La bomba incendiaria que destruyó las oficinas de la empresa de vuelos a Cuba Airlines Bróker que opera la señora Vivian Mannerud no solo abrió viejos recuerdos de cuando en Miami estallaban bombas por doquier con franca impunidad para los terroristas anti-castristas disfrazados de “patriotas cubanos”, sino que además ha servido para demostrar de nuevo la simpatía o cobardía de los funcionarios públicos electos del sur de La Florida, porque ninguno de ellos ha tenido la valentía de condenar públicamente este acto criminal que mancha la imagen de toda la comunidad miamense.