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09/12/2010
Kabul, (dpa) – La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en el Afganistán (UNAMA) denunció hoy en un informe las endémicas prácticas que violan los derechos humanos de las mujeres y pidió al país asiático que ponga fin a esas tradiciones.
Prácticas como los matrimonios infantiles y forzados, los crímenes “de honor” o la entrega de niñas como regalo para solucionar disputas “están muy extendidas, en diferente grado, en todas las comunidades, urbanas y rurales, y entre todos los grupos étnicos” y “han empeorado por más de 30 años de inseguridad y pobreza”, dijo el director de la UNAMA, Georgette Gagnon, en una rueda de prensa.
Las costumbres están enraizadas en puntos de vista discriminatorios y creencias sobre el rol y la posición de la mujer en la sociedad y constituyen no sólo crímenes bajo la ley afgana, sino que también son incompatibles con la ley islámica.
Según el informe, los líderes religiosos y comunitarios en ocasiones refuerzan las costumbres invocando su propia interpretación del Islam.
La ONU hizo un llamamiento a que esto termine y condenó la incapacidad del gobierno afgano para proteger los derechos de niñas y mujeres, al tiempo que le exigió que acelere la implementación de la ley contra la violencia contra la mujer.
La situación de la mujer ha visto pocos cambios desde la expulsión de los talibanes en 2001 tras la invasión estadounidense y continúa siendo uno de los mayores retos del país, según los activistas defensores de los derechos humanos.
Según un informe de la ONU, al menos un tercio de las mujeres están expuestas a violencia física y psicológica y el 25 por ciento a violencia sexual.