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General: De Margarita para Doty
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De: PIPOGUSANON  (Mensaje original) Enviado: 09/10/2008 15:56
-Doty, recuerda que la polla es la pinga. Aqui te aconsejo como chuparla, recuerda que he vivido toda la vida de eso. Saludos. Margarita


Chupar una polla a un hombre es uno de los más puros placeres
en la vida. Es triste pensar que muchas mujeres no aprecian
lo divertido que puede ser. La razón es que no saben cómo
hacerlo correctamente y así no acaba por ser divertido.
Porque si lo hechas a perder, no conseguirás tu premio.
La polla no se endurecerá, el hombre no pasa un buen rato
y la mujer siente el fallo. Pero aquí vienen las buenas noticias:
es fácil aprender a ser una fabulosa chupadora de pollas.
Y voy a decirte exactamente cómo.
No tiene importancia el lugar que escojas, puede ser en
casa en la cama o aparcada en el Bulevar del Ocaso, pero busca
todo el nivel de intimidad que necesites para sentirte
relajada y cachonda. Para el propósito de este libro, digamos
que estás en un sofá. Estás con un hombre que le gusta y sabes
que a él le apetecería una buena mamada en este momento.
Deslízate en el suelo entre sus piernas y abre su bragueta.
Busca y palpa su polla. Si está caliente para ti, ya estará
dura. Si es nervioso, puede estar aún doblada en sus calzoncillos.
Mantén agarrada su polla y sube a su cara y bésale. Observa
si puedes sentir una respuesta abajo. Cualquier movimiento
es una buen signo.
Ahora sácale la polla y mira cómo está. Si está tiesa, lo
estás haciendo bien, en otro caso, aquí está el que hacer:
Sácale las pelotas. Si los pantalones están muy tirantes,
bájalos. Ahora sujeta sus pelotas en la mano izquierda
y la polla en la derecha. Apriétala poco a poco hacia abajo
en dirección a la base del mango y dispónte a chupar.
Recorre tu lengua sobre tus labios para tenerlos listos
y húmedos y mira la cara de tu hombre. El quiere mirar como
le chupas. A los hombres les gusta mirar. Ahora abre tu boca
ligeramente para atormentar y excitar a tu hombre y acércate
junto a su polla. Respira en él, sóplale con tu aliento caliente.
Saca tu lengua de nuevo y tócale, atorméntalo.
Asegurándote que tu lengua está goteante de humedad, comienza
en la base de su mango y lame hacia arriba, lentamente. Gira
tu cabeza de lado y simula morderle, suavemente colocando
tus dientes en su carne.
Humedécelo de nuevo con tu lengua y usa tu mano para esparcir
el líquido alrededor si es necesario. Una polla húmeda
se ve i suena más cachonda que una seca.
Tu izquierda entretanto está tocando sus pelotas, quizás
arañándolas ligeramente con tus uñas. Puedes también
querer buscar debajo y detrás de las pelotas para encontrar
ese área tan sensitiva justo antes del ano, o incluso pasar
tus dedos sobre su agujero muy levemente. Ya que el músculo
que causa la erección comienza ahí atrás, esto producirá
una reacción en su polla.
Después que hayas lamido su mango un montón de veces y está
todo húmedo y duro, tu hombre comenzará a retorcerse con
frustración si no comienzas a tomarlo en serio. Una rápida
mirada a su cara te hará saber cuando estás llevando las
cosas demasiado lejos. Atormentar es bueno... hasta un
punto. Un poco de experiencia chupando pollas te enseñará
cuando se ha alcanzado este punto. En uno de tus balanceos
hacia arriba con su lengua, desde la base de su mástil al
borde de su capullo, no te detengas.
Continúa tu larga, húmeda lamida sobre la punta de su polla,
insistiendo en el agujero del centro. Mantén tu lengua
en él, si puedes, pero no chupes su cabeza aún.
Ahora recorre con tu lengua el borde de su capullo, por todo
el contorno, haciendo frecuentes pases por la piel tierna
encarada hacia ti. Aquí es donde la mayoría de los hombres
son más sensibles. íPero no todos los hombres! Hay una cosa
que una buena chupadora de pollas tiene que aprender a hacer,
tan pronto como estés cómoda, que es: Hacer preguntas.
Cada hombre es único, y también su polla.
Estruja el mango y mira si brota un líquido claro. Si lo hace,
baña tu lengua en él y espárcelo. Se extenderá contigo y
parecerá fantásticamente erótico a tu compañero. Ahora,
muestra como te gusta la sustancia.
Acércate a la cabeza de la polla como si fuese un helado de
crema de chocolate y mete todo el capullo en tu boca caliente.
Manténlo allí.
Escúchale gemir. Ahora baja rápidamente y mete tanta polla
como pueda caber dentro de tu boca. No temas, no te ahogarás.
Si doblas tu cuello de la manera correcta, puedes meterla
limpiamente en tu garganta.
Permanece así, con la polla dentro de tu boca, durante un
momento. Siéntela dentro tuyo. Esto puede ser al menos
tan exquisito como tenerla en tu conejito. Crece en ti.
En este momento puedes hacer varias cosas. Esta es una de
ellas:
Deslízala hacia atrás hasta el extremo de la polla y chasquea
tu lengua contra ella. Tu hombre tendrá un hormigueo ahora,
queriendo profundizar más en tu garganta. Pero no le dejes
imponerse. Si lo hiciera, se iría en dos minutos y esto es
divertido?
Moviéndote tan rápido como el pueda aguantar (no le dejes
correrse aún), deslízate arriba y abajo por su polla como
si estuvieras follándolo. Si está muy cerca de correrse,
para, o al menos frena. Si no puedes introducirla hasta
el final, puedes engañarlo un poco usando tu mano derecha
para completar la sensación de tragártela a fondo. Parecerá
como si la hubieses metido por completo en tu boca y hasta
lo sentirá igual. Puede también deslizar tus dedos, moviéndolos
en forma de O alrededor de su mango, arriba y abajo con el
ritmo de su chupada.
Esta es otra cosa. Además de sólo meter la polla en la boca,
puedes mamarla que es bastante diferente. Hay mamadas
profundas y pequeñas y ambas sientan condenadamente bien.
Tu hombre puede tener una preferencia, no obstante, así
que observa sus reacciones.
Tomando tan sólo el capullo en tu boca, mámalo como si fuera
un pezón o un pajita. Esto le sienta tan bien al hombre, que
me pone el conejo caliente tan sólo pensar en ello. La otra
mamada es larga, profunda, en la que tomas la polla completa
y la mamas todo el tiempo hacia arriba como si fueras un aspirador
y después abajo y lo haces de nuevo, mamando hacia abajo
también.
Aquí hay una cosa importante que saber: Cualquiera de estos
movimientos sentirán bien las primeras pocas veces o más,
pero tras un rato, es como si la polla se vuelve inmune al
sentimiento. Cuando notes esto, es el momento de cambiar
al siguiente juego. No querrás que la polla se vaya a dormir.
La quieres constantemente estimulada, casi, pero sin
llegar, al punto del orgasmo.
Que es justamente donde estamos ahora. Tienes una furiosa
erección en tu mano derecha y unas pelotas algo tensas en
tu izquierda. Echate atrás y obsérvalo, no es bello? Lleva
tu mano derecha a la base de la polla y aprieta allí. Esto
provocará que el mango se llene y espese, y ahora el capullo
estará brillante y suave. Continúa manteniendo la polla
en tu boca y chupa y prueba todos tus movimientos variados
hasta que sepas que el hombre no puede soportar más y va a
dispararse.
Lo que hagas ahora es entre tú y tu amante. Personalmente,
yo prefiero observar el disparo. Me proporciona imágenes
para mis sueños húmedos y además, es emocionante ver la
leche a borbotones. Es asombroso cuanta cosa sale y lo lejos
que llega el disparo. Si quieres mirar, lo sentirás venir
con su mano derecha y sabrás cuando apartarte. Puede incluso
intentar coger algo con tu lengua si eres rápida. Puedes
querer tragarlo, algunas muchachas lo hacen, y a montones
de chicos les gusta que se lo traguen. Ten cuidado de retroceder
un poco cuando estalle o si no te atragantarás y esto no es
muy romántico. Cógelo en tu boca, manténlo allí y después
lo tragas.
Otra solución, y esta también es bonita, salvo que estés
haciendo el amor donde no puedas ensuciar, es dejar los
tibios, maravillosos jugos derramarse en tu boca y entonces
deslizarlos alrededor de la ya húmeda polla. La hace tan
escurridiza y deliciosa de tocar! Querrás recorrerla
con tus manos, sintiendo la polla dura hacia arriba, esparciendo
la reluciente leche sobre el capullo. Esto también crea
una estupenda imagen sensual, para ti y para tu hombre.
Ahora le has hecho a tu hombre una mamada que no olvidará.
Créeme, si sigues mis instrucciones, este tipo querrá
saber más sobre ti. He oído a los hombres que una mujer entre
cincuenta sabe como hacer una buena chupada. El resto actúa
como si fuera un gran favor. Lo que es otro punto que debo
remarcar. Si no te gusta chupar y has intentado aprender
a que te guste y todavía no funciona, no te rindas. Quizás
te guste con el tiempo. Los hombres dicen que las mujeres
mayores son mejores chupadoras.
Pero debo advertirte, hay un montón por ahí a las que nos
gusta chupar y vamos a ser una dura competencia para las
que sois tímidas. Conozco mujeres que incluso tienen orgasmos
chupando pollas.
Una nota final, esta vez para los hombres: No empujes. No
hay nada más mortal que tener un hombre empujando tu cabeza
ahí abajo. Espera. Si ella estuviera dispuesta, se pondrá
en ello, quizá no hasta la segunda vez que hagáis el amor.
Y si le das tiempo, aprenderá a gustarle. Si a ella no le gusta,
quizás si le guste a tu siguiente amante.

PD: En un gesto de generosidad, me ofrezco por si quieren practicar
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