1. Para la memoria y el aprendizaje
La coliflor, la carne, el hígado, el huevo y los maníes contienen nutrientes que estimulan la creación de acetilcolina, un neurotransmisor encargado de regular la actividad en áreas del cerebro relacionadas con la atención, la memoria y el aprendizaje.

2. Para mejorar el nivel de concentración
Los lácteos y productos de origen animal, como carnes rojas, pescados, aves, embutidos y manteca, favorecen la producción de norepinefrina, un neurotransmisor que potencia el estado de alerta y nuestra capacidad de respuesta a estímulos. Además, tiene un efecto vigorizante e incrementa la resistencia del organismo al estrés.

3. Para mejorar el rendimiento mental
La glucosa es la molécula encargada de descomponer los hidratos de carbono y es el nutriente energético que el cerebro más utiliza. Por eso es importante consumir a diario alimentos como pan, arroz, cereales, pasta y legumbres que mantienen estable su nivel en sangre, conocido como glucemia.

4. Para evitar el paso del tiempo
Las fresas y los arándanos incrementan la potencia de las señales enviadas por las neuronas y son importantes antioxidantes que ayudan a reducir los efectos negativos que tiene la edad sobre nuestro centro operativo. Al mismo tiempo, previene enfermedades como el Alzheimer o la demencia senil.

5. Para estar de buen humor
Los alimentos ricos en triptófano (un aminoácido) aumentan la producción de serotonina, una sustancia conocida como el agente químico de la felicidad. Las legumbres como el frijol, las lentejas, las habas y los garbanzos poseen altos niveles de esta sustancia, que provoca un efecto positivo sobre el estado de ánimo y la ansiedad. También influye en otras áreas, como el sueño, el apetito, el dolor y la presión arterial
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