comentan privadamente la información de que su padre, el dictador cubano, se encuentra en un estado de máxima gravedad y con enormes dificultades respiratorias.
Inclusive, producto de la senilidad que manifiesta Fidel Castro por la enfermedad que padece, en los momentos que muestra rasgos de cierta lucidez, se le agudiza un cuadro de depresión aguda con ataques de llantos prolongados.
Algunos dentro del círculo íntimo del dictador, esperan el desenlace inminente de su muerte y la preparación inevitable del entierro faraónico, aunque otros suponen que Raúl Castro quiera mantenerlo en vida artificial para prolongar ese culto a la personalidad del caudillo, tan  característico de los regímenes de fuerza, y a su vez dejar atrás la farsa electoral cubana del mes de enero.
El hecho de que durante la reciente visita de Hugo Chávez a Cuba no se hayan mostrado fotos ni videos del presidente venezolano con Fidel Castro, confirma con cierta lógica el estado de gravedad del dictador cubano.