La honda crisis de la economía capitalista mundial no da tregua y amenaza con adentrarse en la temida depresión, aunque hay autores que ya la ven en esa fase. En todo caso, estamos ante mucho más que una crisis estructural del capitalismo. Se trata de una crisis civilizatoria que exige transformar raigalmente los patrones culturales y el sistema de producción y consumo como única forma de preservar la vida de nuestra especie