Los gastos excesivos del presidente de
Estados Unidos, Barack Obama, en el ejercicio de su cargo están bajo
escrutinio, en momentos de drásticas reducciones del presupuesto
gubernamental y recortes en los beneficios sociales.
Obama lleva una vida ajena a la mayoría de los norteamericanos y
dispone de un avión listo para salir a cualquier parte, cuando va al
estado de Florida a jugar golf, pasar vacaciones de invierno en Hawai o
de verano en costosos centros turísticos, señaló este jueves un artículo
del diario The New York Times.
Para un líder que clama por reducir el presupuesto gubernamental y
encabeza un grupo de medidas hacia la recuperación económica, los
constantes viajes presidenciales tienen un creciente costo político,
porque cada movimiento suyo cuesta dinero, en una etapa en que escasean
los fondos, señaló, por su parte, el diario Times.
Este miércoles, Obama salió de la Casa Blanca para asistir en
Chicago, Illinois (centro), a dos eventos de recaudación de fondos para
el Partido Demócrata con miras a las elecciones legislativas de
noviembre de 2014. El avión presidencial Air Force One gastó 180 mil
dólares por hora en su viaje a la ciudad natal del mandatario.
El mismo día, la primera dama Michelle viajó con recursos federales
al estado de Massachusetts (este) para participar en un almuerzo para el
cual los donantes pagaron hasta 37 mil 600 dólares por persona en
beneficio del Partido Demócrata.
Los viajes veraniegos de 2013 tienen lugar en momentos en que los
empleados federales sufren afectaciones por el cierre de cuatro agencias
gubernamentales desde el viernes pasado, y fueron obligados a tomar
varios días de licencias obligatorias sin remuneración por falta de
fondos.
El congresista republicano, Chris Stewart, consideró que el mandatario pide sacrificios al pueblo estadounidense pero se niega a asumir los que le corresponden, en referencia a los gastos excesivos de Obama y sus familiares más allegados.
El Gobierno rechaza estas críticas y argumenta que el presidente
tiene que cumplir un número de obligaciones que cuestan dinero, y la
presión de trabajo lo obliga además a disponer de tiempo libre para
descansar, actividades similares a las que realizan los líderes
republicanos que critican al mandatario, añadió el Times.
Este miércoles, la Casa Blanca informó que tiene planeado reducir
este año 33 mil millones de dólares. En este sentido, Obama anunció
nuevas medidas para eliminar gastos excesivos del Gobierno.
Desde el primero de marzo, el presidente de Estados Unidos renunció a
cobrar cinco por ciento de su sueldo, 20 mil dólares (unos 15 mil 500
euros) de los 400 mil (311 mil 478 euros) que gana anualmente, en
solidaridad con los empleados federales afectados por los cortes
salariales decretados recientemente por el Congreso. Según indicó la
prensa de ese país, ninguna de estas iniciativas son suficientes.