La carne de res, así como otras carnes un buen día pasó a la mesa de la nomenclatura gobernante, y al turismo extranjero.
Después de la despenalización del dólar la carne de res se comenzó a comercializar en divisas a precios muy elevados de acuerdo al salario del cubano, que cobra sus honorarios laborales en moneda nacional, una moneda devaluada, y se le ofertan los productos de primera necesidad en divisas.