Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

FORO LIBREPENSADOR SIN CENSURA
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 GENERAL 
 REGLAS DE ESTE FORO LIBRE 
 Panel de quejas 
 CONCORDANCIAS BIBLICAS 
 PANEL DEL ADMINISTRADOR BARILOCHENSE 6999 
 
 
  Herramientas
 
PANEL DOCTRINAL: ¿ES IESUE HIJO BIOLÓGICO DE JOSÉ O ENGENDRADO DEL ESPÍRITU SANTO?
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: GOYOBRITO  (Mensaje original) Enviado: 08/11/2018 15:14

¿ES IESUE HIJO BIOLÓGICO DE JOSÉ O ENGENDRADO DEL ESPÍRITU SANTO?


La genealogía de IESUE, tema tan controvertido que ha generado distintas opiniones de algunos aficionados en los asuntos sagrados, que por no llegar a un acuerdo de quien es hijo realmente, si es a consecuencia del semen extraído sobrenaturalmente de José o engendrado del Espíritu Santo, se hizo entonces necesario de que aún la reseña histórica sobre Salomón, hacer la identificación de sus descendientes, hasta llegar al rey Conías, de quien se disertó un comentario con el que se alude la maldición a él hecha por IEUE Elohim, para que ninguno de sus descendiente se pueda sentar en el trono de Judá. Y en definitiva del previo resumen y de la conclusión sobre lo que del presente tema se llegó, se ha hecho mención de la genealogía de Mateo 1:1-16 y de la genealogía de Lucas 3:23-31, en el orden que en lo adelante se expresa:


SALOMÓN REY DE ISRAEL:


IEUE Elohim había dicho que confirmaría el trono de Salomón para siempre, si se esforzaba a poner por obra sus mandamientos y decretos, y a servirle con corazón perfecto y con ánimo voluntario (1ª de Cr. 28.7-9). Pero Salomón se alejó de IEUE Elohim, cayendo en fornicación con mujeres extranjeras y adorando a dioses ajenos e ídolos abominables y detestables, tales como: “Astoret, diosa de los sidonios; Milcom, ídolo abominable de los amonitas; Quemos, ídolo abominable de Moab; y Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón”. Por lo tanto IEUE Elohim dijo a Salomón, que mandaría a romper su reino y en mayor parte entregado a su siervo, luego que su vida acabara; y por consiguiente dejarle a su hijo una tribu por amor a David (1ª de R. 11.1-13). De modo ocurrió que de Israel once (11) tribus fueron entregadas a Jeroboam y la tribu de Judá fue separada, y sobre esta reinó un hijo de Salomón llamado Roboam (1ª de R. 12.17-24). Del que hasta el final monárquico, sus descendientes de quienes se tiene memoria que reinaron a Judá fueron: Abiam (Abías), Asa, Josafat, Joram, Ocozías, Joás, Amasías, Azarías (Uzías), Jotam, Acaz, Ezequías, Manasés, Amón, Josías, Joacaz (Salum), su hermano Eliaquim (Joacim), y Joaquín (Jeconías). Todos estos además de aparecer descritos en el Libro de Reyes y en 2ª de Crónicas, son señalados a excepción de Ocozías, Joás, Amasías y Joacaz, en Mt 1.7-12.


JECONÍAS (JOAQUÍN), TAMBIÉN LLAMADO CONÍAS:


Jeconías (Joaquín) era hijo del Rey Joacim de Judá, e hijo de su madre Nehusta. Jeconías, llamado en el Nuevo Testamento también “Conías”, luego de haber caído su padre Joacín del reinado de Judá por voluntad de IEUE Elohim, tenía 18 años de edad, cuando reinó de acuerdo a 2ª de Reyes 24.8: “tres meses”; y conforme a 2ª de Crónicas 36.9: “tres (3) meses y diez (10) días.” Conías al igual que su padre Joacín, hizo lo malo ante los ojos de IEUE Elohim, tal como hicieron algunos de sus antepasados, porque además de desobedecerle, hizo lo siguiente: “Adoró a varios ídolos, tuvo avaricia, se sirvió de su prójimo de balde, no dio el salario al jornalero, no juzgó la causa del menesteroso, derramó la sangre del inocente, era opresor y hacedor de agravio (insulto, ofensa, ultraje, insolencia, humillación). Asimismo engañó y robó al extranjero, al huérfano y a la viuda (2ª de R. 24:9; y Gr. 22.1-23;).


CONSECUENCIAS DE LA DESOBEDIENCIA Y DE LA MALDAD DE CONÍAS:


Por la desobediencia y maldad de Jeconías (Joaquín) o en la forma más corta como también se le conocía “Conías”, IEUE le pronunció una sentencia en los siguientes términos: “Vivo yo dice IEUE, que si Conías hijo de Joacín rey de Judá fuera anillo en mi mano derecha, aun de allí te arrancaría. Te entregaré en manos de los que buscan tu vida, y en manos de aquellos cuya vista temes; si, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y en manos de los caldeos. Te haré llevar cautivo a ti y a tu madre que te dio a luz, a tierra ajena en que no nacisteis; y allá moriréis. Y a la tierra a la cual ellos con toda el alma anhelan volver allá, no volverán. ¿Es este hombre Conías una vasija despreciada y quebrada? ¿Es un trasto que nadie estima? ¿Porque fueron arrojados él y su generación, y echados a la tierra que no habían conocido? ¡Tierra, tierra, tierra! Oye palabra de IEUE. Así ha dicho IEUE: Escribid lo que sucederá a este hombre privado de descendencia, hombre a quien nada prosperó sucederá en todos los días de su vida; porque ninguno de su descendencia logrará, sentarse sobre el trono de David, ni reinar sobre Judá (Jr. 22:24-30).”


Así que una interpretación muy importante que se discurre del segundo párrafo de Jeremías 22:30, es que a Conías le fue quitado el reino, para así privarlo de descendencia real, a la que ésta en nada le prosperó todos los días de su vida, porque ninguno de sus descendientes lograría sentarse en el trono de David, ni reinar sobre Judá. En pocas palabras más aclarativas, es que al no estar ya Conías reinando en Judá, su descendencia en nada le prosperó, porque ya no pudo renovar el reinado, y al no poderlo renovar, sus descendientes se quedarían sin el trono de David y sin poder reinar sobre Judá por toda la eternidad.


Generalizando ahora todo en cuanto a Jeremías 22:24-30, efectivamente, debido a la sentencia de IEUE sobre el rey Conías, por haber hecho lo malo ante sus ojos, ocurrió que el rey de Babilonia (Nabucodonosor) invadió a Judá, y tanto a Conías como a su madre entre otros del pueblo, los deportaron a Babilonia, y en su lugar reinó su tío Matanías (Sedequías), por determinación de Nabucodonosor, mediante IEUE obró. Siendo Sedequías el último rey que se conoce en la historia de Judá, quien también durante 11 años de reinado hizo lo malo ante los ojos de IEUE, y terminó siendo apresado por los caldeos, le sacaron los ojos y le dieron muerte luego de que a sus hijos los degollaran (2ª de R. 24.17-20). Quedando desde luego por cumplido y firme la palabra de IEUE, que ninguno de la descendencia de Conías lograría sentarse sobre el trono de David, ni reinar sobre Judá (Jr. 22:30).


Zorobabel (Sesbasar), nieto de Conías, aunque habiendo regresado de Babilonia con un poco más de 49.896 personas, y teniendo el favor de IEUE Elohim para restaurar el templo de Salomón, tan sólo pudo ser gobernador de Judá, al servicio de Ciro el Grande, rey de Persa (Esdras 1.11; 2:1-65; y 5:14); y luego de que Judá fuera dominada por los griegos, finalmente Jerusalén cayó en manos del imperio romano, la cual por determinación del emperador, tenía gobernantes romanos. Hasta el sol de hoy, y aunque Judá no está bajo dominio extranjero, no hay ningún rey o monarca ocupando el trono de David, hasta que venga Cristo a Reinar con los santos por mil años y luego eternamente en la Nueva Jerusalén, que desciende desde lo alto (Ap. 20.4-5, y 21.1-2).


LA CRÍTICA SANA Y LA CRÍTICA PERNICIOSA:


Todo lo que se ha dicho acerca de Conías para que ninguno de sus descendientes, nunca ocupara el trono de David, ni reinara sobre Judá, es totalmente cierto, porque tiene respaldo de las sagradas escritura, que tal cual está escrito así ocurrió, y es de sabio darse cuenta, que algunos críticos echan de ver el asunto en un sentido contradictorio que surge de sus propias opiniones y no de acuerdo a la Sagrada Escritura, y lo que está detrás de todo ello es, que quieren poner a IEUE Elohim como embustero, y hacer quedar su palabra como un simple libro de historietas. Hay la intensión de que no prevalezca la verdad, para engañar y echar por tierra la credibilidad de las Santas Escrituras, haciendo creer, que quien tiene el derecho es un descendiente del rey Conías, a quien la maldición nunca caló, pero a los efectos de la verdad: ¿Qué dirá Satanás, quien si está al tanto de la maldición a Je-Conías? Bueno, que si un Rey maldito es que va a reinar eternamente, entonces el cómo Satanás, tiene derecho de ser Dios y sentarse en su trono, porque fue maldecido por lo que hizo contra la pareja adánica y pretender el Trono de su Padre Celestial. En lo que en esto se advierte, que todo el que a excepción de Cristo venga reclamando el trono de Judá, aduciendo tener el derecho por ser descendiente de Jeconías, y por su antepasado el rey Salomón, es un embustero y se pudiera dar el caso, de ser el anticristo.


HIJOS DE DAVID: SALOMÓN Y NATÁN:

Descendientes del rey Salomón conforme a la genealogía indicada en Mt. 1.1-16:

Descendientes de Natán, de acuerdo a la genealogía descrita en Lc. 3.23-31:

1) Roboam, 2) Abías, 3) Asa, 4) Josafaf, 5) Uzías, 6) Jotán, 7) Acaz, 8) Ezequías, 9) Manasés, 10) Amón, 11) Jozías, 12) Jeconías, 13) Salatiel, 14) Zorobabel, 15) Abiub, 16) Eliaquim, 17) Azor; 18) Sadoc, 19) Aquím, 20) Eliud, 21) Eleazar, 22) Matán, 23) Jacob, 24) José marido de la Virgen María.

1) Matata, 2) Mainán, 3) Melea, 4) Eliaquim, 5) Jonán, 6) José, 7) Judá, 8) Simeón, 9) Leví, 10) Matat, 11) Jorín, 12) Eliezer, 13) Josue, 14) Er, 15) Elmodam, 16) Cosam, 17) Adi, 18) Melqui, 19) Neri, 20) Resa, 21) Joana, 22) Judá, 23) José, 24) Semei, 25) Matatía, 26) Maat, 27) Nagai, 28) Esli, 29) Hahum, 30) Amós, 31) Matatías, José, 32) Jana, 33) Melqui, 34) Leví, 35) Elí suegro de José por la Virgen María, 36) Jesucristo.


OBSERVACIONES:


Primero: A la descendencia de Salomón estando reinando su hijo Roboam, se le privó de reinar sobre 11 tribus de Israel, y sólo por amor a David y de Jerusalén, se le permitió reinar sobre Judá.


Segundo: En Mateo 1:6, se menciona al rey Salomón y a David su padre; y más adelante en Mt. 1.11, se indica al pariente Jeconías (Conías), a quien Dios pronunció su sentencia de maldición para que siendo cautivo y deportado a Babilonia, ninguno de sus descendientes ocupara el trono, ni reinara sobre Judá (2ª de R. 24:8-16; Jr. 22:24-30). De Jeconías estando en Babilonia sucedió Salatiel, quien a su vez procreó a Zorobabel (Mt. 1.12).


Después de Zorobabel sucedieron: Abiub, Eliaquim, Azor; Sadoc, Aquím, Eliud, Eleazar, Matán y Jacob, de quien devino José marido de María, tal como se puede observar en Mateo 1:16: “Jacob engendró a José, Marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo”. En este versículo, se nota un detalle bastante significativo, ya que José no es indicado engendrando a IESUE, sino que este se señala únicamente descendiendo de María; y al leerse a Génesis 5, se puede también apreciar, que en el árbol genealógico de la familia de Adán, es señalado el padre, según se tratase que fuera el que engendrara. Sin embargo, porque José en acatamiento a lo que el ángel en sueños le habló diciendo: “José hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo y llamarás su nombre IESUE, porque el salvará a su pueblo de sus pecados (Mt. 1: 20-21)”, y por lo que habiendo presentado junto a María al niño mesiánico en el Templo, conforme al rito de la ley, IESUE quedó reconocido como su hijo legítimo (Lc.2:27).


Tercero: En la genealogía señalada en Lucas Cap. 3, no se menciona a Salomón, sino a Natán, otro de los hijos de David, y se señala a José como hijo de Elí, a diferencia de Mateo 1:16, que lo indica ser engendrado por Jacob. Para clarificar esta situación, es que del rey Salomón hijo de David, provino la línea biológica paternal de Jacob, de donde devino José. Estos dos últimos eran descendientes de Jeconías (Conías), cuya descendencia fue privada por Dios para ocupar el trono de David y reinar sobre Judá (Jr. 22:30). En cuanto a Elí, al ser José su nuero por casarse con María, se le reconoce como su hijo; y al ser señalado Elí en Lucas 3:23, y no Jacob, la genealogía indudablemente es la de María su hija, aunque esta no se señale, debido a la costumbre de señalar primordialmente a los padres acerca de los hijos. Cuya genealogía trasciende no al Rey Salomón, sino a Natán el otro hijo de David, hasta llegar a nuestro primer Padre “Dios” (Lc. 3:31-38), quién es realmente el Padre de Cristo, conforme ya estaba profetizado así: “Yo publicaré el decreto; IEUE me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy” (Sm. 2:7, Hch. 13.33; y Heb. 1.5). Adversativamente, hay otros que alegan la ley del levirato, para decir que Jacob al morir sin hijos y siendo Elí su hermano, entonces Elí es el padre natural de José, y por esto es que en Lucas 3:23 es mencionado José como hijo de Elí. Pero por lo visto en Mateos 1:16 que Jacob engendró a José, entonces queda descartado el alegato de que Jacob y Elí eran hermanos. Otras de las excusas erradas, es que María tenía que ser levita, porque Elisabet era su prima, y que por esto era necesario que IESUE para que fuese de la descendencia de David, tuvo que ser sobrenaturalmente engendrado con el semen de José. Ciegamente que quienes esto aducen están fuera de sí hablando disparates, y no logran a entender que quien si era levita era el padre biológico de Juan Bautista y no Elizabeth, porque el matrimonio se podía formalizar entre una pareja de tribus diferentes. Si fuese así como lo plantean los que tal dicen, que tanto el hombre como la mujer debían ser levitas ¿Entonces porque José se casó con María, si es que ésta a según ellos era levita prima de Elizabeth?


Exégesis: La interpretación determinante que se le da al asunto de las genealogías, tanto la de Mateo, Cap. 1.1-16 como la de Lucas, Cap. 3.23-31, es que IESUE por voluntad divina, sólo pudo ser engendrado por el Santo Espíritu de IEUE Elohim, y no pudo descender de José, pariente de Jeconías, ya que sobre la descendencia de este cayó una maldición, de que ninguno ocuparía el trono, ni reinaría sobre Judá (Jr. 22:30); y que por tanto de la simiente de Abraham y de su pariente David, mediante la descendencia de Natán su hijo, solo se pudo cumplir lo que Dios le prometió, que de su linaje, vendría el que había de sentarse en su trono (Lc. 3.31-32; 1:32; Jr.23.5; Jn. 7.42; Ro. 1.3: Ap.5.5; y 22.16).


Con todo eso queda descartada, la postura aberrante y blasfema de quienes dicen que el semen de José fue extraído de una manera sobrenatural o milagrosa para que Jesucristo fuese descendiente de David; y más aún cuando en Mateo 1:20 dice con suficiente claridad: “que lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”, no dice que del semen de José.


RESUMEN CONCLUSIVO:


1) Roboam y su descendencia fue privada de reinar sobre 11 tribus de Israel por lo que hizo su padre Salomón, en amar a mujeres extranjeras y adorar a dioses e ídolos abominables y detestables (1ª de R. 11.1-13).


2) A la descendencia de Salomón mediante y después de Roboam, tan sólo IEUE Elohim le dio la potestad para reinar sobre Judá, por amor a David y a Jerusalén (1ª de R. 11.13; 12.17-20).


3) A la descendencia del rey Joaquim (Conías), descendiente de Roboam, hijo de Salomón, se le privó de sentarse en el trono de David, y de reinar sobre Judá, por lo malo que hizo al igual que su padre Joacim (2ª de R. 24:9; y Gr. 22:24-30).


4) De Jacob, descendiente de Conías (Jeconías), al cual se le privó de descendencia real, provino José, Marido de la Virgen María (Mt. 1:16).


5) IESUE no es hijo natural de José, sino de María, la cual de Elí provino de la descendencia de Natán, quien era uno de los hijos del rey David. Cumpliéndose de esta manera la profecía, que del linaje de David, había de venir el que reinaría en su trono (Lc. 3.31-32; 1:32; Jr.23.5; Jn. 7.42; Ro. 1.3: Ap.5.5; y 22.16).


6) En cumplimiento de la Santa Palabra, el único Padre de IESUE es el Espíritu de Santidad, IEUE Elohim, y no necesitó el semen de José para engendrar a IESUE (Mt. 1.20; Salm 2:7; Hec. 13.33; y Heb. 1:5). 


7) En acatamiento a lo dicho por el ángel Gabriel, José por haber presentado junto a María al niño IESUE en el Templo, conforme al rito de la ley, automáticamente quedó reconocido como su hijo legítimo (Mt. 1.20-21; y Lc.2:27).


8) Jesucristo vendrá a Reinar por mil años no sólo a Judá, sino a todo Israel, y demás naciones, y luego por toda la eternidad en la nueva Jerusalén, que descenderá desde lo alto (Salm. 2:12; Ez. 21.26-27; Ap. 20.4-5, y 21.1-2).



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados