La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha avalado este lunes los resultados de las elecciones presidenciales de Ecuador que, con el 99,5% de los votos escrutados, otorgan la victoria al candidato oficialista, Lenín Moreno, con un respaldo del 51,17%. La misión de este organismo ha recibido también al aspirante opositor Guillermo Lasso, que exige un recuento de las papeletas y calificó de “ilegítimo” un Gobierno del sucesor de Rafael Correa, para examinar su denuncia de fraude. El líder del Movimiento CREO-SUMA llamó anoche al secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien hace tres semanas propuso la suspensión de Venezuela de la organización, para informarle de la situación. Este, tras conocer el informe de los observadores, ha felicitado a Moreno como "presidente electo" y a los votantes ecuatorianos “por la jornada cívica del domingo”.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) es para este organismo internacional “la única institución con la potestad legal para presentar resultados oficiales del proceso”. Por tanto, ha manifestado a través de un comunicado, “se adhiere a los mismos, sin menoscabo de la facultad de impugnación que corresponde a quienes tienen derecho a hacerlo”. Así, la OEA invita a las candidaturas a resolver diferencias dentro de los marcos legales y explica que “toma nota de las denuncias hechas públicas por la Alianza CREO-SUMA”. “A fin de que estas puedan ser esclarecidas”, prosigue, “deben ser tramitadas por el cauce institucional y ser atendidas por las autoridades competentes bajo los principios de legalidad, certeza y transparencia”.

Lasso, de la ciudad costera de Guayaquil, ha viajado hoy a Quito para reunirse con los observadores. Ha asegurado en una rueda de prensa que los interventores de su formación han recontado al menos la mitad de los votos y que, con esos datos, él sería el ganador. También ha vuelto a esgrimir el sondeo a pie urna de la firma Cedatos que le atribuyó el triunfo al cierre de la votación. “Aquí se pretende declarar ilegítimamente ganador a quien no ganó las elecciones”, ha dicho. La OEA, por su parte, ha lamentado abiertamente las expectativas creadas por esos sondeos. “La misión lamenta nuevamente el uso político que se hizo de las encuestas a boca de urna que se publicaron minutos antes del cierre de la votación. La gran disparidad entre los resultados de las distintas encuestas generó incertidumbre entre el electorado y llevó a ambos candidatos a declararse ganadores antes de conocerse los datos oficiales publicados por el Consejo Nacional Electoral”.

La misión cotejó la información sobre los resultados recogidas en 480 centros de votación por sus observadores con el contenido de las actas del CNE. “Constató que no hubo discrepancias entre las actas observadas y los datos oficiales”, señala el informe. Los representantes de la OEA señalan además que, “al momento del cierre, en casi la totalidad de mesas observadas había delegados de las dos organizaciones políticas, a quienes se entregó una copia del acta al finalizar el escrutinio”.