la izquierda agotada: lo admiten ellos mismos (esto es una pagina ROJA) - LA CUBA DEL GRAN PAPIYO

Primero fue estatalista, luego socialdemócrata y recientemente inquilino de la tercera vía. Por eso cuando sus ideólogos hablan de repensar la izquierda, los más audaces intuyen un nuevo bandazo hacia la derecha. De hecho la última moda tory es definirse como centro-izquierda y enarbolar la divisa de “progresistas”. Aunque nadie en sus filas se atreve a explicar a los irakies en que consiste ese cacareado progresismo de destrucción masiva.

La manoseada cumbre de la izquierda de postín recientemente celebrada en Inglaterra bajo el sponsor de Tony Blair ha confirmado lo que ya muchos sabíamos. Que la izquierda real no existe, que es puro marketing, y que no hay oposición que se oponga. Sólo hay aspirantes a relevar a la derecha en el poder. Lo demás son cuentos o ganas de marear.

Ni Clinton, ni Solana, ni Giddens y los demás lideres mediáticos convocados en torno al brasero del patrocinador de la tercera vía han podido ocultar el tufo a funeral. Lo que se ventilaba en los salones londinenses no era un acto relanzamiento de la izquierda. Era una manifestación de impotencia. Los personajes allí presentes, en realidad, oficiaban un entierro de primera para una izquierda que ha tenido una mala vida de tercera.

Porque solamente una izquierda agotada y claudicante, sin ideas ni ética, podía protagonizar el vergonzante akelarre de respaldar olímpicamente a un anfitrión que ha secundado a sangre y fuego una guerra de ocupación y rapiña, injusta, ilegal e indigna, contra el pueblo de Irak. Pretender que un escenario así puede ser la peana de un nuevo progresismo es la prueba más pertinaz de la indigencia de esa izquierda de calendario. Una izquierda que ha dado definitivamente la espalda a cualquier atisbo de crítica radical o transformación de la sociedad.

Si para algo ha servido el cónclave británico ha sido para confirmar la obstinada derechización de esa izquierda de salón. Y para constatar que ni siquiera la fórmula de la tercera vía ha valido como atajo para llegar al poder, dejando bien claro que eso que llamamos la izquierda del sistema sólo puede aspirar a ser el caballo de refresco de la derecha cuando esta se pasa de rosca o se la ve demasiado el plumero.

EMPOTRADOS EN EL MERCADO.- En Londres se ha hablado de muchas cosas, pero casi todas banales y con el culto al mercado como referente. Peter Mandelson, uno de los gurús de la tercera vía encargado de glosar los esponsales entre la presunta izquierda y el centro lo ha dicho sin miramientos. ”Si no logramos modernizarnos, las fuerzas no controladas del mercado nos modernizarán”. Más claro, ni Bush. O sea, ser progresistas es no defraudar al mercado, que es quien marca el camino y los tiempos De ahí que ese “repensar la izquierda” signifique antes que nada empotrarse en el mercado, de la misma manera que la prensa internacional se empotró en el ejército de ocupación anglonorteamericano durante la invasión de Irak. La función crea el órgano y donde las dan las toman.

Esa ha sido la gran aportación de la “internacional progresista”. Secundar al mercado soberano. Esa es la modernidad que nos quieren vender. Puro pesebrismo. Si no puedes convencer a tu adversario, únete a él. El otro filón, verdadero leit motiv de la convocatoria, fue reflexionar sobre las mil trucos para llegar al poder. Lo que, con el sabio y experimentado consejo de gentes curtidas en mil batallas como Solana y Blair, lógicamente derivaría en constatar que tal camino está en el centro, o sea en la derecha sociológica.

Fuera de eso, poco o nada ha comentado la pleyade gauchista sobre temas de fondo como los medios de comunicación, la ciudadanía como nueva expresión de la soberanía, la globlalización de los derechos humanos, las agresivas políticas de desmantelamiento del Estado de Bienestar que lleva a cabo el SPD alemán, la flagrante vulneración del derecho internacional por EEUU y colegas, la exponencial degradación medioambiental de la economía de libre mercado, la formulación de una retrógrada Constitución europea, la aceptación de un desempleo estructural como coste de oportunidad y el inquietante horizonte de laminación del Estado de Derecho en los países industriales avanzados con la excusa de la seguridad y el terrorismo.

UNA DERECHA ZURDA.- Estamos pues ante una nueva demostración de obsolescencia de una izquierda nominal, de carnet y sobre todo mediática, que de verdadera oposición no tiene ya ni el nombre, puesto que se denomina centro-izquierda. Una izquierda de funcionarios y lebreles que han comprendido que hacer la crítica al poder o intentar reformarlo es tirar piedras contra su propio tejado. Son progresistas precisamente porque su meta es poner en valor al poder, no refutarlo.

¿Y qué significa políticamente poner en valor al poder en el capitalismo hegemónico?. Poner en valor al poder es aceptar e incluso primar, como hace la izquierda mediática, la dictadura del Ejecutivo en las democracias realmente existentes a costa de Legislativo y con la tácita sumisión del Judicial. En suma, acabar con la división de poderes que durante un tiempo sirvió de fachada legitimista al sistema. Por eso, un Aznar se permite meter a España en una guerra de agresión contra la voluntad de la opinión pública y con el único apoyo de su mayoría parlamentaria. Por eso también, el PSOE practica una política monopolista de actos consumados al margen del Parlamento con el partido en el Gobierno.

El resultado es una doctrina tándem de imparable vampirización de lo público por lo privado con réditos particulares. Antes se privatizaban empresas públicas por presunta manifiesta ineficiencia. Ahora, esas privatizaciones no sólo generan monopolios privados-gubernamentales (la acción de oro declarada ilegal por Bruselas), sino que se complementan con prejubilaciones masivas a costa de las arcas del contribuyente. Por no hablar de esos “servidores públicos” que se pasan con armas y bagajes a la empresa privada. ¿Es o no transfugismo de la peor calaña que el secretario de Estado de Industria y Energía se vaya a Red Eléctrica Española y que la directora general del Tesoro fiche de un día para otro por el banco Pastor?.

Ya lo dijo el clásico: la patria es el último refugio de los canallas.