Roma evalúa daños tras jornada de protestas violentas

"Protesta en Roma"

Las autoridades de Roma calculan el costo del peor brote de violencia que ha visto la capital de Italia en años, tras una día de protestas globales por los planes de austeridad y el poder corporativo.

Este sábado, al igual que en la capital italiana, hubo protestas -la mayoría pacíficas- en unas 950 ciudades más de 80 países, inspiradas en el movimiento de Nueva York 'Occupy Wall Street' y en las acciones de los 'indignados' de España.

En Roma, cientos de manifestantes encapuchados incendiaron vehículos, rompieron ventanas de bancos e incluslo atacaron una iglesia.

Los manifestantes se enfrentaron con la policía, que usó gases lacrimógenos y tanques de agua.

Se estima que los daños estarán cifrados en el equivalente a varios millones de dólares.

Batalla campal

El corresponsal de la BBC en Roma, David Willey, dice que decenas de víctimas de la violencia, tanto policías como manifestantes, están recibiendo atención médica.

Unos 20 manifestantes han sido arrestados y acusados de delitos relacionados con la violencia a medida que la ciudad trata de volver a la normalidad.

Protesta en Nueva York

"Protesta en Nueva York"

Según la policía, se encontraron petardos y artefctos explosivos en varias calles.

Este domingo todavía pueden verse los destrozos tras la batalla campal, con botellas y piedras en el suelo y señales de tráfico y adoquines arrancados.

'Iglesia profanada'

Entretanto, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que la iglesia de los Santos Marcelino y Pedro fue 'profanada' por los manifestantes.

De acuerdo con el párroco del templo del siglo XVIII, una estatua de la Virgen María fue lanzada a la calle y destruida.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, manifestó que los responsables de la violencia 'debe ser condenado por todos sin reservas'.

Según la agencia de noticias EFE, los medios de comunicación italianos muestran serias dudas sobre cómo funcionó el dispositivo policial.

En opinión de los medios, las fuerzas del orden se centraron demasiado en proteger las sedes institucionales ante posibles ataques, pero no controló adecuadamente la manifestación, donde se infiltraron los grupos de violentos.