5- BROTES Y PODA- La decisión

Primera Parte.

El árbol autodesarrollado, canta agradecido al riego y al tutor por toda la ayuda recibida para poder actuar solo. Exibe su condición expansiva, ocupa todo su espacio vital, pero aparecen "brotes" que complican el crecimiento armónico, surge la necesidad de podar.

La decisión de desprendernos de aquello que impide nuestra evolución es dolorosa, solemos acostumbrarnos a las cadenas invisibles que detienen nuestro paso. Una mente negligente acumula dificultades y no las resuelve, una mente diligente disuelve los problemas y libera energía de acción directa.

Las conversaciones centradas en la negligencia personal desvitalizan. Las personas que han sufrido podas significativas valoran lo que tienen y no postergan.

Tanto temor nos genera lo nuevo que optamos por protegernos en lo conocido, aún sabiendo que nos impide crecer. Hilos finos, repetidos, detienen a Gulliver.

No se trata de podar sin necesidad. La sabiduría de las estaciones va imprimiendo las mejores condiciones para el equilibrio natural de la planta. Hay podas mutiladoras, fuera de época, totalmente dañinas, pero hay podas benéficas, las sentimos así en nuestro interior aunque no nos animemos a hacerlas. Muchas veces podadores externos nos han beneficiado con cortes que en su momento sentimos como injustificados y crueles, pero con el tiempo gracias a algunas despedidas, cesantías, mudanzas, traslados, pudimos revitalizarnos.

No se trata de inducir prematuramente ningún parto, por más apurado que esté el jardinero. Hay una sabiduría en el pequeño paso propio, liberador.

La ley del puño rige el crecimiento de ciertas gramíneas que son muy buen alimento para el ganado. La ley del puño es una medida, no un símbolo de agresión, indica la altura del piso a la planta, que puede ser ingerida por el animal hasta ese límite, no más Si el animal no respeta el límite, por descuido del jardinero la gramínea tiene enormes dificultades para crecer. Si el límite lo marca la ley del puño rápidamente restablece lo que perdió y está en óptimas condiciones de ofrecerse como alimento.

Todos debiéramos saber cuál es nuestra propia ley del puño, límite del sobre pastoreo, reposo de toda "poda".

El sendero de la autonomía descansa en una actitud por la cual nuestros movimientos son producto de nuestras propias elecciones y el jardín del cual formamos parte es nuestra creación. Superar la dependencia exige auto-"poda", para asumir la responsabilidad de lo que está sucediendo en todo el jardín.

Fuente: "Manual de Jardinería Humana",de: Enrique Mariscal.