Meses y meses años tras años y el pueblo sin recibir grasas para sus comidas. Esto provocó en muchos hogares, y esto quien lo escucha a lo mejor no lo puede creer, trastornos digestivos y constipación severa, al extremo de llegar a la oclusión intestinal y a otras enfermedades provocadas por la misma falta de lubricación.
Igual sucedió con la leche para los niños. Se le asignó un litro diario, y eso para los menores de 7 años para toda la vida, y a las dietas médicas.
A estas se les vende un litro una semana y dos la otra, es decir que un litro a la semana, no alcanza para satisfacer las necesidades de un enfermo, pero para esto tienes que tener un padecimiento de úlcera gástrica o tener cáncer, y todo por prescripción facultativa, y varias firmas autorizadas.
Los niños mayores de siete años y el resto de la población no pueden consumir leche de vaca ni ningún alimento lácteo.