La integrante del movimiento para la 
reconciliación entre comunidades en Siria, la monja siria Agnès-Mariam 
de la Croix presentará a las Naciones Unidas (ONU) un nuevo informe en 
el que mostrará que las supuestas pruebas usadas por EE.UU. sobre el uso
 de armas químicas de Damasco contra su pueblo son falsas.
"Precisamente
 esos vídeos son un montaje, son escenografía. Y ahora también tengo los
 datos para asegurar que esos vídeos fueron producidos de antemano", 
comentó a RT la católica siria. 
De la Croix detalló que una enfermera aparece en dos vídeos 
supuestamente tomados en dos lugares diferentes y publicados pocas horas
 después del ataque. “Se encuentra esa misma enfermera trabajando, 
luchando con las víctimas en un lugar, y luego en otro lugar que está 
lejos y donde no se puede llegar tan fácilmente”.
Aseguró que tiene más pruebas que demuestran que lo presentado por 
Estados Unidos buscaba crear una presión internacional para recibir 
apoyo e iniciar una acción militar contra Siria. 
"Lo que es más grave, se encuentran las mismas personas muertas en un
 lugar y luego se encuentran en otra aldea. Por ejemplo, he hecho un 
seguimiento de un niño en cuatro lugares y entre los lugares hay más de 3
 kilómetros", subraya. 
El mencionado niño al que hace referencia la moja siria aparece 
primero en el poblado de Ain Tarma. Luego es trasladado a Douma. 
Posteriormente está en Jobar. Después en Zamalka y finalmente regresa a 
Jobar donde se habilita una improvisada morgue. Y todo, en un lapso de 4
 horas.
Al concentrarse en el video de Jobar y compararlo con 
otro de la misma localidad, acentúa que los dos videos de Jobar fueron 
subidos a las 4 de la mañana, hora de Damasco, con 10 minutos de 
diferencia. Y dos horas después del ataque químico. 
La monja concluyó que no solamente hay manipulación o un montaje, 
sino que se trata de obras prefabricadas. "Son escenas que fueron 
grabadas antes de tiempo. Y quizá antes de dos semanas. Y quizá no en el
 mismo lugar. Estoy casi segura que ni el Gobierno ni la oposición son 
culpables. Hay una tercera parte que quiere que ese conflicto perdure, 
que se inflame más y más".
Denunció que tras este ataque existe 
un millonario financiamiento externo y la asesoría de expertos en 
manipulación. Y llama a abrir una investigación para determinar el 
número real de muertos e identificarlos. Pero, sobre todo, pide ayuda 
para determinar qué es lo que realmente ocurrió con los niños que 
aparecen en los videos.
La consejera política y de medios del gobierno sirio, Buzaina Shaban,
 denunció el pasado 11 de septiembre que los niños muertos en el 
presunto ataque químico del 21 de agosto son los mismos que fueron secuestrados por los grupos armados en varias localidades de Latakia (noroccidente de Siria).
“El gobierno sirio no es responsable por el ataque del 21 de agosto, 
sino que fue la oposición la que ha secuestrado a los niños y los 
hombres en los pueblos de Latakia y los llevó a la región de Goutha para
 concentrarlos en un solo lugar y gasearlos,” dijo Shaban.
La denuncia de la consejera coincidió con la información suministrada
 por la Organización siria para la Defensa de Derechos Humanos (OSDH) 
que celebró una rueda de prensa en Beirut (capital de Líbano) a 
principios de septiembre para presentar y revelar las masacres ocurridas
 el mes pasado en la provincia de Latakia, a manos de mercenarios.
Estados Unidos y otras naciones de Occidente utilizan el argumento 
del presunto uso de armas químicas por parte del gobierno sirio para 
impulsar una acción militar
 para derrocar al gobierno de Bashar Al-Assad, aun cuando la nación 
árabe ha entregado pruebas de los ataques con armas químicas por parte 
de los opositores armados, estos mismos grupos han confesado tener este 
tipo de armas en su poder y haberlas usado, algo que ha sido ignorado por EE.UU. y la comunidad internacional.