconoció en una entrevista con los diarios The Miami Herald y El Nuevo Herald, con lujo de detalles, las acciones terroristas gestadas en Miami por esta organización anticubana en la década de los 90.
Posada reveló que financió sus operaciones terroristas durante años gracias a la FNCA, en una entrevista bien conocida que concediera al periódico The New York Times en julio de 1998.
En el 2000, Sires fue electo representante en la Cámara estatal de Nueva Jersey y en el 2002 pasó a ser speaker de este órgano.
Ahí también se ve cómo apoyó la infiltración de elementos mafiosos en el aparato gubernamental de este estado. El ex jefe de policía Alexander Oriente, sospechoso de apoyar los negocios del capo cubanoamericano José Grana en West New York, confesó en 1998 al FBI haber pagado "multas" de 2 000 dólares al mes al recaudador de fondos de Sires, René Abreu, que los exigía en su nombre.
Simultáneamente, se dedicaba a chantajear casas de juego de West New York, siempre a nombre de Sires, quien, por supuesto, juró luego ignorar el lucrativo negocio.
Para colmo, en el 2002, Abreu fue de nuevo inculpado, esta vez por fraude hipotecario, lavado de dinero y corrupción de funcionarios. El 29 de junio del 2005, este "anticastrista", como suele definirse el delincuente, fue condenado a 7 años de cárcel por el juez Joseph A. Greenaway, quien lo calificó de "puro extorsionista".
En el curso de los años, Abreu actuó también como recaudador de fondos para los políticos Robert G. Torricelli y Robert "Bob" Menéndez.
En el 2005, Sires enseñó claramente su filiación cuando apoyó públicamente, en su calidad de gobernador sustituto, a Martha Beatriz Roque, autora de la famosa frase: "Me da lo mismo si los yankis invaden a Cuba", a quien calificó de patriota.
El Congreso norteamericano ya cuenta con tres eminentes representantes de la mafia terrorista cubanoamericana.
Lincoln Díaz-Balart y su hermano Mario, hijos de Rafael, el fundador de la Rosa Blanca, el primer grupo terrorista creado contra Cuba después de 1959, siempre se identificaron con los círculos extremistas de Miami.
Sobra recordar que en 1989, Lincoln Díaz-Balart incluyó en su programa electoral la liberación del terrorista internacional Orlando Bosch, que el 27 de agosto de 1994, recomendó abiertamente a la Casa Blanca permitir a los terroristas de Miami lanzar ataques contra Cuba, y que hasta reclamó, el 22 de marzo del 2004, frente a las cámaras del canal 41, "el magnicidio de Castro".
Como los hermanos Díaz-Balart, la congresista Ileana Ros-Lehtinen debe su carrera, en gran parte, a este grupo de asesinos que conformó el comité paramilitar de la FNCA y cuyos miembros más furibundos hoy forman parte del Cuban Liberty Council, apadrinado por el senador Mel Martínez.
Con Albio Sires, el terrorismo cubanoamericano podrá contar, en el Capitolio, con otro aliado seguro.