Al menos cuatro personas han sido detenidas en la 
ciudad española de Pamplona, Navarra, acusadas de desórdenes públicos 
durante la nueva jornada de huelga contra los recortes económicos 
impuestos por el Gobierno español. 
Entre tanto, en el País Vasco
 desconocidos han atacado cajeros automáticos, quemado remolques y 
saboteado el metro de Bilbao (norte). 
Según la Delegación del 
Gobierno de Navarra, los detenidos en esa comunidad han pasado a 
disposición judicial y se les ha intervenido en un vehículo numeroso 
material para tirar en la calzada y pinchar ruedas de autobuses. 
Estos
 incidentes se han registrado en el inicio de la huelga general 
convocada en la comunidad autónoma Euskadi y Navarra por los sindicatos 
nacionalistas Solidaridad de los Trabajadores Vascos (ELA), Comisiones 
de Obreros Abertzales (LAB) y otras centrales minoritarias en contra de 
los recortes del Gobierno y en defensa de un sistema económico propio.
Entre
 tanto, a través de un comunicado los convocantes del paro informaron 
que la mayor repercusión de la huelga se da en Guipuzcoa (provincia del 
País Vasco), donde "el seguimiento está siendo muy generalizado", 
fundamentalmente en la industria.
Empresas guipuzcoanas como CAF,
 Indar, Niessen, Ikusi, Cementos Rezola y Unipapel son algunas de las 
que han secundado el paro, según los convocantes.
También han 
señalado que el sector público de Guipuzcoa se ha sumado a la huelga y 
no se trabaja en numerosos ayuntamientos, entre ellos el de San 
Sebastián, gobernados por la coalición española Bildu, que secunda esta 
protesta.
Se trata de la octava huelga general convocada desde el inicio de la crisis económica en España, 2007.
“Están
 atacando el empleo, las pensiones, las prestaciones sociales, los 
salarios. Está en juego todo. No sabemos lo que va a quedar en pie. Al 
miedo se le vence colectivamente”, apuntó el representante de ELA, Txiki
 Muñoz.
Los convocantes buscan un nuevo modelo socioeconómico, 
que defienda los derechos de los trabajadores ante los recortes, que han
 motivado la insatisfacción del pueblo español. 
Por su parte, 
las autoridades del Gobierno vasco han mostrado su descontento ante la 
convocatoria calificándola de "inoportuna", manifestó el portavoz Josu 
Erkoreka.